La fuente de langostinos y el plato de jamón son los aperitivos más solicitados de cualquier mesa en Navidad, sin embargo, su presencia en los hogares gaditanos ha estado muy condicionada en los últimos años por los efectos de la crisis. El paro y las dificultades para llegar a final de mes han llevado a miles de familias de la provincia a implantar una economía de guerra que ha cambiado en la mayoría de los casos los hábitos el consumo. No hay que olvidar que Cádiz llegó a sumar hasta un 42% de tasa de desempleo en los momentos más difíciles de la crisis. Así, las economías domésticas optaron por eliminar de su presupuesto los lujos y los caprichos hasta que remitiera la tormenta. Desde luego, no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante. Los expertos reconocen que lo peor ha pasado y ahora empieza la recuperación. La confianza regresa a las economías domésticas. Uno de los síntomas que refleja la mejora lo encontramos en el consumo de productos como el jamón ibérico que, después de varios años de caída en sus ventas, afronta la próxima campaña de Navidad con especial optimismo ante la fuerte demanda prevista.

El sector cárnico de la provincia, distribuido entre Jerez, la Sierra y La Janda, trabaja a destajo estos días para abordar los pedidos de diciembre. El jamón vuelve con fuerza por Navidad. El matadero de Montesierra, en Jerez, se encuentra a pleno rendimiento y su tienda al público es un hervidero de clientes con los preparativos. El responsable de Desarrollo de Negocio de la empresa, José Manuel Martín, confirma que las expectativas de negocio para la campaña de Navidad son muy buenas y se espera un repunte con respecto a los últimos años. De hecho, esta fábrica aumentará un 8% su plantilla en los próximos meses para poder atender y distribuir a tiempo los pedidos.

Curiosamente el jamón de bellota subirá esta Navidad casi un 15%, mientras que el de cebo, un 8%. La subida no es un antojo de los productores aprovechando la demanda que se avecina. Al contrario. Se trata de un efecto colateral de la propia crisis. Los jamones que llegarán esta Navidad a la mesa de los hogares gaditanos provienen de las matanzas realizadas entre 2013 y 2014. El proceso de curación de estas piezas, que ha durado poco más de dos años,ha terminado y es ahora cuando salen al mercado para su venta. La producción, por tanto, es inferior a la demanda.

 

Se da la circunstancia de que el consumo de carne se resintió por la crisis y los mataderos se vieron obligados a rebajar el número de sacrificios de cerdos para equilibrar así sus cuentas y evitar con ello las pérdidas. En 2008, y según datos de la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), se sacrificaron 4.171.045 animales en nuestro país, lo que significó una comercialización a medio y largo plazo de más de ocho millones de patas de jamón y paletas ibéricos. Desde entonces, la producción fue mermando hasta iniciar la remontada en 2013.

Martín explica que la campaña de jamones ibéricos del año 2014 fue «espectacular» debido a un aumento de bellotas en las dehesas. «Fue un año seco y las encinas, como medida de autoprotección ante la falta de agua, suelen generar más bellotas», destaca. Precisamente, estas piezas son las que ahora se encuentran en los almacenes para su venta.

Cestas y regalosde empresa

La Navidad viene con fuerza y lo saben también en el matadero serrano de Las Abiertas, en El Bosque, donde la actividad es frenética en estas fechas, igual que en la empresa de distribución de productos de alimentación Francisco de Ávila, en el polígono de Tres Caminos, en Puerto Real. Las cestas y los regalos de empresa vuelven al catálogo navideños tras un largo periodo de destierro.

La mejora avanza, aunque en Cádiz lo hace de una manera más lenta que en el resto del país. El secretario técnico del Colegio de Economista de Cádiz, Javier Fernández, opina que la próxima campaña de Navidad puede ser de las mejores de la década como lo fue la pasada campaña de verano. En su opinión, el consumo interno se ha recativado después de varios años afectado por el pánico de la crisis. Hay una nueva sensación de estabilidad que ha generado confianza en el bolsillo, lo que se traduce en más gasto. Según Fernández, buena parte del dinero que está circulando ahora en ocio, caprichos y regalos proviene de los ahorros de los últimos años, es decir, las familias no han gastado por miedo.

La situación ha cambiado. La última EPA refleja una mejora laboral en Cádiz al caer su tasa de desempleo hasta el 32%. Javier Fernández destaca que hay razones para el optimismo, aunque no se sabe qué puede pasar a medio plazo ante los ajustes internos que se esperan en el sector bancario como consecuencia de la implantación de las nuevas tecnologías en sus sitemas de gestión. De momento, la restructuración financiera de la banca ha concluido y, con ello, los ajustes para la concesión de los préstamos. El sector abre de nuevo el grifo del crédito, lo que beneficia al consumo.

Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios perteneciente al Grupo Unicaja, presentó a mediados de año su avance sobre el comportamiento de la economía andaluza en 2016 y fijó en un 2,7% el crecimiento interanual y adelantó que el número de desempleados se reduciría en un 6,1%, reduciéndose la tasa de paro en el promedio del ejercicio hasta el 29,6%, casi dos puntos inferior a la registrada en el promedio del año anterior.

La contratación es otro de los registros que sirve para evaluar el estado de salud de nuestra economía. Las fiestas navideñas, por tanto, son clave para medir la solvencia del bolsillo de los gaditanos. La situación es muy positiva en el caso de Cádiz. La consultora Randstad calcula que en la provincia se firmarán un total de 7.425 contratos, un 25% más que el año pasado, en los próximos tres meses. El incremento será por encima de la media nacional y los nuevos contratos se harán principalmente en el comercio, la hostelería y la logística y el transporte. En toda España serán 338.300, lo que dará lugar a la mejor campaña de la historia. Las contrataciones son de carácter temporal para atender la elevada demanda que se produce durante las fiestas. Ese empleo lo generan en Cádiz principalmente las grandes superficies. Son las que más refuerzan sus plantillas y los que mayor número de clientes reciben. Si bien en muchos lugares, las contrataciones comienzan en noviembre, en la provincia esa incorporación no se produce hasta el último mes del año, coincidiendo con el puente de la Constitución y la Inmaculada, que es cuando se empiezan a hacer las compras navideñas.

El secretario técnico del Colegio de Economistas de Cádiz, Javier Fernández, apunta en este apartado un dato relevante. Sostiene que el mercado laboral de la provicnia ha sufrido una reactivación, aún pequeña, debido a la mejora del sector naval, pero inicide en que, una vez que el nuevo Gobierno apruebe el prespuesto habrá otro empujón laboral gracias a las contrataciones de la obra pública.

Fuente: La voz digital

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.