La productividad numérica en producción porcina, definida como el número de lechones destetados por cerda y año, es una variable de una importancia económica relevante en la explotación porcina. En tal variable influyen principalmente el número de partos por cerda y año, la prolificidad, y la supervivencia de lechones durante la lactancia. En el ritmo reproductivo anual inciden la duración de la lactación, elegida por el porcinocultor, y el intervalo destete-cubrición fértil relacionado con la condición corporal de la cerda y tamaño de la camada al destete, duración de la lactación, orden de parto y factores estacionales y de manejo alimenticio y sanitario. En la prolificidad la componente genética y el manejo de la cerda durante la gestación son aspectos esenciales, mientras que en la supervivencia de los lechones durante la lactación influye un conjunto amplio de factores ligados a la cerda y a la camada y a las condiciones ambientales y tipo de alojamiento del binomio cerda-camada (Daza, 1999).
Hay factores incidentes en la productividad numérica media anual durante la vida de la cerda que han sido menos estudiados que los precitados tales como la edad a la 1ª cubrición de la cerda y los resultados reproductivos de la 1ª camada. Trabajos al respecto previamente realizados en explotación intensiva (Daza et al., 1989a, Schukken et al., 1994, Escalante–Rivero et al., 1999, Aparicio et al., 2005) han observado algunos resultados dispares. Como quiera que el adelanto de la edad de la cerda a la 1ª cubrición puede afectar a los resultados del 1º ciclo reproductivo y que tales resultados pueden influir en la vida productiva posterior de la cerda el objetivo fundamental de este trabajo es estudiar estos aspectos, pero, en este trabajo, en el escenario productivo de una explotación al “aire libre”.
Materiales y métodos
Se han controlado los resultados del 1º ciclo reproductivo y los posteriores de 535 cerdas Large White x Landrace en una explotación colaboradora de la provincia de Toledo (España). Las cerdas nulíparas se introdujeron en la explotación con 240 días de edad y con buena condición corporal con el hipotético fin de que afrontaran con éxito las condiciones de explotación al “aire libre”. La explotación se manejaba por lotes bajo una dinámica similar a la de las explotaciones intensivas en alojamiento cerrado, utilizando la monta natural. Las cerdas vacías y gestantes se alojaron en cercas colectivas con casetas protectoras y las lactantes y sus correspondientes camadas en tiendas individuales tipo “camping” provistas de barras antiaplastamiento de lechones. La alimentación de las cerdas seguía las pautas convencionales de la explotación intensiva observando un aumento del aporte energético, próximo al 15%, con el fin de satisfacer las necesidades energéticas adicionales inherentes a la actividad física y regulación térmica en todas las fases fisiológicas de las reproductoras. Ello se tradujo en un aporte medio diario de 2,2kg de pienso con 3100kcal de EM/kg, 14% de proteína bruta (PB) y 0,75% de lisina a las cerdas nulíparas durante el periodo previo a la 1ª monta, 2,8kg con 2950kcal de EM/kg, 14,5% de PB y 0,65% de lisina a las cerdas durante la gestación y 5,0kg de pienso con 3050kcal de EM/kg 16,5% de proteína bruta y 1,01% de lisina durante el periodo de lactación. Después del destete las cerdas recibieron el pienso de gestación en cantidad variable según su condición corporal al destete.
Con los datos recabados, para estudiar el efecto de la EPC sobre los resultados del 1º ciclo reproductivo, NC y PN se utilizó un análisis de covarianza de estructura:
- Yij = µ + EPCi + α CV + €ij en donde:
- Y = variables dependientes: EPC medias, LN, DG, LN, LV, lechones, LM, LD, LML, duración de la lactación (DL), 1º IDCF, intervalo entre el 1º y 2º partos (IEP), NC y PN (cerda presente desde la entrada de la cerda en la explotación hasta la fecha del último destete).
- µ = media general.
- EPC = edad a la 1ª cubrición (clases: ≤270, 271-290, 291-310, ≥311 días).
- CV = covariable LN para las variables dependientes DG y LM, LV para las variables dependientes LD y LML, DL y LD para la variable dependiente IDCF, NC para la variable dependiente PN.
- α = coeficiente de regresión parcial entre CV y las variables dependientes.
- € = error residual.
La influencia del número de lechones vivos del 1º parto sobre NC y PN se estudió mediante un análisis de varianza/covarianza de estructura:
- y = µ + LV + α CV + €ij en donde:
- Y = variables dependientes NC y PN.
- µ = media general.
- LV = efecto fijo lechones nacidos vivos en el 1º parto (≤7, 8-10 y >10).
- CV = covariable NC para las variable dependiente PN (análisis de covarianza).
- α = coeficiente de regresión parcial entre NC y PN.
- € = error residual.
Cuando alguna covariable no era estadísticamente significativa (P>0,5) se retiraba del modelo estadístico.
2 análisis de varianza adicionales fueron realizados para estudiar el efecto de la DG (<114, 114 y <114 días) sobre los resultados de la 1ª camada al parto y de la DL (≤21 versus >21 días), LD (<9 versus ≥9 lechones) y época de destete ED (octubre-marzo versus abril-septiembre) sobre la duración de 1º IDCF y diversos análisis de regresión simple y múltiple fueron realizados para relacionar las variables dependientes NC y PN con EPC, LV e IDCF.
Los resultados se expresan en medias de mínimos cuadrados considerando medias diferentes para P<0,5 y la tendencia estadística para P<0,10. Todos los análisis fueron realizados mediante el programa SG Centurión 18.0.
Resultados y discusión
De los resultados reflejados en la Tabla 1 puede inferirse que la edad a la 1º cubrición fértil no tuvo influencia estadísticamente significativa (P>0,5) sobre las variables DG, LN, LV, LM, LD, LML, IDCF y IEP. La covariable LN afectó significativamente a las variables DG y LM en el sentido que la DG se reducía al aumentar LN y LM aumentaba al incrementarse LN. La covariable LV tuvo influencia significativa sobre las variables LD y LML. El valor de LD se reducía con el aumento de LV mientras que el de LML aumentaba. En la línea de lo observado en este estudio Daza et al. (1989) encontraron que la edad al 1º parto de la cerda, entre 285 y 366 días, no tuvo influencia significativa sobre los resultados del 1º parto y lactación (LN, LV, LM y LD) ni sobre la duración del 1º IDCF, resultados análogos a los evidenciados por Aparicio et al. (2005) en lo que respecta a LV y LD, aunque otros experimentos (Brooks y Smith, 1980., Schukken et al., 1994., Escalante–Rivero et al., 1999) observaron un aumento significativo de la prolificidad en el 1º parto con el aumento de la edad a la 1ª cubrición de la cerda nulípara. Cuando la 1ª cubrición fértil acontece en celos postpuberales el nivel de ovulación aumenta y la tasa de mortalidad embrionaria disminuye debido al mayor desarrollo y preparación del sistema reproductor y a un estado hormonal de la futura reproductora más adecuado (Esbenshade et al., 1982 ., Moore, 1985). Dado que en nuestro trabajo la edad a la 1ª cubrición fértil ha sido elevada, lo más probable es que todas las cerdas nulíparas quedaron gestantes en celos postpuberales muy alejados del puberal, lo que puede explicar la inexistencia de efecto de la EPC sobre los resultados reproductivos del 1º ciclo reproductivo.
Según los resultados de la Tabla 2, el aumento de la EPC a valores iguales y por encima de 311 días redujo significativamente el NC que la cerda cumplía en la explotación, y valores de la EPC superiores a 291 días disminuyeron significativamente la PN habiéndose evidenciado un aumento significativo de PN con la variable NC introducida en el modelo estadístico, para el cálculo de la PN, como covariable. Algunos trabajos previos (Dagorn et al., 1997; Koketsu et al., 1999) observaron que un aumento de la EPC se traducía en una disminución de la vida útil de la cerda y del número de lechones destetados a lo largo de su vida productiva y, en 1 experimento más reciente, también Aparicio et al. (2005) encontraron una disminución del NC y una reducción del número total de lechones destetados a lo largo de la vida productiva conforme aumentaba la EPC, aunque, en este trabajo, los valores medios de LD por ciclo, según la EPC, fueron similares. Sin embargo, en un estudio de Daza et al. (1989a) la edad al 1º parto, entre 285 y 366 días no tuvo influencia significativa sobre los valores medios, a lo largo de la vida productiva, de las variables LN, LV, LM, LD e IDCF.
Adicionalmente, en este trabajo, hemos observado que el aumento de la duración de la gestación de le cerda nulípara redujo significativamente (P<0,05) los LN. Los LN fueron 10,19, 10,71 y 10,76 para valores de la DG de >114, 114 y <114 días, respectivamente. También Gutiérrez-Barquín et al. (1993) encontraron una disminución de la prolificidad con el aumento de la DG. Así mismo, en la duración del 1º IDCF la DL no tuvo efecto significativo (P<0,58) aunque un aumento de número de LD tendía (P<0,08) a aumentar el IDCF (16,36 versus 13,20 días para ≥9 y <9 LD, respectivamente) resultado que concuerda con el observados por Fahmy et al. (1979) en cerdas primíparas. Un aumento del tamaño de la camada al destete genera la cerda pierda más peso y más grasa durante la lactación y que se alargue el intervalo destete-celo (Reese et al., 1982), fenómeno que ocurre preferentemente en cerdas primíparas (Daza, 1999) al no satisfacer la capacidad de ingestión durante la lactancia las necesidades nutritivas de la carda. Así mismo, Daza et al. (1989b) también evidenciaron un aumento del IDCF conforme se elevaba el tamaño de la camada al destete. Además, la disminución del estímulo de tetada en camadas pequeñas deriva en un acortamiento del IDCF (Thompson et al., 1981). El IDCF tendió (P<0,10) a aumentar cuando el destete acontecía en primavera-verano frente al destete de otoño-invierno (16,52 versus 13,04 días respectivamente) resultado acorde con los encontrados por Fahmy et al. (1979), Cox et al. (1983) y Peretrello y Perestrello (1986). El estrés calórico deriva en cambios hormonales importantes: reducción de los niveles de progesterona, aumento de los de estradiol y reducción de las descargas pulsátiles de LH, que conducen a un aumento del intervalo destete-celo (Enne y Greppi, 1993).
Experimentos clásicos revisados por Vesseur et al. (1996) y Daza et al. (1999) han demostrado que duraciones de la lactación demasiado cortas o largas también alargan el IDCF. Sin embargo, en nuestro estudio la baja variación de la DL entre las 2 clases de DL consideradas (≤21 y >21 días con medias de 19,83 y 23,65 días respectivamente) probablemente haya sido la causa de no haber observado influencia significativa de dicha variable sobre la duración del 1º IDCF.
En la Tabla 3 presentamos el efecto del número del número de LV del 1º parto sobre las variables NC y PN. El NC que las cerdas cumplían en la explotación fue significativamente superior en las cerdas que en el 1º parto tuvieron más de 10 LV, mientras que la PN aumentó con el número de LV nacidos. Estos resultados concuerdan con los observados por Chapman et al. (1978), Noguera y Gueblez (1984), Quemere et al. (1985) y Daza et al. (1989a), aunque en el trabajo de Quemere et al. (1985) el incremento de la PN media se puso de manifiesto cuando en la 1ª camada se lograban más de 13 lechones nacidos. En un trabajo posterior Daza et al. (1992) encontraron que los resultados reproductivos medios de la cerda aumentaban significativamente conforme se incrementaba la prolificidad acumulada de los 2 primeros ciclos.
En la Tabla 4 puede observarse como la variable PN está relacionada exponencialmente con los LV y de forma cuadrática con el NC. Según la función cuadrática obtenida entre PN y NC se infiere que hasta el 2º ciclo de la cerda la PN disminuye con NC pero por encima del 3º ciclo reproductivo PN aumenta con el incremento del NC. El análisis de las ecuaciones de regresión múltiple de la tabla precitada ha encontrado relaciones positivas entre NC y de PN con los LV y relaciones negativas con las variables EPC y duración del IDCF, lo que corrobora los resultados obtenidos por los análisis de covarianza.
Conclusiones
Bajo las condiciones de manejo de una explotación porcina “al aire libre” y a tenor de los resultados obtenidos en este trabajo, es interesante adelantar la edad de cubrición de las cerdas nulíparas futuras reproductoras, ya que tal variable no afecta a los resultados reproductivos del 1º ciclo reproductivo y aumenta el número de ciclos que las cerdas cumplen en la explotación y la productividad numérica media anual por cerda presente. De otra parte, el efecto positivo de la prolificidad del 1º parto sobre el NC y la PN ayuda a los porcinocultores a tomar decisiones sobre la reposición y eliminación de reproductoras en el escenario productivo de la explotación.
Autores
Mateos San Juan, A.; Callejo Ramos, A.; Ovejero Rubio, I.; Ahumada Del Olmo, P.; Ahumada Gómez, Á.; Ortega De La Obra, A. y Daza Andrada, A. Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas. Universidad Politécnica de Madrid. España
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