Los caracteres relacionados con la eficiencia reproducti­va y la aptitud maternal son de gran importancia económica. Cuando hablamos de caracteres reproductivos o maternales en porcino nos referimos a una serie de caracteres que cuantifican la capacidad de destetar camadas grandes con un peso óptimo al destete. Estos caracteres están relacionados entre sí, de modo que el número de lechones destetados depende fundamen­talmente del tamaño de la camada al nacimiento (en concreto el número de nacidos vivos) y de la homogeneidad de la misma, y a su vez el tamaño y homogeneidad de la camada dependen de varios factores, esencialmente la tasa de ovulación y la supervivencia embrionaria y fetal (Distl, 2007), que a su vez dependen de facto­res genéticos y ambientales, y entre estos últimos principalmente la alimentación, el estrés y facto­res congénitos como los epigené­ticos. Muchos caracteres son difíciles de medir, y por eso los estudios en este área se suelen centrar en aquellos que sí pode­mos medir, como los lechones nacidos totales (NT), los nacidos vivos (NV) o los destetados totales (DT), y además son interesantes el peso total de la camada al nacimiento y al destete. Todos estos caracteres se refieren a la hembra. Además se puede evaluar el peso individual de los lechones al nacimiento (PNA) o al destete (PD); este último es un buen indicador de la producción lechera de la cerda. La importan­cia de todos estos caracteres radica en que sin unas buenas capacidades reproductivas no tiene sentido la mejora de otros caracteres. Tal es así que, en la especie porcina, donde la selec­ción se basa principalmente en el desarrollo de líneas genéticas, las grandes empresas dedicadas a la venta de reproductores han dedicado sus mayores esfuerzos a la creación y desa­rrollo de líneas con altas capacidades reproductivas y maternales, y las difunden bien mediante la venta de marranas jóvenes para cría o mediante la venta de semen de verracos con valores genéticos elevados para estos caracteres. Si bien en la raza ibérica la heredabilidad de estos caracteres reproductivos es baja (Corral et al. 2010) sí es susceptible de mejora, como ha ocurrido en otras razas (Chen et al., 2003). Así, en este artículo vamos a describir estos caracteres en el cerdo ibérico y a compartir los resultados obtenidos en la última valoración genética de ellos para la actualización de su programa de selección oficial, así como discutir estos resultados con el fin de desarrollar estrategias para poder mejorar más eficientemente estos caracteres.

El número de lechones nacidos totales por parto (NT): Es en número de lechones totales (vivos+muertos) que se producen en un parto. Es un carácter que, a pesar de tener una baja heredabilidad, es el que mejor responde a la selección genética. Además de las componentes genéticas, como serían la tasa de ovula­ción y capacidad uterina de la cerda, también tiene una influencia ambiental importante, ya que si las cerdas no se alimentan adecuadamente durante el 1º tercio de la gestación, o están sometidas a un estrés elevado, se pueden producir más reabsorciones embrionarias de las normales y reducirse considerable­mente el número de lechones nacidos. Además, estos factores negativos pueden influir también durante el resto de la gestación, haciendo disminuir la homoge­neidad de la camada o aumentar el número de fetos muertos y reabsorbidos, de fetos momificados, o de lechones nacidos muertos (mortinatos), como describiremos al referirnos a los siguientes caracteres. Como hemos indicado, NT es un carácter que responde bien a la selección, por eso hay que tener cuidado, ya que si se aumenta demasiado se producen lechones de poco peso al nacimiento, puede aumentar la mortalidad perinatal, e incluso, si se produce una fuerte competencia por el alimento (la leche materna), la mortalidad hasta el destete puede ir en aumento, reduciéndo­se el número de lechones destetados y también su peso al destete. Es por tanto un carácter importante para la selección genética, pero debe ir acompañado de la mejora de otros caracteres para que la selección sea efectiva. En el cerdo ibérico, donde las hembras tienen única­mente 10 mamas, de las que, además, 2 suelen ser poco funcionales, incre­mentar de manera intensiva el número de lechones (NT) puede resultar poco eficaz por un incremento de la mortalidad pre­-destete.

El número de lechones nacidos vivos por parto (NV): Es en número de lechones nacidos vivos, y se calcula como el número de nacidos totales menos los nacidos muertos o que mueren en las primeras 24 horas de vida. Es un carácter que tiene una baja heredabilidad y una menor respuesta a la selección que NT, ya que tiene una gran componente no genéti­ca difícil de medir. Este carácter está más condicionado por la alimentación de la cerda, más frecuentemente en el último tercio de la gestación, y por el grado de estrés especialmente en ese momento, ya que es frecuente que se produzcan muer­tes fetales al final de la gestación o nazcan lechones débiles que suelen morir en el parto o en las primeras 24 horas de vida. La mejora de este carácter es interesante debido a que con ella se puede aumentar el número de lechones viables, así como el número de lechones destetados, de ahí su importancia económica.

El número de lechones destetados (OT): Es en número de lechones desteta­dos por cerda y parto, igualmente es un carácter de muy baja heredabilidad y su mejora directa es dudosa. Depende del número de lechones vivos y de la capaci­dad maternal de la cerda, en concreto su producción lechera. Sí se mejora el núme­ro de nacidos vivos y la producción de leche de la cerda de forma indirecta se mejoraría el número de lechones desteta­dos. Así pues, hay que valorar qué estrate­gia de mejora sería la más interesante en la raza ibérica para que se incrementara el número de lechones destetados.

El peso de los lechones al naci­miento (PN): El peso de los lechones al nacimiento es un carácter sencillo de medir pero complicado de implementar, ya que implica mucho trabajo para el ganadero, por eso hay que sopesar muy bien la motivación. Pero a diferencia de los anteriores, este carácter tiene una heredabilidad media, lo que permite la selección para este carácter. Sin embargo, si se aumenta el peso de los lechones al nacimiento se podría hacer disminuir el número de lechones nacidos, o también incremen­tar la variabilidad del peso al nacimiento, provocando que hubiera lechones de elevado peso y otros de bajo peso, lo que no sería deseable desde el punto de vista productivo. Sin embargo, medir este carácter podría resultar valioso sí se quiere realizar una selección canalizada, o lo que es lo mismo, seleccionar en contra de la varianza (indicador de la heterogeneidad) del peso al nacimiento. Esta estrategia ha dado muy buen resultado en la mejora de los conejos, y sí se producen camadas más homogéneas de lechones se reduciría su mortalidad y por tanto se incrementaría el número de lechones destetados. Por ello sería interesante evaluar esta posibilidad, aunque, como ya se ha indicado, eso implicaría identificar (crotalizar) y pesar todos los lechones de cada camada en las primeras 12 horas de vida, lo que tiene un importante coste económico.

El peso de los lechones al destete (PO): Este carácter tiene una heredabilí­dad medía, no es complicado de medir, y además es uno de los más importantes para evaluar la actitud maternal de una cerda, junto con el número de lechones destetados, ya que es un buen indicador de su producción lechera, pues los lecho­nes suelen consumir casi exclusivamente leche materna durante la lactación. Y es que, en definitiva, mejorar los caracteres maternales implica destetar el mayor número posible de lechones al mejor peso individual posible. Este carácter depende mucho del número de lechones desteta­dos, ya que al aumentar el número de lechones destetados se suele reducir el peso individual al destete, por eso muchas veces se trabaja con el peso de la camada al destete o se ajusta por el número de lechones destetados.

Metodología

Los resultados que se van a pre­sentar se corresponden con una valoración genética para los caracteres (NV, DT, PNA, PO) realizada con metodología BLUP utilizando el software WOMBAT (Meyer, 2007). Los efectos fijos que se ajustan en el modelo son el grupo de contemporáneas, que se define como el efecto del rebaño, año y estación de nacimiento y la edad de la cerda al parto para NV y NT, y se incluye además el efecto del sexo para los caracteres PNA y PO, por medirse directamente en el lechón. Las soluciones para animales, efectos fijos y componentes de varianza proceden de un modelo animal con efecto de ambiente permanente:  y=Xb+Za+Sap+e donde:

  • y = vector de observaciones.
  • X = Matriz que relaciona las observacio­nes con los efectos fijos en b.
  • b = Vector de las contribuciones de los efectos fijos para grupo de contemporá­neas (Rebaño-año-estación), edad de la cerda y sexo del lechón si procede (sólo para PNA y PO).
  • S = Matriz que relaciona las observacio­nes con las clases de ap (ambiente permanente).
  • p = Vector de las contribuciones de los efectos de ambiente permanente.
  • Z = Matriz de incidencia que relaciona las observaciones con las clases en a.
  • a = Vector de la contribuciones de los efectos genéticos aditivos aleatorios.
  • e =Vector de los efectos residuales (errores).

Resultados

En la Tabla 1 se describen las medias actuales para estos caracteres en la raza ibérica. Se observa que la media del número de lechones nacidos vivos es de 6,85 y la de lechones destetados es de 6,39. Ya que la cerda ibérica suele poseer 8-10 mamas útiles, estos resultados deberían de ser mejorado, tanto en número de nacidos como en el de desteta­dos. Si, como ejemplo, se evalúan 10 ganaderías consideradas como seleccio­nadoras para el carácter nacidos vivos (NV), según se describe en la Tabla 2, se observa que hay una variabilidad impor­tante entre ganaderías, lo que indica que aquellos ganaderos que han trabajado para mejorar los caracteres reproductivos han conseguido cierto progreso genético, por lo que la raza en conjunto debe seguir trabajando activamente en la mejora para estos caracteres. Por otra parte, las medias de los caracteres para peso al nacimiento y al destete (Tabla 1) nos indican unos pesos aceptables al naci­miento (1,32kg), por lo que, en este caso, habría que trabajar quizá de forma indivi­dual con aquellas ganaderías que presen­ten problemas específicos de peso bajo para este carácter. Y en cuanto a la media para peso al destete (8,10 kg), teniendo en cuenta que se tipificó a 45 días de edad del lechón, es claramente baja, ya que eso significa entonces que la ganancia media diaria es aproximadamente de 150gr ((8, 10-1,32)/45). En consecuencia, hay que seguir trabajando en mejorar este carácter, que además, como hemos dicho anteriormente, es un indicador de la producción lechera de la cerda, y además tiene una heredabilidad media, por lo que podemos esperar una respuesta temprana.

Por otra parte, como se describe en la Tabla 3, la edad de la cerda es un efecto que influye en alguno de estos caracteres, siendo por ejemplo las cerdas de 2-3 años las que presentaron un mayor número de lechones nacidos vivos, disminuyendo el número considerable­mente para aquellas cerdas mayores de 5 años. Igualmente son las cerdas de 2-3 años las que presentan el número mayor de lechones destetados, que igualmente disminuye progresivamente con la edad. Curiosamente, con respecto al peso de los lechones al nacimiento, las cerdas jóve­nes de entre 1 y 2 años son las que tienen lechones menos pesados al nacimiento y después la edad de la cerda no influye en este carácter, pero si influye la edad de la cerda en el peso de los lechones al destete, siendo las de 2-3 años las que destetan lechones más pesados, aunque a partir de 5 años se reduce el peso de los lechones al destete.

Por tanto, una buena práctica, como ya se viene haciendo por parte de muchos ganaderos, es desechar las cerdas a los 5 años de edad y sustituirlas por marranas más jóvenes, que sería recomendable que estuvieran mejoradas para estos caracteres, para lo cual deberían de proceder de ganaderías con medias superiores para ellos.

En la Figura 3 se representa los factores que influyen en el crecimiento o en el peso de los lechones al destete. Este carácter depende del valor genético directo de los padres para crecimiento, del valor genético materno de la madre para producción de leche (carácter que transmi­ten padres y madres pero que expresan solo las hembras durante la lactancia), de la magnitud de la covarianza directo­-materna y del efecto de ambiente perma­nente (aquellos efectos ambientales comunes a todos los cerdos de una misma madre).

Conclusiones

  • Dados los valores medios de los caracteres reproductivos NV y DT muy por debajo de las medias de otras razas, para la raza ibérica debe considerarse como prioritaria la selección para estos caracte­res.
  • Hay una gran diferencia entre ganaderías para caracteres reproducti­vos.
  • A partir del 4º año de edad de la cerda disminuye el número de lechones (NV y DT) y el peso al destete. Sin embar­go, la edad de la cerda ibérica no influye en el peso al nacimiento de sus lechones.
  • Con respecto al peso al nacimien­to, no hay grandes diferencias entre la raza ibérica y otras razas, aunque el peso al destete sí debe ser objeto de mejora.
  • Utilizar las cerdas ibéricas como reproductoras hasta alcanzar los 4,5 años de edad no supone un detrimento impor­tante ni de los caracteres reproductivos ni de los maternales.
  • A medida que mejore la toma de datos de estos caracteres y se reduzca el número de animales sin ascendentes (debido al cierre del libro genealógico) mejorará la valoración genética de los reproductores, incrementándose la fiabilidad de las estimas.

Autores

M. Izquierdo, F.I. Hernández-García, J. García-Gudiño, N. Garrido, R. Padial. CICYTEX. Centro de Investigación, Ciencia y Tecnología de Extremadura.

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