Un grupo de productores de cerdo ibérico se han reunido en el Centro de Negocios Exitus Segovia para buscar soluciones que proporcionan la oportunidad de conjugar la edad del lechón, el tiempo de cebo y el peso final del cerdo al sacrificio.

Muchos de los ganaderos no están de acuerdo con la actual norma, dado que se sale de la realidad del cebo del ibérico y supone además un coste adicional en tiempo y gastos finales, con las pérdidas económicas que esto supone.

El veterinario italiano Romano Cadiola ha marcado unas directrices de alimentación para poder corregir estas diferencias y conjugar así la edad del lechón, el tiempo de cebo y el peso final del cerdo al sacrificio.

La actual norma del ibérico supone que un cochino ibérico se sacrifica con un peso en vivo entre los 155 y los 160 kilogramos, y con una edad no superior a los 10 meses de vida. Esto supone un cambio en la forma de cebar cerdos ibéricos y es por lo que Romano Cadiola y Miguel Ángel Fernández convocaron al sector de los ganaderos de porcino ibérico de Segovia para proponer y presentar una forma distinta de cebar y alimentar al cochino ibérico entre los 23 y los 160 kilogramos.

De este modo analizaron cómo poder adecuar el cebo y el cochino a la fecha y al peso que la Administración propone.

Según se puso de manifiesto en el encuentro de los profesionales, existe una vía de solución si la Administración regulara una norma adecuada a la edad del cerdo ibérico y peso final. Con la actual forma tradicional de alimentar el cerdo esto no se puede cumplir puesto que el cerdo se pasa de tiempo y de peso.

El veterinario italiano Romano Cadiola, profesional afincado en Segovia y experto en el sector del porcino ibérico y blanco durante más de ocho años de trabajo, ha encontrado posibles soluciones.

Fuente: El adelentado

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