La producción de carne de cerdo polaca disminuyó un 1% en los primeros cuatro meses de 2019, en comparación con el mismo período del año pasado, totalizándose en 702.400 toneladas. Esto contrasta con la tendencia alcista que ha presentado desde 2014.
El descenso no es sorprendente, ya que parte del aumento del 5% del año pasado, se debió a un aumento en el sacrificio forzado a medida que los productores abandonaron su actividad. Los bajos precios de los cerdos en toda Europa afectaron los márgenes de los productores. Los brotes de PPA también se volvieron más frecuentes, lo que obligó a los productores a elegir sobre el futuro de su actividad profresional. El primer brote de PPA apareció en Polonia en 2014, afectando principalmente a las poblaciones de jabalíes, pero también a algunas granjas de cerdos. Los números de casos han ido en aumento cada año.
Por lo tanto, el censo porcino disminuyó drásticamente con respecto a 2018. El número total de cerdos se redujo en alrededor de 880.500 cabezas (-7%) desde diciembre de 2017 hasta el mismo mes de 2018 para ubicarse en un mínimo de 3 años. Las poblaciones de reproductoras disminuyeron un 18% durante ese período, lo que indica un descenso en la futura producción de cerdos.
Con una caída tan grande en el censo, las importaciones han evitado una mayor caída en la producción de carne de cerdo polaca. Las importaciones de cerdos vivos de menos de 50 kg aumentaron un 27% en 2018, con un total de 7,2 millones de cabezas, con gran parte de origen danés. Si la PPA infectase a otras provincias del país, tendría sentido aumentar las importaciones de láreas no afectadas como una solución a corto plazo.
Sin embargo, las importaciones de enero-abril de 2019 han disminuido un 3% con respecto al año pasado. Esto podría significar más caídas en la producción a finales de este año. La situación puede no ser sostenible a largo plazo si las poblaciones de reproductoras continúan disminuyendo, ya que será necesario una aumento de las importaciones.
A pesar de la crisis por PPA, las exportaciones polacas han seguido creciendo. Se han establecido zonas de regulación para permitir que las áreas no afectadas continúen comercializando dentro de la UE y con algunos países externos. Las exportaciones de carne y despojos de porcino aumentaron un 2%, hasta las 827.600 toneladas en 2018. El aumento de las exportaciones ha continuado este año, con un aumento del 4% en enero-abril con respecto al año pasado, alcanzando 287.600 toneladas, ayudado por un suministro más reducido en Alemania.
Curiosamente, las importaciones de carne de cerdo también fueron menores en el periodo de enero-abril 2019, en comparación con 2018. Los volúmenes disminuyeron en un 8%, hasta las 235.300 toneladas. Teniendo en cuenta los niveles de producción más bajos y las exportaciones más altas, parece que la demanda polaca de carne de cerdo también ha disminuido. Este desafío adicional para la industria porcina polaca también puede desalentar a los productores de invertir en ganado reproductor.
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