Decenas de ganaderos e industriales analizaron ayer el presente y los retos de futuro del sector del cerdo ibérico en unas jornadas organizadas por Asaja Córdoba y la Fundación Caja Rural del Sur.

Las jornadas permitieron una puesta en común entre todas las partes implicadas, también las administraciones, en un sector que busca desde hace tiempo la diferenciación a pesar de las dificultades. Por ello, se habló en profundidad de la implantación de la Norma de Calidad y los ganaderos y profesionales pidieron el cumplimiento de esa norma para precisamente permitir que esa diferenciación llegue sin trampa al consumidor.

En ese sentido, el director general de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Fernando Burgaz, dejó claro que la norma no va a ser revisada en un futuro cercano a no ser que el sector por unanimidad decida hacerlo.

Misma etiqueta, distinta pureza

A pesar de que los datos hablan de un ascenso en la producción de ibérico puro de bellota desde que en 2014 se impusiera los criterios de calidad, lo cierto es que para muchos esto es insuficiente y existe una necesidad de «poner a cada cosa su nombre».

En esa línea se expresó el secretario de la DO Los Pedroches, Juan Luis Ortiz, que apuntó que «nos seguimos flagelando hablando de la exigencia de los cerdos de bellota, pero la bellota es lo que es y los grandes números están en otros sitios».

Ortiz puso en duda el incremento de producto cien por cien ibérico y argumentó que esa subida de cifras se debe a que «tenemos un desfase entre la oferta y la demanda y cuando todo se ajuste y empiecen a salir otras cuestiones vamos a ver lo que ocurre porque al final el cruzado de cebo es el gran sector».

«El problema es que hay dos sectores y los hemos metido bajo una misma marca y eso crea tensiones, no es lo mismo un cerdo de bellota cien por cien ibérico que cochinos de cebo cincuenta por ciento ibéricos y esa diferenciación hay que dejarla clara», explicó.

El Ministerio insta a proteger el término ibérico fuera del país

El director general de Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Fernando Burgaz, animó ayer a los productores y a los industriales a llegar a acuerdos para buscar fórmulas de protección del término ibérico a nivel internacional ya que, «más allá de las denominaciones de origen, cualquier productor, a partir de animales de genética ibérica, puede emplear ese término o el de bellota, sin ampararse en figuras de calidad», situación que ya ha ocurrido en Japón o en Texas.

En las Jornadas de Ibérico organizadas por Asaja en Villanueva de Córdoba, Fernando Burgaz insistió en que debe ser el sector quien adopte estas iniciativas porque «el papel de la Administración se limita en estos casos a acompañar o canalizar el acuerdo». En cuanto a las fórmulas de protección, se refirió a la puesta en marcha de una Indicación Geográfica Protegida o bien «la alternativa rápida» de registrar como marca de certificación en los países que interese.

Desajuste en la carga ganadera

Asimismo, han explicado que en el Real Decreto 4/2014 que regula la norma de calidad para la carne, el jamón, la paleta y la caña de lomo ibérico, se estableció un “modelo de asignación de carga máxima de cebo de ganado porcino en la dehesa en función de la cobertura de arbolado”. Sin embargo, han añadido que han existido “importantes desajustes de este modelo con la realidad, por lo que habría que abordar unas líneas de trabajo para mejorar su ajuste”.

En el Valle de Los Pedroches se sitúan algunas de las mejores dehesas de España, con una elevada densidad de encinas, pero, a pesar de ello, “muchas explotaciones se quedan por debajo del 30 por ciento de SAC y por lo tanto se quedan por debajo de un cerdo por hectárea”.

De este modo, se ha expuesto que el método utilizado para la determinación de la fracción de cabida cubierta es un método de determinación genérica que “no ha podido técnicamente tener en cuenta la calidad y sobre todo el potencial productivo de las quercinias”.

Por ello, se ha destacado que “es muy importante diferenciar si el arbolado de la parcela es predominantemente encinas, alcornoque o quejigo, ya que la producción de bellota no es la misma o si se trata de una dehesa cuidada, en la que las encinas se podan para que la producción de bellota sea mayor e incluso dependiendo del año se tratan fitosanitariamente para combatir plagas que podrían disminuir la producción”.

Fuente: Diario Córdoba

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