Los turistas tienen cada vez más claro que el mejor recuerdo que se pueden llevar de Salamanca son sus chacinas. Aumentan los que piensan que el mejor souvenir es llevarse a su tierra el sabor de la dehesa y del ibérico charro y los carniceros están encantados con esta tendencia, que este verano disfrutan con mayor intensidad si cabe. “Lo que más nos piden son piezas para llevar de viaje, sobre todo ibérico”, apunta Mari. Longanizas a 6,99 euros el kilo y chorizos culares a 11,99 euros el kilo. “¡100% ibérico eh!”, apunta la dependienta de la carnicería en la que la especialidad es la morcilla de piñones típica de Salamanca, por la que también se vuelven locos los turistas.
En la carnicería de Carlos ocurre algo similar y reconoce que estas semanas las ventas han sido mayores a las de otros años. “Viene mucha gente de fuera para llevarse embutidos y, en menor medida, jamón”, explica. Como anécdota, recuerda que hace unos días se presentó un cliente francés que hizo una compra de cerda de 1.000 euros en jamones, chorizo y salchichón. “Me pidió dos perniles de ibérico 100% que cada uno cuesta 350 euros, además de lomo, chorizo… de todo”.
Pero el ibérico no es solo un souvenir, también es la mejor carta de presentación cuando un salmantino hace visitas a la familia y a los amitos. “La mayoría se lleva jamones de cebo, que han bajado mucho hasta 139 euros la pieza, y muchos packs de medio chorizo y salchichón a 12 euros, son económicos y quedan bien”, relata Carlos. Dice que cada vez se compran menos jamones enteros, “vendemos más loncheados y en piezas que es más económico y operativo para familias pequeñas”.
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