Las exportaciones españolas de porcino a Taiwan se han multiplicado por cuatro en los últimos cinco años, al pasar de 5.031 toneladas en 2014, con una facturación de 6,5 millones de euros, a 20.998 toneladas en 2018, con 46,6 millones de facturación.
Así lo revela un estudio publicado este jueves por Interporc, que, desde la apertura del mercado porcino en Taiwan en el año 2014, sitúa a España como el segundo exportador de carne y productos porcinos al país asiático con un 18% del total de las exportaciones, solo por detrás de Canadá y superando a EEUU, Dinamarca y Países Bajos.
Estas altas cifras de exportaciones se explican por el elevado consumo per capita de porcino en Taiwan, que es uno de los más altos del mundo.
El mercado taiwanés tiene, por su ubicación y desarrollo económico y social, una creciente importancia para los productores y exportadores de alimentos, en general, y especialmente para los productores y exportadores de productos cárnicos, por cuanto, aunque se trata de un mercado de dimensión poblacional intermedia (cerca de 24 millones de habitantes), está dotado de una elevada capacidad adquisitiva (21.189 euros/habitante/año) y, sobre todo es muy consumidor de carne de porcino (cerca de 40 kg/habitante/año) uno de los más altos del mundo.
Efectivamente, tradicionalmente el consumidor taiwanés ha sido un claro partidario del consumo de carne de cerdo, por encima de otros tipos de carne.
Tradicionalmente ese elevado consumo de carne de cerdo ha estado abastecido en Taiwán por la potente producción doméstica, la cual aporta la totalidad del consumo de carne fresca (en torno a un 70% de todo el consumo de carne de cerdo) y la gran mayoría del consumo de carne procesada, si bien una parte importante del mismo se cubre mediante importaciones (representan el 12% de todo el consumo de cerdo en Taiwán); habría que señalar en este contexto, que Taiwán fue el primer país asiático que prohibió por ley, hace ya muchos años, el consumo de carne de perro.
En los últimos años el sector cárnico porcino taiwanés ha disfrutado de una positiva evolución en términos de crecimiento, producción y consumo per cápita. El cerdo es tradicionalmente una de las carnes más consumidas por los taiwaneses. El país dispone de una fuerte capacidad productiva que se ve complementada con unas importaciones de productos de media y alta calidad. Las exportaciones taiwanesas, de menor intensidad, se concentran en los países asiáticos vecinos.
La producción local se caracteriza por su buena calidad y su alta rotación. Algunas epidemias recientes y la idiosincrasia del mercado taiwanés conducen a una cierta volatilidad de los precios y a una tímida apertura de las importaciones. El canal de distribución suele ser corto y los fabricantes se integran como distribuidores, así como los importadores también suelen hacer tareas de distribución. Las autoridades realizan un estricto seguimiento de las normativas y leyes vigentes para salvaguardar la salubridad y la calidad del producto final.
En 2014, Taiwán abrió su mercado a los productos del porcino español, autorizándose a 52 establecimientos industriales españoles para efectuar exportaciones de porcino a dicho mercado; en 2018 ya había 91 empresas de porcino autorizadas.
Para poder realizar exportaciones de carne y productos de porcino a Taiwán, los establecimientos deben estar específicamente autorizados por las autoridades taiwanesas del Bureau of Animal and Plant Health Inspection and Quarantine (BAPHIQ) y del Food and Drug Administration (FDA). Todos los establecimientos de la cadena deberán estar autorizados por lo que las salas de despiece, industrias cárnicas, etc. Deben proveerse de establecimientos expresamente autorizados para exportar a este país.
En el caso de mataderos, el procedimiento de homologación implica una visita de inspección in situ de los establecimientos españoles por parte de BAPHIQ, al objeto de comprobar si cumplen los requisitos de sanidad veterinaria y de salud pública de las leyes y reglamentos europeos y taiwaneses, en base al sistema de pre listado.
Estas visitas a España son de carácter periódico; la última de ellas tuvo lugar en enero de 2019, de la cual aún no se conoce resultado.
La autorización del resto de establecimientos (salas de despiece, industrias elaboradoras, almacenes…) depende de FDA y se realiza según el procedimiento de pre listado.
Es recomendable trabajar con un importador que, además de tener la licencia de importación, disponga de la experiencia y las instalaciones necesarias para realizar todos los procedimientos correctamente.
Según diferentes análisis del mercado del porcino taiwanés, de cara al futuro es previsible la continuidad de la producción interior al mismo tiempo que un prolongado incremento del consumo interior; lo cual estaría señalando unas crecientes necesidades de importaciones.
Si bien es cierto que la mayor parte del mercado sigue estando dominado por la producción local, también es cierto que, cada vez en mayor medida, ciertas variedades/presentaciones de carnes de porcino (e incluso de despojos de porcino) se verán sometidas a una creciente demanda interior que no podrá ser abastecida con la producción local. Todo lo cual indicaría la existencia de futuras nuevas oportunidades ofrecidas por el mercado taiwanés a los exportadores de porcino españoles, así como a la diversificación y generación de mayor valor añadido para estas exportaciones. En este contexto cabe destacar la creciente importancia del canal HORECA y de la implantación de productos gourmet y alta calidad.
España, en muy poco tiempo, se ha convertido en uno de los primeros proveedores de porcino de Taiwán, próximo a Canadá, y muy por encima de otros proveedores clásicos de Taiwán como eran EE.UU, Dinamarca, Países Bajos y Hungría.
Taiwán es un mercado maduro, altamente competitivo y muy segmentado, donde la introducción de nuevos productos se enfrenta a la competencia de empresas de otros países ya establecidas, como Francia, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda o Chile. Productos de origen español como el vino, el jamón y el aceite, son los principales representantes de este sector en la isla. La carne de porcino y los productos curados han experimentado un gran crecimiento desde la apertura del mercado del porcino en septiembre de 2014; este hecho ha llevado a España a un escenario favorable, ya que algunos de sus competidores no están autorizados a exportar sus productos a la isla.
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