Fuente: INTERPORC
Un mes de locos
La irrupción de la pandemia de coronavirus ha afectado también al mercado cerealista, que ha vivido un mes de marzo de alta tensión y muchos nervios. Primero, porque el cambio euro/dólar ha fluctuado más durante marzo que durante todo el año pasado, con unos fulminantes y bruscos dientes de sierra que han modificado los precios del género de importación. Y después, porque la declaración del estado de alarma en España provocó un espiral alcista en las dos semanas centrales de marzo, conforme la demanda se movía por el temor al desabastecimiento por problemas de logística y recalentaba el mercado. La primera semana de confinamiento vivió una verdadera explosión de los precios y de la actividad, en un movimiento alcista que fue todavía más amplificado en el caso del género de importación cuya disponibilidad en puerto era más ajustada. Ha sido el caso de la soja, cuyos precios han escalado posiciones conforme se confirmaba una corta disponibilidad en toda la península y unas fuertes retiradas de los puertos en los primeros días. En el cereal, los trigos han liderado la escalada, de la mano de un contexto internacional en el que primaba el abastecimiento (pan) en plena escalada de medidas restrictivas por el coronavirus. Poco a poco, el mercado del cereal se ha ido tranquilizando, aunque con precios siempre al alza, mientras que el mercado de la proteína, más directamente dependiente de la importación ha seguido incendiado. En el caso del cereal, tan solo en la semana de engarce entre marzo y abril las cotizaciones han podido ceder, ya que la demanda, parándose a pensar que los fundamentales de oferta y demanda no habían variado y que seguía habiendo disponibilidad y amplias coberturas, se ha retirado. Pero los precios se quedan más altos al final de mes que al inicio.
El Consejo Internacional de Granos (IGC) ha sido el primer organismo en dar su previsión de cosechas mundiales para la nueva campaña. Y sus estimaciones apuntan a una nueva producción récord, con incrementos tanto en trigo y maíz como en soja.
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