El mercado cárnico europeo estuvo muy presionado en julio por la falta de impulsos de la demanda interior y por la dura competencia entre países para ganar cuota en los mercados exteriores (Filipinas cerró a Alemania y China a Canadá, con lo que estos exportadores tenían que buscar otras salidas para su carne). Sin embargo, en agosto todos los mercados se han recuperado, gracias tanto a la menor producción cárnica a que ha llevado la menor disponibilidad de cerdos por el calor como a la pujanza progresiva de la demanda de los países asiáticos.
Los precios del despiece han subido en torno a un +5% en España durante agosto, con una clara recuperación en su parte final, mientras que en Alemania las subidas se han acercado más al +10% y en Francia han sido de alrededor del +4%. El problema, una vez más, se traslada a la repercusión de ese encarecimiento desde el fabricante a la gran distribución, ya que la materia prima está subiendo mientras que los precios al consumidor todavía no han registrado ese movimiento.
Fuera de la UE, los precios de la carne han caído en EE.UU., sobre todo el jamón (-21%) y la panceta (-31%), mientras que en China han seguido la estela del cerdo y se han disparado de forma fulminante en otro +30%.
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