Acceso al mercado de Japón y oportunidades para el sector porcino español

28 de marzo de 2023

Japón es uno de los más atractivos mercados mundiales desde el punto de vista económico, financiero y poblacional; es la 3º economía mundial por PIB (4.213,5 miles de millones de euros en 2022), solo por detrás de EE.UU. y China; aunque por renta per cápita ocuparía la posición 19 mundial (33.520€/pc), y por población ocupa el puesto 11 mundial (cuenta con 125,7 millones de habitantes, de los cuales 37,2 millones en el área metropolitana de Tokio).

Se trata de un mercado muy desarrollado y dotado de muy alta capacidad de compra (una renta per cápita de 33.520€/hab./año y un salario medio anual de 39.171€/año), con la más baja tasa de desempleo del mundo (2,4%), una inflación que en 2022 no habría superado el 2% y un coste del dinero no superior al 0,3%.

Japón es un archipiélago de 6.852 islas, aunque sólo unas 420 estarían habitadas; cuenta con una superficie de 377.915 km2 y una elevada densidad poblacional (331hab./km2); la inmensa mayor parte de la población profesa el sintoísmo o el budismo; es una monarquía parlamentaria y goza de una máxima estabilidad político-social; y está organizada en 47 prefecturas regionales. Antes de la pandemia Covid-19 Japón recibía anualmente cerca de 30 millones de visitantes extranjeros; a causa de la pandemia en 2020, 2021 y 2022 esa cifra se ha reducido drásticamente con el consiguiente impacto en la restauración.

Japón es el 7º mayor mercado mundial por consumo total de carne de todo tipo de especies ganaderas (por encima de los 6,6 millones de toneladas/año, con un consumo per cápita de carne del orden de los 51kg/hab./año), sólo por detrás de China, EE.UU., UE, Brasil, Rusia y México. Por su parte, el mercado de porcino de Japón es uno de los mayores del mundo por volumen de consumo de porcino (cerca de 2,6 millones de toneladas), si bien su producción es bastante menor (1,3 millones de toneladas), por lo que necesita realizar un alto volumen de importaciones (cerca de 1,27 millones de toneladas). Así pues, la capacidad de autoabastecimiento de porcino solo alcanza el 51%, dado que el consumo interior es muy superior a la producción doméstica, aun a pesar de que el sector porcino japonés prácticamente no exporta.

El sector porcino japonés cuenta con una muy avanzada y tecnificada estructura productiva propia (soportada en 2022 en 3.590 granjas, un censo de 8,95 millones de cabezas y 790.000 cerdas reproductoras). Lo cual estaría indicando una elevada dimensión promedio de las granjas de porcino japonesas (en torno a 2.493 cabezas/granja); dimensión promedio que ha estado creciendo en los últimos años al mismo tiempo que se ha producido una intensa potenciación de la tecnificación y profesionalización de dichas granjas (el reconocido “MARUMITON PORK” de KYOTO FARM es una clara expresión del progreso tecnológico del sector porcino nipón). En 2022 Japón produjo 1,31 millones de toneladas de carne de porcino, observándose un ligero retroceso respecto a 2021; retroceso que según las proyecciones de FAO-OCDE podría mantenerse a medio o largo plazo.

El consumo per cápita de porcino en Japón se situó en 2022 en torno a 20,3kg/hab./año, representando el 2º capítulo de consumo cárnico del mercado japonés (en torno a un 37%, por detrás del consumo de pollo (un 42%) y por delante del vacuno (un 19%); en conjunto, el consumo global de productos cárnicos, frescos o procesados, está creciendo mientras se observa un paulatino retroceso del consumo de pescado (que todavía representa la principal fuente de aportación de proteína de los japoneses), relacionado todo ello con un evidente proceso de “occidentalización” del consumidor japonés, especialmente el consumidor joven.

La evolución y tendencia del consumo de carne y elaborados de porcino en el mercado japonés está fuertemente influenciado por importantes factores sociodemográficos como el envejecimiento de la población, la prevista reducción de ésta, la inserción de la mujer en el mercado laboral, la fuerte concentración de la población en grandes áreas metropolitanas, el auge de la preocupación por la salud y seguridad de los alimentos, la fuerte implantación del canal HORECA y la “comida para llevar”, el cambio en la dieta de la población más joven, etc.

Japón es el 2º mayor importador mundial de carne de porcino (solo por detrás de China; y por delante de UK, Corea, EE.UU. y Australia); en 2022 importó 1,27 millones de toneladas, por un valor de 5.060,3 millones de euros, indicando un precio promedio cercano a los 4,0 euros/kilo exportado.

España es el 3º proveedor más importante de Japón al que aporta el 15,4% de las compras de porcino del país; los principales proveedores son EE.UU. (29,2%) y Canadá (20%); también son proveedores relevantes México (11,3%), Dinamarca (8,5%), Países Bajos (3,7%), Chile (3,2%) y China (1,5%). Entre 2014 y 2022 las exportaciones españolas de porcino a Japón han crecido un 137% en volumen y un 182% en valor.

Las importaciones de carne y elaborados de porcino que realiza, en general, el mercado japonés, consisten principalmente en carnes y despojos congelados (un 79% en volumen del total importado), seguidas por las importaciones de elaborados cocidos (12%), preparaciones y conservas (3,5%) y embutidos (2,2%); sin embargo, las importaciones de jamones y paletas curados son prácticamente irrelevantes (0,21%).

En 2022 España exportó a Japón 204.616tn de carne y derivados de porcino, por un valor de 768,8 millones de euros, indicando un precio promedio de 3,76€/kg. Si bien, las exportaciones del sector porcino español a Japón están concentradas básicamente en carnes congeladas (96%) y algo de despojos (1,6%) y tocino (1,3%); y una mínima cantidad de exportaciones de productos embutidos, curados o cocidos (en torno al 1,1% de lo exportado). Uno de los principales retos del sector es precisamente lograr una mayor exportación de elaborados, tanto curados como cocidos.

El mercado agroalimentario japonés cuenta con ferias comerciales agroalimentarias de gran envergadura y prestigio que representan significativas vías de presentación y promoción de los productos elaborados del sector porcino de capa blanca español y de captación de compradores japoneses, tanto de la distribución como de la restauración, especialmente la de visitantes de negocios.

Desde 2019 está operativo el Acuerdo de Libre Comercio UE-Japón de 2019 que conlleva sustanciales mejoras arancelarias para los elaborados derivados del porcino.

Para la exportación de carne y productos cárnicos de porcino destinados al consumo humano a Japón, se establece la obligatoriedad de que los establecimientos que intervienen en el proceso de elaboración del producto estén previamente autorizados. Además del cumplimiento de la normativa europea en materia de salud pública y sanidad animal y de disponer de un Plan Normalizado de Control Regular de la Higiene (PNCH), las empresas deben cumplir unos criterios microbiológicos, requisitos de conservación específicos y requisitos sanitarios, particularmente de aditivos, exigidos por la normativa japonesa.

La carne o los animales de los que procede la carne deben proceder de un país autorizado por el Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca de Japón.

La entrada en vigor el 1 de febrero de 2019 del Acuerdo Económico entre la Unión Europea y Japón (EPA) introdujo cambios sustanciales en los aranceles a la importación de carne de porcino a Japón desde España. Actualmente existen 2 instrumentos para limitar la importación de los productos cárnicos comunitarios de origen porcino: el GATE PRICE (o precio umbral) y las SAFEGUARDAR MEASURES (o medidas de salvaguarda). Cada uno de ellos tiene un cálculo distinto que permite obtener los aranceles aplicables dependiendo del tipo de producto exportado.

Actualmente hay más de 400 establecimientos españoles autorizados para exportar carne y elaborados de porcino a Japón.

Principales ferias agroalimentarias