Fuente: INTERPORC
Ausencia de movimientos
Tan solo 2 milésimas ha cedido la cotización española durante este mes de enero, lo que le ha permitido situarse en un nivel bajo pero ligeramente superior al que hubo el año pasado. Lo mismo ha sucedido en el resto de la UE, donde los movimientos han sido inexistentes. Ello refleja bien que los mercados se han equilibrado en un nivel bajo de cotizaciones y en un nivel elevado de actividad: hay mucha oferta de cerdos, frutos de los retrasos navideños y la bonanza climatológica, pero su baja cotización mantiene una demanda constante en el mercado, ya que el matadero quiere aprovechar estos cerdos baratos.
En España, la elevada oferta de cerdos, que ha llevado sus pesos hasta niveles de nuevo récord, ha mantenido la cotización por debajo del coste de producción y por debajo de su media de los últimos 10 años para este mismo período. Pero, al mismo tiempo, la sostenida actividad de matanza ha impedido que la cotización bajara todavía más, como sí había sucedido en enero del año pasado. El ganadero también ha buscado ahora compensar con más peso el precio bajo, mientras que el matadero, con márgenes positivos, ha matado al máximo de sus capacidades y ha posibilitado que, en la segunda mitad de mes, los pesos empezaran a flexionar a la baja de forma ya clara. A su vez, ello ha permitido que la cotización empezara a pensar en iniciar la recuperación de cara al inicio de febrero, tras 2 largos meses prácticamente sin moverse.
En Alemania, la cotización no se ha movido desde octubre, anotándose un récord nunca visto de estabilidad: ¡4 meses para un precio que siempre acostumbra a ser muy volátil! También aquí los retrasos navideños han sido reabsorbidos con rapidez, llevando a un descenso de los pesos en la segunda mitad de mes que, pese a ello, no ha conseguido plasmarse en una mejoría de la cotización. El último censo alemán de porcino confirma un nuevo descenso de sus efectivos, lo que debería tensionar su mercado interior. Sin embargo, de momento los mataderos alemanes han encontrado todos los cerdos que querían en su país, al tiempo que siguen aumentando sus importaciones en vivo de cerdos, sobre todo de una Bélgica que sigue con problemas de exceso de oferta por el embargo exterior a sus exportaciones a causa de la PPA.
En Francia, la cotización se ha movido milésimas arriba y abajo cada semana para, al final quedarse igual. Las promociones que realiza el comercio al empezar el año han sostenido la demanda en la primera mitad de enero pero, después, el mercado ha vuelto a equilibrarse.
Producción récord en EEUU
En EEUU, la producción se confirma récord y los precios se mantienen en niveles históricamente muy bajos. Pese a ello, los márgenes positivos de que dispone el matadero incentivan su demanda, con lo que el precio americano ha subido en enero, aunque hacia finales de mes ya daba señales de agotamiento. Más agotado sigue el cerdo en Brasil, donde el descenso de la demanda interior ha provocado un desplome de sus precios, que no encuentran todavía el apoyo de una mayor exportación.
Y baja también más el precio del cerdo en China, donde el temor a la PPA está provocando que los ganaderos oferten más cerdos mientras se van levantando o suavizando las restricciones al transporte interior de animales vivos.
Un año marcado por la sanidad
La evolución sanitaria en relación a la PPA en Europa y en China es el principal factor de incertidumbre con que ha arrancado 2019. Si la enfermedad salta a alguno de los grandes países exportadores de la UE (los focos belgas están en el epicentro del corazón porcino de la UE, entre Francia, Alemania, Holanda, Dinamarca,…), los cierres a su exportación pueden inundar el mercado intracomunitario de carne. Pero la extensión de la epidemia a lo largo de toda China debe redundar en una mayor demanda importadora por parte de este país, sobre todo en la segunda mitad del año. El último censo porcino de China muestra una caída del -8% en sus efectivos de cerdas a 1 de diciembre de 2018, lo que llevará a una menor producción interior de cerdos conforme vaya avanzando 2019. Desde el gobierno chino ya se recomienda a los ganaderos que vuelvan a llenar sus granjas para poder beneficiarse de los precios más altos que se esperan en el segundo semestre. Y precios más altos en China significan mayor competitividad de la importación. La otra cara de la moneda es que el bombardeo constante de noticias sobre la PPA, junto con la menor disponibilidad de carne de cerdo y su encarecimiento, van a provocar también un descenso del consumo interior chino, por lo que la reducción de su producción no va a tener un correlato lineal con un aumento de la importación. En cualquier caso, diversos analistas internacionales hablan de un descenso de la producción porcina china del -2% al -5% en 2019 (que es como decir de 1 a 2 millones de tn menos de carne de cerdo).
El otro factor de incertidumbre es la guerra comercial entre EEUU y China, ya que los americanos parece que negocian ahora que China compre más porcino en EEUU, y los efectos del Brexit en el comercio intracomunitario, sobre todo por si hay o no aranceles para entrar en el Reino Unido. Una amalgama de factores que coincide, además, con un incremento de la producción porcina en EEUU, sobre todo, pero también en la UE (aunque con diferencias entre países que van a complicar el día a día: más cerdos en España y menos en Alemania), un descenso en China, y una creciente necesidad de brasileños, europeos y americanos de vender en Asia.
Tampoco hay que dejar de tenir en cuenta, pese a la estabilidad que reina desde hace ya meses, la subida de precios de los cereales, que va a levantar el coste de producción en cuanto se tenga que renovar coberturas, si nada cambia. Es de momento una preocupación relativa porque, por ejemplo, el maíz ha dado repetidas ocasiones para cerrar coberturas muy largas a precios atractivos. Ello, junto con la realidad de que el mercado español sigue con precios más bajos que los teóricos de reposición en el puerto, contiene de momento el coste pero alerta de que nada es para siempre. Aunque, en estos momentos, el principal factor de encarecimiento del coste está siendo en toda la UE la subida del precio del lechón.
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