La Junta Directiva de IBERAICE, agrupación que representa a la industria del cerdo ibérico dentro de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), ha celebrado un nuevo encuentro online con objeto de abordar los principales problemas que atraviesa este colectivo empresarial como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por la Covid-19, la caída del turismo y las graves dificultades de la hostelería y restauración, lo cual afecta directamente al sector ibérico, tan vinculado al canal Horeca.
Por ello, los miembros de la Junta Directiva consideraron necesario habilitar ayudas directas a las industrias del cerdo ibérico, así como la realización de campañas de promoción para incentivar el consumo de cara a la campaña de Navidad.
En el encuentro participó la subdirectora general de Promoción de los Alimentos de España, Purificación González, a quien se le trasladó la problemática del sector y la necesidad de medidas e iniciativas en apoyo del sector del ibérico. La subdirectora anunció que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) pondrá en marcha, de forma inminente, una serie de campañas de promoción en las que el sector ibérico tendrá un especial protagonismo.
Por un lado, informó sobre una primera campaña genérica sobre los productos españoles, con mención especial a los productos ibéricos, una segunda dirigida a la promoción de figuras de calidad diferenciadas (DOP, IGP, ETG) y otra específica para el jamón ibérico, que empezará a primeros de diciembre, enfocada en la campaña navideña.
Aunque la Junta Directiva de IBERAICE destacó la positiva evolución de las exportaciones, principalmente de las carnes del ibérico, dirigidas a la Unión Europea y al Sudeste Asiático, especialmente a China, trasladó la importancia de continuar impulsando el comercio exterior, especialmente de productos de alto valor añadido, como son los productos derivados del ibérico.
Se puso en valor que este sector se caracteriza por su importancia económica y social, además de su capacidad para generar riqueza, cohesión territorial y empleo rural. Por ello, de no paliar las dificultades de la industria, estas acabarán afectando al conjunto del sector, ganaderos y mataderos, lo que generará una grave crisis sectorial.
Por su parte, la Junta Directiva valoró las acciones de promoción llevadas a cabo por la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), que ha colaborado con 2.400 establecimientos de hostelería y comercio minorista de carne, ofreciendo entre sus clientes un millón de tapas de jamón ibérico.
Igualmente, la Directiva de IBERAICE expresó su apoyo al desarrollo de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) para los productos del ibérico. Ello comportaría importantes ventajas como la de limitar su elaboración al territorio peninsular exclusivamente, conferir derechos de propiedad intelectual y permitir su protección a nivel internacional mediante los tratados y acuerdos comerciales.
Finalmente, se revisó el Protocolo de Certificación, que concreta los aspectos que las entidades de certificación deben verificar en las auditorías que efectúan a las empresas para comprobar que cumplen la Norma de Calidad aprobada por el Real Decreto 4/2014. En este sentido, la Junta Directiva rechazó las cargas y costes administrativos que el nuevo texto puede representar para las PYMES, en un momento especialmente complicado.
La industria cárnica, comprometida con la reconstrucción de España
La industria cárnica española se consolida, un año más, como el sector de mayor importancia dentro de la industria de alimentación y bebidas; con una cifra de negocio de 26.882 millones de euros, lo que supone el 22,6% de todo el sector alimentario español.
Así lo muestran los datos de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), que pone en valor que estos casi 27.000 millones de euros de facturación, posicionan a la industria cárnica en el 4º lugar de todos los sectores industriales de nuestro país, solo por detrás de la industria automovilística, la industria del petróleo y los combustibles y la producción y distribución de energía eléctrica.
Además, cabe destacar que el empleo sectorial directo, derivado de las empresas cárnicas, es de 97.076 trabajadores, que desarrollan su actividad principalmente en zonas rurales; representando el 23,8% de la ocupación total de la industria alimentaria española.
El sector cárnico está compuesto por un tejido industrial de unas 2.800 empresas, entre las que se encuentran mataderos, salas de despiece e industrias de elaborados, con una base muy importante de pequeñas y medianas empresas de accionariado familiar, a la vez que se han consolidado también grandes grupos empresariales, algunos de ellos líderes a escala europea.
Gracias al papel de la industria cárnica, constituida principalmente por pymes ubicadas en zonas despobladas, se consigue mantener la actividad económica en territorios donde pocas industrias más pueden hacerlo, logrando evitar el despoblamiento, contribuyendo también a generar riqueza, cohesión territorial y empleo.
La producción española de carnes, en aumento
La producción de carne en España alcanzó una cifra récord en 2019, registrando un total de 7.248.529 toneladas de carne, lo que supone un incremento del +3,1% en comparación con 2018, según los datos de la encuesta de sacrificio de ganado del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Del total de la producción, la carne de porcino sigue siendo la principal categoría en 2019, con un total de 4.627.179 toneladas, representando un crecimiento del 2,1% con respecto al 2018 y el 84,4% de las carnes producidas en nuestro país.
España se ha convertido en el 4º productor de carne de porcino, con un 4,1% de la producción mundial, y es el 2º país europeo en producción, que representa el 19% del total de la Unión Europea.
En lo que respecta a la producción de elaborados cárnicos, España se sitúa en 4º lugar en la Unión Europea con más de 1,4 millones de toneladas anuales, solo por detrás de Alemania, Italia y Francia.
La industria cárnica, 1º sector exportador de la industria agroalimentaria española
El año 2019 fue un éxito para las exportaciones españolas, con un total de 2,71 millones de toneladas de carnes y productos cárnicos exportados por valor de 7.555 millones de euros a mercados de todo el mundo. Esto supone una balanza comercial del 657%, con un crecimiento del 26% en facturación exterior y un 15,1% en volumen, lo que significa que se exportaron productos de más valor añadido y a mejores precios.
El sector porcino tiene mucho que ver con estas cifras globales, ya que España se ha convertido en 3º exportador mundial de cerdo, por detrás de EE.UU. y Canadá, superando a Alemania. De hecho, en 2019 se exportaron 1.723.129 toneladas de carne de cerdo por valor de 4.582 millones de euros, representando un crecimiento del 34,4% en valor y un 13,1% en volumen.
Del mismo modo, los productos elaborados vieron aumentadas sus cifras de exportaciones. En total, se exportaron 208.121 toneladas (+2,7%) por valor de 1.376 millones de euros (+2,3%).
Los datos muestran el positivo comportamiento y aportación de la industria cárnica a la economía y sociedad española, gracias al crecimiento de la producción como consecuencia del buen ritmo de las exportaciones a mercados extracomunitarios.
El consumo de carne y elaborados cárnicos, dentro de los parámetros de una dieta equilibrada
Los niveles de consumo de carne en España son los adecuados para una alimentación segura, equilibrada y variada. Además, el consumo de carne y productos cárnicos en nuestro país es inferior a los máximos recomendados por los organismos oficiales para una alimentación saludable.
Estudios científicos concluyen que las recomendaciones actuales de consumo, en torno a las 2-4 raciones semanales, se pueden mantener para un patrón de alimentación segura. En España, el consumo diario se adapta a dichas recomendaciones, ya que se consumen aproximadamente 50g/día de carne y alrededor de 35g/día de productos cárnicos, según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
La carne forma parte de la Dieta Mediterránea, una de las más recomendables del mundo, en la que se incluyen todos los grupos de alimentos. Por ello, incluir la carne y productos cárnicos en la dieta es considerado como un hábito de vida saludable, siguiendo siempre las recomendaciones de los expertos de nutrición y acompañado de un estilo de vida activo.
Por todo esto, en base a la evidencia científica actual y a los datos de consumo, la inclusión de la carne y los productos cárnicos en la dieta, en cantidades como las consumidas entre los españoles, se considera moderada y segura. Además, gracias a sus proteínas de alto valor biológico, vitaminas y minerales, se consigue un correcto desarrollo del organismo y estado de salud y bienestar. La relación entre el consumo de carne y la salud no deja de ser una cuestión de equilibrio.
Los retos futuros de la industria cárnica
La industria cárnica se enfrenta a retos importantes, como continuar impulsando las exportaciones de productos de valor añadido que nos diferencian de los competidores en los mercados internacionales, como son los jamones ibéricos y serranos, así como trabajar en acelerar el ritmo y posibilidades del vacuno y ovino en su camino de internacionalización en mercados extracomunitarios.
El compromiso de la industria cárnica con la recuperación socioeconómica de España es claro, aunque la problemática generada por el COVID-19, que ha implicado inversiones en las empresas, la caída del turismo y las dificultades en la hostelería y restauración, suponen un reto para este sector industrial. Pese a que sean un hándicap para afrontar el futuro con optimismo, las empresas cárnicas abordan la situación con energía en los próximos meses.