Encinal, Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa, ha presentado una batería de alegaciones al proyecto de Decreto por el que se aprueba el Plan Director de las Dehesas de Andalucía, propuestas con las que espera contribuir al que es su objetivo primordial desde que el foro se formase en 2007: la búsqueda de soluciones al grave problema de la Seca, la mejora de la rentabilidad de la dehesa como continente imprescindible e inigualable de sectores económicos como la ganadería del ibérico o la producción de corcho y por supuesto, la conservación desde el punto de vista medioambiental de un ecosistema único y exclusivo de la Península Ibérica que alberga especies animales y vegetales de gran valor.
Por ello, lo primero que solicita Encinal es ser incluida como miembro de pleno derecho en el Consejo Andaluz de la Biodiversidad. El foro ya realizó esta petición en el año 2012, pero la Consejería de Medio Ambiente comunicó que no era posible por estar ya asignados todos los cargos. Ahora, dado que el proyecto de Decreto por el que se aprueba el Plan Director de las Dehesas de Andalucía modifica el anterior Decreto regulador de la composición del Consejo Andaluz de la Biodiversidad, Encinal solicita de nuevo su inclusión en este organismo, y justifica su petición en el hecho de que representa a más de una treintena de entidades que dependen de este ecosistema, por su papel determinante en la promoción de hitos como la Ley de la Dehesa o la Ponencia de la Dehesa en el Senado o por haber emprendido iniciativas que han contribuido decididamente a la conservación de este ecosistema como la colocación de cajas de biodiversidad, entre otras.
“La transversalidad y representatividad de Encinal suponen, por tanto, un valor que contribuiría muy positivamente al funcionamiento del Consejo, aunque el foro considera que este no es el foro más adecuado para tratar los problemas de la dehesa, puesto que pasaría a depender de la Consejería de Medio Ambiente, un sinsentido teniendo en cuenta que la dehesa es más ganadera que forestal y que se han producido no pocos casos en los que las directrices marcadas por Medio Ambiente chocan abiertamente con las actuaciones que necesitan las dehesas como ecosistema generado a partir de la simbiosis entre el hombre, el ganado y la propia naturaleza”, señalan desde el Foro.
Por ello, Encinal considera que debería existir un órgano exclusivo para tratar los asuntos relativos a este ecosistema y en él debe estar convenientemente representado el sector privado, que “al fin y al cabo es el que sostiene el 90% de la superficie de dehesa peninsular”.
Pero además, el foro advierte en sus alegaciones de una serie de carencias que a su juicio presenta un documento tan importante en el futuro de la dehesa, como “la escasa presencia de un compromiso firme por parte de la administración para que las estrategias de actuación sean verdaderamente una herramienta con un cumplimiento efectivo y no un rosario de propuestas más bienintencionadas que efectivas”. Para Encinal, el principal objetivo del Plan Director ha de ser la erradicación de la Seca y lo importante es poder materializar y ejecutar las medidas encaminadas a conseguir ese fin.
“Para ello, además, el documento debería incluir un capítulo presupuestario suficiente y en el que se detallen las directrices a las que se van a destinar los fondos, algo que no queda claro en el borrador, como tampoco se especifica qué pasará a partir de 2020, cuando expire la vigencia de la dotación planteada, considera Encinal.
Por último, el Foro para la Defensa y Conservación de la Dehesa, Encinal, incluye en sus alegaciones una serie de cuestiones que considera que están mermando la sostenibilidad de la dehesa entendida como sistema medioambiental y de producción. Así, “al avance de la Seca y la alarmante deforestación que está provocando, se suman la falta de relevo generacional, las enfermedades del ganado bovino y porcino contagiadas por especies silvestres como el ciervo o el jabalí, la ausencia de consideración de los agricultores, ganaderos y propietarios como agentes implicados en la investigación –lo que provoca que esta presente un serio déficit de carácter práctico-, y los perjuicios que la reducción de superficie legible por la aplicación del Coeficiente de Admisibilidad de Pastos ocasiona ya que la información cartográfica usada no refleja la realidad del terreno y limita el acceso a todo tipo de ayudas que podrían contribuir decididamente a un mejor mantenimiento de la superficie de dehesa”, concluyen.
Fuente: Agro diario Huelva