China cada vez juega un papel más importante en el sector porcino mundial. Se está consolidando como el importador líder, ya que junto a su abundante población y creciente demanda, hay que unir la reducción de su cabaña como consecuencia de que muchas explotaciones han cerrado por las pérdidas de los ganaderos o por el incumplimiento de la normativa medioambiental.
El último informe de Rabobank estima que las importaciones chinas de porcino crecerán en en un 30% en 2016. Posteriormente, seguirán manteniéndose altas a pesar de que el censo va a ir recuperándose.
Los grandes productores de porcino, como la UE, EEUU y Canadá ven en China un mercado prometedor, donde colocar su producción exportable, por eso entre ellos, está creciendo la competencia para acceder a este mercado.
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