El país nipón continua luchando contra la Peste Porcina Clásica desde septiembre de 2018, cuando se descubrió el virus en un jabalí en la comarca de Gifu. Desde entonces, se ha extendido a las granjas de cerdos también, y durante los siguientes meses, una serie de granjas han tenido que ser clausuradas.
En marzo y abril, se clausuraron otra serie de granjas porcinas por apariciones de PPC, con lo que el número total de cerdos que se han sacrificado por razones preventivas fue de 75.554 en 27 granjas, según las estadísticas de la Organización Mundial de Salud Animal.
Mientras tanto, respecto a los jabalíes, tanto en Gifu como la provincia adyacente de Aichi, han presentado un total de 506 jabalíes infectados, de los cuales 134 murieron a causa del virus.
Vacunaciones en jabalíes
A fines de marzo, las autoridades japonesas de la comarca de Gifu anunciaron el cambio de estrategia para combatir la infección mediante la vacunación oral del jabalí. Lo hacen colocando alimentos que contienen la vacuna en 900 ubicaciones, según Japan Times. Este alimento es monitoreado por las cámaras, para confirmar si se están comiendo esta alimentación o no. También se capturarán varios ejemplares para verificar si la vacuna está haciendo su trabajo.
En estos momentos, planean una segunda ronda de vacunación para estos meses, con 2 rondas más para seguir en verano e invierno de este año.
Los brotes en Japón no deben confundirse con la Peste Porcina Africana, que se encuentra actualmente en expansión a través de Asia continental. Los virus tienen nombres similares y conducen a signos clínicos similares, pero aparte de eso, son esencialmente diferentes. Para la PPC existe vacunación, mientras que para la PPA actualmente no hay vacuna.
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