Los principales factores que subyacen en la persistente disminución de los precios de los productos alimenticios básicos son los suministros agrícolas en general abundantes, una desaceleración económica mundial, y el fortalecimiento del dólar estadounidense. Este mes, la FAO elevó también su previsión de las existencias mundiales de cereales en 2016, como resultado de la reducción proyectada del consumo y el aumento de las perspectivas de producción en 2015.
El índice de precios de los cereales se redujo un 1,7 por ciento (a 149,1 puntos) en un contexto de amplios suministros mundiales y el aumento de la competencia por los mercados de exportación, especialmente de trigo y maíz, así como la fortaleza del dólar EEUU.
El índice de precios de los aceites vegetales cayó un 1,7 por ciento, debido principalmente al descenso de los precios de aceite de soja, reflejo de las expectativas de abundantes suministros mundiales de soja.
El Índice de precios de la carne bajó por su parte un 1,1 por ciento en relación a su valor revisado de diciembre, con caídas en los precios de todas las categorías de carne, excepto la de porcino, sostenida por el inicio de ayudas al almacenamiento privado en la UE.