El panorama alrededor de la disponibilidad de carne de cerdo en el mercado cubano, ha llegado a alcanzar recientemente desorbitantes, según Cubadebate.
Este año la producción “no se arrancó con buen pie”, tampoco se cerró 2018 con mejores resultados, “debido a la deuda estatal de alimento a los productores”.
El incumplimiento en las entregas de piensos esenciales a base de materias primas, contratadas con proveedores internacionales, que “no llegaron en tiempo” o “nunca llegaron”, propiciaron el decrecimiento de la disponibilidad existente actualmente.
El medio además admitió que solo habrá una recuperación “dentro de unos meses”. Eso, “si no se presentan otros contratiempos”.
Fuentes oficiales dijeron, comunicaron que Brasil y Argentina decidieron no enviar los cargamentos contratados, aunque no esclarecieron las razones de las fallas en ese eslabón tan importante para la cadena, y que está impactando perceptiblemente en la mesa de los cubanos.
Según fuentes del ministerio de finanzas y precios se debe al lento proceso de pago con que Cuba abona sus deudas y por eso cada vez son menos los proveedores que se animan a venderle a la isla.
Aunque tampoco faltó el momento para echar culpas a EE.UU. y su bloqueo, pues “si no fuera así los productos lo podríamos adquirir en el mercado estadounidense”.
Yasser Hamed Jassén Santiesteban, jefe de la División Tecnológica Porcina (DTP) del Grupo Empresarial Ganadero (GEGAN), culpó de los retrasos al embargo de EEUU y citó “la obligación de adquirir las materias primas en otros países distantes geográficamente”.
Según el funcionario, “la situación en el primer trimestre no fue favorable pues no se le distribuyó alimento” a los productores del sector cooperativo y campesino como estaba planificado.
Esto trajo como consecuencia la conocida disminución de los aportes de carne en lo que va de 2019. Para ser exactos, 56.000 toneladas menos; también incidió en un deterioro del peso promedio de los lechones, pues la deficiente alimentación propició el nacimiento de cerdos con bajo peso y el aumento de la mortalidad.
“Es evidente que no hay suficientes cerdos para llegar al plan total de este año (198.000 toneladas, 180.000 para el programa estatal)”, admitió el directivo del grupo perteneciente al Ministerio de la Agricultura.
Más impuestos para el sector en un momento crítico
Además del impacto que produjo la falta de alimento en la producción de carne porcina, otros criterios apuntan a una “desestimulación” a causa del cobro de impuestos a los porcicultores sobre sus ingresos personales.
Por primera vez, no se exoneró a los productores del pago del impuesto por los ingresos personales, el cual ya debieron erogar en este primer trimestre de 2019.
Para Denis Martínez, porcicultor villaclareño con casi cinco años de experiencia, es un contrasentido que esta medida se aplique justo cuando escasea el pienso.
“Si el país llama constantemente a producir alimentos, no creo que este sea el mejor momento para aplicar este impuesto. Al menos se podría considerar una bonificación o disminuir un poco el tipo impositivo”, señaló.
Yoandris González, porcicultor del municipio Candelaria, en Artemisa, lo considera “normal”.
“Muchos dicen que está mal, otros dicen que bien. Soy de los que piensa que está normal; yo no tenía nada, a mí me cedieron esta tierra por 20 años, el Porcino me da parte de la comida y me garantiza el cerdo”, declaró a Cubadebate.
Otros calificaron de errada la estrategia de aplicar impuestos a los productores, justamente cuando el país necesita aumentar los incentivos para que exista mayor disponibilidad y variedad de alimentos para la familia cubana, “desde que pusieron en vigor dicho impuesto, desapareció la carne de cerdo barata del Estado, pero los particulares la siguen teniendo”.
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