El foco de Peste Porcina Africana detectado en territorio español, cerca de Barcelona, cuenta ya con 9 jabalíes afectados en la zona en cuestión. De viernes a martes de esta semana, las exportaciones a países terceros quedaron suspendidas a la espera de la aplicación de las medidas de regionalización. Cabe destacar que en las últimas semanas se habían cerrado acuerdos, especialmente con China. Aunque los mataderos de la zona afectada dependen en gran medida de las exportaciones, la aplicación progresiva de estos acuerdos en los próximos días debería limitar el impacto para los operadores españoles, y por extensión, para el mercado europeo.
El lunes, el porcino en la región catalana redujo excepcionalmente su precio en 10 céntimos, y la cotización podría seguir orientada a la baja durante algún tiempo. La situación es seria, pero se puede mantener cierto optimismo gracias a la implementación de los acuerdos de regionalización. Además, en este período de preparación de los productos festivos de fin de año, la demanda requiere un nivel de sacrificio elevado.
En Alemania, la oferta de cerdo sigue siendo abundante a pesar de que los mataderos funcionan a pleno rendimiento. No obstante, la disminución de los pesos deja entrever una mejora en el equilibrio del mercado. Persisten algunos excedentes en determinadas regiones. Por el momento, la incertidumbre generada por la situación en España parece tener un impacto limitado en el mercado de la carne, donde los precios observados se mantienen en general estables.
La PPA llegó a Alemania en septiembre de 2020. Su aparición tuvo un impacto inmediato en el precio alemán, mientras que en el resto de Europa el efecto se manifestó con cierto retraso. 7 semanas más tarde se produjo una 2ª caída, esta vez generalizada y amplificada por la presión estacional a la baja. Tras un intenso período de descapitalización del censo porcino europeo, el equilibrio del mercado pasó a favorecer a la producción, lo que permitió que Alemania volviera a posicionarse competitivamente en cuanto a los precios pagados a los ganaderos.
En Francia, el final de mes y el Black Friday influyen en una demanda que sigue siendo limitada. Las cotizaciones en el mercado vuelven a estar a la baja, momento en el que los mayoristas sufren restricciones y los precios se mantienen con dificultad.
En EE.UU., el mercado del cerdo sigue claramente orientado a la baja, con una 10º semana consecutiva de retroceso en el mercado. La caída acumulada refleja un debilitamiento duradero de la demanda, aunque el nivel actual sigue siendo superior a las medias históricas. El valor de la canal también continúa disminuyendo, lastrado por la fuerte depreciación de la panceta, y en menor medida, de otras piezas como el lomo.
El festivo de Acción de Gracias limitó la actividad, dando lugar a volúmenes de sacrificio claramente inferiores a los habituales para este período. Todo ello confirma un mercado ampliamente abastecido, en el que el ajuste sigue siendo insuficiente para frenar la tendencia bajista.
El mercado porcino chino sigue bajo presión. La oferta de cerdos vivos y de carne continúa siendo abundante, consecuencia de altos niveles de sacrificio y de un censo aún elevado, lo que mantiene una situación de sobreoferta. Paralelamente, la demanda permanece débil, afectada por el calor estival, un contexto poco favorable.
Los precios del cerdo han mostrado una tendencia a la baja durante varias semanas, reflejando este desequilibrio entre oferta y demanda. No obstante, algunos analistas señalan una desaceleración en la caída de los precios, aunque sin indicadores fiables de una recuperación sostenible.
En Canadá, el mercado del cerdo registra un nuevo descenso del precio medio, impulsado principalmente por la caída del valor de la canal en EE.UU. A pesar de este retroceso, el nivel sigue siendo históricamente elevado para una semana 48, cercano al récord establecido en 2024 y claramente superior a las medias observadas durante el período 2019/23. La evolución del tipo de cambio solo ha amortiguado ligeramente el movimiento.
Mientras, los volúmenes de sacrificio continúan aumentando, superando los del año pasado. Esta dinámica refleja una demanda interna sólida, pero también una oferta aún abundante, lo que mantiene una presión persistente sobre los precios en este final de año.


