En 2018, Italia importó 1,06 millones de toneladas de carne de cerdo (sin incluir los despojos), un 4% más que el año anterior. A pesar de que la matanza de cerdos italianos disminuyó ligeramente (-1%), la producción nacional de carne de cerdo se mantuvo relativamente estable, con un total de 1,47 millones de toneladas.
Alemania siguió siendo el mayor socio comercial de Italia para el cerdo fresco y congelado, enviando 337.000 toneladas a Italia durante el año. España y los Países Bajos fueron los segundos mayores exportadores, ambos despachando alrededor de 151.000 toneladas de carne de cerdo. Todos los principales socios comerciales de Italia presentaron aumentos de las exportaciones de carne de cerdo fresca y congelada el año pasado, con Dinamarca y Francia mostrando el mayor crecimiento (+9%).
A pesar de que las importaciones de carne de cerdo de Italia aumentaron en el año, el valor global se redujo en un 8%, hasta los 2.000 millones de euros. Esto refleja los precios bajos de la UE del año pasado.
Las exportaciones de carne de cerdo de Italia (aunque pequeña en comparación con sus importaciones) también cayeron durante el año 2018 en un 5%, hasta las 260.000 toneladas. Como se publicó en la última actualización sobre el comercio de carne de cerdo de Italia, las mayores importaciones junto con la caída de las exportaciones sugieren un aumento del consumo de carne de cerdo dentro de Italia. Sin embargo, los datos de ventas al por menor de carne de cerdo fresca siguen mostrando una imagen diferente, lo que sugiere que la carne se procesó, se canalizó a través del servicio de comidas, o se almacenó. Una cifra de sacrificio ligeramente más baja (11,3 millones de cabezas) indica que los pesos de canal fueron más pesados, se mantuvieron los niveles de producción, y se potenció el aumento de la producción de jamones tradicionales.
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