Fuente: INTERPORC
Durante el mes de octubre MATIF y Chicago han vivido escaladas en las cotizaciones de los futuros que han servido para marcar máximos en el trigo, cúspides que no se conseguían desde 2011-2013. La preocupación por la falta de disponibilidad mundial para trigo de calidad y una demanda incesante de los países importadores ha hecho que los futuros del cereal marcaran récords históricos. Al mismo tiempo, las comodities energéticas han escalado sin cesar, aumentando los precios de los fertilizantes y limitando las exportaciones de abono desde Rusia y China, dos de los mayores productores mundiales de fertilizantes químicos. En España, el movimiento de las cotizaciones no ha sido ajeno a la escalada internacional de precio de las materias primas. Octubre en el territorio nacional ha estado marcado por la falta de disponibilidad. La oferta de cebada y trigo continuó retenida y el maíz, el cereal que tenía que enfriar el mercado porque se empezaba a cosechar este mes, no ha afectado nada: sus precios han seguido subiendo a una menor velocidad que la de los otros cereales (cebada y trigo), pero siempre con tendencia alcista. A la escalada de precios hay que sumarle un factor más importante: la falta de disponibilidad. Durante este mes han faltado camiones y las empresas que estaban cubiertas con posiciones francesas no han logrado bajar el género hasta territorio nacional por falta de camiones y se han visto obligadas a buscar producto al puerto. En el puerto el mes tampoco fue tranquilo, ya que los barcos se retrasaron, agravando la situación de falta de disponible en unas semanas en las que la mayoría de los fabricantes dirigían allí para suministrarse. Finalmente, los cereales fueron quien marcaron los movimientos en el mercado, siempre alcistas; en cambio, productos como la soja, normalmente más volátil, se mantuvieron en la línea subiendo o bajando dos o tres euros por semana. Ni la subida de los precios en los aceites vegetales ha provocado un aumento inesperado del precio de la harina de soja.