Los consumidores exigen una carne de cerdo más asequible y sostenible que se produzca en sistemas mejorados de bienestar animal. Este fue el contexto identificado por el Grupo Operativo Holandés “Data driven project”. Los socios han desarrollado un concepto de granja piloto en el que los cerdos son monitoreados en tiempo real mediante sensores para que el entorno se pueda adaptar a sus necesidades.

“¿Qué es lo que quiere un cerdo?” Esta es la pregunta que se hicieron los socios del proyecto. Frank Wind, del proyecto, explica: “Asegurar que los cerdos estén contentos es el núcleo de nuestro proyecto. Pero ¿qué hace feliz a un cerdo? A los cerdos les encanta hozar, les gusta construir su propio nido y estar en grupo. Son animales ordenados y les gusta la limpieza”.

Este GO tenía como objetivo diseñar un nuevo concepto de granja que pudiera satisfacer estas necesidades. La industria porcina Het Familievarken lidera el GO, que se enfoca en mejorar el bienestar animal, los costos y ganancias para el ganadero, y el impacto en el entorno en términos de emisiones. Se asociaron con investigadores del Grupo de Fisiología de Adaptación de la Universidad de Wageningen, que trabajan en el bienestar animal, así como con especialistas en tecnología, una granja porcina, una empresa de nutrición animal y un consultor en TI sobre comportamiento animal. También participaron arquitectos y expertos en construcción.

Los socios conceptualizaron y construir una granja piloto para 48 cerdas, cada una con 29 cerdos para sacrificar por año, el objetivo es que cada cerda pueda mantener su propia vida sana, larga y productiva con camadas más pequeñas. Según Frank Wind, “la granja ofrece numerosas ventajas para los cerdos, ya que crea un entorno de vida sano y agradable”. Por ejemplo, desde arriba se esparce comida a intervalos regulares sobre el suelo arenoso. Esto significa que los cerdos pueden estar constantemente buscando comida y nunca se aburren. Los granjeros proporcionan paja a los cerdos y otros materiales para que puedan construir sus propios nidos y proporcionar condiciones óptimas para el parto. En términos de higiene, cuentan incluso con 2 tipos diferentes de baños, uno para orinar y otro para defecar. Gracias a esta recogida selectiva se evita la formación de amoníaco y “aprovechamos el comportamiento natural de los cerdos. Necesitan un lugar seguro para ir al baño en cuanto a postura y prefieren estar lo más lejos posible de donde les sirven la comida. Hemos notado que esta característica de la granja reduce una enorme cantidad de estrés para los cerdos”.

Otra parte importante del sistema es que las cerdas preñadas se agrupan en pequeños grupos 4. “Las cerdas se apoyan unas a otras y alimentan a los lechones al mismo tiempo. Juntas, las madres enseñan a sus crías a buscar, comer e ir al baño”. Frank explica: “Los cerdos son animales sociales por naturaleza y son mucho más felices viviendo en un grupo de apoyo”.

Además de estas características de la granja, cada cerdo tiene un crotal digital para que los ganaderos puedan seguir su comportamiento. El entorno de la granja se basa en “un sistema de autoaprendizaje basado en datos”, lo que significa que el ganadero puede ajustar ciertos elementos de acuerdo con los resultados de la recopilación y el análisis de datos y las necesidades de los animales, un “alojamiento de animales con autoaprendizaje”. Las crotales cuantifican la posición, velocidad y dirección del animal dentro del establo. Estos datos están etiquetados con observaciones de expertos y un algoritmo predice el comportamiento de los cerdos en tiempo real. Un sistema separado monitorea el clima y otros datos contextuales y el granjero puede verificar la información sobre la salud y los animales a través de una aplicación de teléfono inteligente. También se recopilan datos sobre piensos, sacrificios, genéticos y uso de energía. Por ejemplo, el proyecto está trabajando en un sistema de alimentación basado en las necesidades individuales de los animales, donde hay un sistema de pesaje continuo y un circuito de retroalimentación para regular la ingesta de alimento.

Esta granja es una versión de prueba iniciada en 2019 en Venhorst Noord-Brabant, Países Bajos. Este es un lugar donde los ganaderos pueden experimentar, aprender y mejorar. En diciembre de 2022 se organizó un simposio para compartir resultados. Las demandas de la sociedad están cada vez más a favor de aumentar los estándares de bienestar animal, solicitando indicadores y métodos de seguimiento más estrictos, así como nuevos sistemas de etiquetado y certificación. La UE avanza hacia la prohibición de los animales de granja enjaulados, a través de una propuesta de legislación revisada que se presentará a finales de 2023 como parte del Pacto Verde y la Estrategia de la granja a la mesa. “Este Grupo Operativo fue diseñado teniendo en cuenta este contexto. El proyecto, que es la fase piloto, ya finalizó y hay planes para construir una 2ª granja este año para probar el concepto en una situación de granja comercial. Hemos recibido mucha atención de compañeros del sector  y nos gustaría compartir nuestros resultados lo más ampliamente posible para que puedan difundirse en todo el país y más allá”, dice Frank.

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