La Lonja de Salamanca reflejó una nueva subida del porcino ibérico, que sigue al alza debido a la escasez de cochinos en el mercado y a que los industriales bajan el nivel de matanza porque no encuentran materia prima.

El porcino ibérico sigue disparado en la Lonja de Salamanca, sencillamente porque es lo que toca. La escasez de producto en el mercado y la elevada demanda provocan un aumento en el precio, cumpliendo a la perfección las leyes de un mercado que nunca engañan.

Así las cosas, en el transcurso de la mesa y debido a la escasez de cochinos en el mercado y a la demanda por parte de los industriales, no había otra opción que seguir con una subida generalizada de los precios por undécima semana consecutiva. El sector industrial, como siempre, tiró hacia abajo de los precios, mientras que los ganaderos hicieron todo lo contrario, quizá con más razón.
Así, los primeros demandaron 0,01 euros de subida para el cebo y el cebo de campo y los segundos entre 0,05 y 0,06 euros al alza, para una subida final de 0,03 euros por kilogramo. Los lechones aumentaron su valor 0,06 euros y los tostones 1 y 2 euros en función de su peso.

Además, en la mesa de porcino ibérico volvió a surgir la polémica sobre el peso de los cochinos en el matadero, reconociendo que muchos de ellos se matan fuera de los pese que marca la Norma del Ibérico, nada nuevo por otro lado, ya que es una práctica que se lleva ejecutando toda la vida en este sector.

Por su parte, en el porcino blanco, bajada de 0,04 euros para los cerdos selecto y normal, 0,03 para el graso y repetición para las cerdas. Los lechones aumentaron un euro su valor, al igual que los tostones.

José Luis González, miembro de la mesa de porcino de la Lonja de Salamanca hizo alusión a la tremends bronca de hace dos semanas que le costó una amonestación. “No cobro un duro por estar aquí; ojalá encuentren a alguien que me sustituya”.

José Luis González es genio y figura… y una vez más lo volvió a demostrar en la mesa de porcino de la Lonja de Salamanca. Y es que, el vocal del sector productor respondió ante el aviso que le dieron desde las altas esferas por la polémica suscitada por su bronca de hace dos semanas en la que cargó duramente contra el asesor, José María Guinaldo.

“Me dan igual las tarjetas rojas; si me tengo que ir de la mesa de porcino, me voy. Llevo aquí muchos años y no me llevo un duro. Si alguien encuentra a un sustituto para mí, me voy encantado”, aseveró González.

Así las cosas, la calma tensa sigue en la mesa de porcino ibérico pese a la ausencia de uno de los protagonistas, el asesor, José María Guinaldo.

Fuente: Tribuna Salamanca

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