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Análisis del mercado de la carne de cerdo en septiembre

Fuente: INTERPORC

Un seísmo controlado

El mes de septiembre, igual que en el cerdo, ha estado marcado en el mercado europeo de la carne de cerdo por la aparición de la Peste Porcina Africana (PPA) en Alemania a mediados de septiem­bre. Hasta entonces, el mercado encaraba su tradicional período de impasse, entre los consumos estivales en las barbacoas y los consumos de productos típicos del invier­no. Reflejo de ello, piezas con las agujas, que dejan atrás sus máximos anuales de consumo, cedían en Alemania, igual que los jamones. En Francia, en cambio, el efecto “re­llenado de las ciudades” tras las vacaciones llevaba a una mejoría de los precios del despiece mientras que Italia ha mantenido durante todo este mes una fuerte progresión de precios (por encima del +10% intermensual, siguien­do con la normalización de su mercado tras el caos en que el coronavirus lo sumió en el primer semestre. En España, los precios de la carne de cerdo se han mantenido estables en septiembre, confirmando un mejor comportamiento de mercado que en el comercio intracomunitario.

Pero la irrupción de la PPA en Alemania hizo saltar todas las alarmas: el cierre inmediato de los mercados terceros al porcino alemán (China, Japón y Corea) hacía temer que toda esa carne que los alemanes no pueden exportar debe­rá ser volcada en el mercado europeo. Sin embargo, gracias a que la producción cárnica en Alemania está muy limita­da por las medidas de Covid-19 en los mataderos y por la falta de personal en las salas de despiece, los precios no se han hundido e, incluso, hay una correcta demanda interior en Alemania para las piezas de consumo más estacional y las piezas nobles. En cualquier caso, cada semana que pasa sin poder exportar, la presión alemana sobre el resto del mer­cado de la UE va aumentando progresivamente: italianos, españoles, franceses… defienden el trabajar con carne de origen nacional, pero, si el producto no va a exportación, el atractivo de la carne de Alemania más barata va abriéndo­se camino en sus países más cercanos. Mientras, en EE.UU. el consumo interior progresa mejor de lo esperado y ello, junto con la sostenida exportación a China, eleva con fuer­za los precios de la carne, igual que sucede en Brasil, aunque aquí la demanda interior sufre más con estos altos precios.

Comercio y bioseguridad

Cuando toda la atención estaba centrada en los riesgos co­merciales y de actividad ligados al Covid-19, la PPA ha llega­do a Alemania. A partir de aquí, el escenario se torna más complicado: a los riesgos crecientes de la segunda oleada de coronavirus en toda Europa (limitación de la matanza, posibles cierres de mataderos, confinamientos, consumo en restauración…) se le une ahora la previsible presión (en volúmenes y en precios) que la carne alemana va a ejercer sobre todo el mercado intracomunitario al no poder expor­tar a Asia y las distorsiones que la PPA provocará también en el mercado del vivo.

Alemania ha intensificado su nego­ciación con China para intentar conseguir la regionalización, pero no se ha llegado todavía a ningún acuerdo. Tampoco China parece tener tantas necesidades importadoras aho­ra como tuvo en el primer semestre de año, con volúmenes récord comprados en todo el mundo. Esa carne y esos ani­males vivos “atrapados” en el norte de la UE buscarán sa­lida en otros países comunitarios, por lo que será necesario extremar las precauciones de bioseguridad en el transporte y limitar el mismo en la medida de lo posible. Los países es­tán privilegiando el trabajar con carne de cerdos nacionales, para garantizar la exportación. Y es que, todo este año, la exportación a China está siendo el balón de oxígeno que le permite al porcino de capa blanca sobreponerse a todos los problemas sanitarios que se están encadenando y, ahora solapando. Hay que confiar también en que la demanda eu­ropea mejore de cara a los consumos navideños en el norte y centro de la UE y que países como Corea y Japón deman­den más carne en la UE para suplir la ausencia alemana. Pero EE.UU. y Brasil seguirán siendo duros competidores, en un final de año de producciones al alza en todos los países.


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