Según el Inaporc, la Interprofesional porcina francesa, la demanda sostenida en el mercado francés y la caída de la producción han fortalecido la oferta externa de carne de cerdos en 2022.
“El año pasado, el consumo de carne de cerdo aumentó casi un 2% con respecto a 2021, mientras que la producción cayó en las mismas proporciones. Como resultado, las importaciones aumentaron un 3,4% durante los primeros 10 meses”, resume Thierry Meyer, presidente de Inaporc.
“Erosión de la autosuficiencia”
El año pasado, la tasa de autoabastecimiento de Francia en carne de cerdo se situó en el 103%, frente al 105% de 2021. Para 2023, los profesionales del sector dicen estar preocupados, y prevén una importante caída de la producción porcina. «La caída del 2,6% en el censo de reproductoras registrada en 2022 producirá sus efectos este año», dice Meyer.
«El año pasado los productores produjeron por debajo del punto de equilibrio», subraya François Valy, vicepresidente de Inaporc. El buen comportamiento actual de los precios del cerdo apenas alcanza para compensar el altísimo coste del pienso (395€/tn en diciembre de 2022, frente a los 240€/tn de enero de 2020). “Los productores decían que con un precio de carne de cerdo de 2€/kg, serían ricos. Pero incluso a 2,10€/kg, que es el precio actual, están lejos de ello. ahora estamos lejos de ello».
Riesgos en la industria
Los productores no son los únicos con dificultades. Los precios de las materias primas, energía, mano de obra, transporte, envasado, etc, hace que las empresas de elaborados cárnicos y salazones también están experimentando un aumento generalizado de sus costes de producción. “Esta es una situación sin precedentes, subraya Bernard Vallat, presidente del sindicato de empresas francesas de catering delicatessen (Fict). Un tercio de nuestros afiliados tendrá que reducir su actividad con despidos como consecuencia, y no se prevé que mejore.»
Como parte de las negociaciones comerciales en curso, la Fict solicita a la distribución que «acuerden tener en cuenta todos los costes adicionales» para preservar la viabilidad de todos los actores, y precisa (basándose en el Observatorio de precios y márgenes) que “la evolución de los márgenes se viene produciendo desde hace varios años en beneficio de los distribuidores y en detrimento en particular de las empresas charcuteras».
Disminución de la oferta de carne de cerdo
El declive de los sacrificios se confirma en Francia como en toda Europa, lo que provoca que se sostengan los precios al productor.
El balance de las primeras 4 semanas de 2023 informa de la caida en la zona Uniporc Ouest, que cubre alrededor del 90% del sacrificio de cerdos en Francia. La actividad cayó un 5,1% respecto al mismo periodo de 2022, es decir, casi 20.000 cerdos menos a la semana. “Es el equivalente a un matadero”, señala Pascal Le Duot, director del Mercado Bretón del Porcino (MPB).
Los costes de producción se disparan
Para Pascal Le Duot, el efecto tijera que sufrieron los productores en la primavera de 2022, con un precio del cerdo insuficiente ante la explosión de los costes de producción, no es ajeno a esta situación. “Los productores han parado su actividad. Como resultado, el número de reproductoras disminuyó, que ahora se refleja en la cantidad de cerdos que llegan a los mataderos».
Este descenso de la oferta se observa en todos los principales países productores europeos. Y por una buena razón: el resultado de la encuesta ganadera realizada en la primavera de 2022 es “edificante”, informa el Instituto Porcino (Ifip). En el Viejo Continente, el censo de reproductoras se desplomó un 4,6% en un año. Esta bajada es marcada en las principales áreas de producción como Alemania (–8,7%), Dinamarca (–6,6%) y Polonia (–17,5%). El número total de cerdos se redujo un 5,8%. Para el 1º semestre de 2023, el Ifip prevé, por tanto, una caída de la producción porcina europea del 3,6%, y del 2,6% en todo el año, con respecto a 2022.
Resistencia del mercado francés
En ese contexto, “el precio de la producción porcina deberá mantenerse fuerte en 2023”, asegura el instituto. En Francia, el precio de base en el MPB ha vuelto a cruzar la barra simbólica de 2€/kg desde el 26 de enero de 2023. Debería asentarse allí, «salvo un problema de sanidad animal importante», recuerda Pascal Le Duot, refiriéndose a la Peste Porcina Africana, cuya amenaza permanece presente. “Más allá de los efectos de la inflación, es la falta de cerdos lo que determina el precio”, señala. Además, según el Ifip, el mercado francés está “estructuralmente dotado de una capacidad de resiliencia frente a las perturbaciones económicas, en particular gracias a la estrategia “Le Porc Français”. Esto se traduce en una “cierta resistencia” en comparación con sus vecinos europeos.
Las salidas de exportación siguen siendo “poco dinámicas”, observa el Ifip. «Las necesidades de carne de China siguen siendo bajas y la competencia internacional es fuerte, particularmente de los EE.UU.», explica Le Duot. Allí el precio del cerdo es muy bajo y el país se beneficia de una paridad entre el euro y el dólar que le permite ser competitivo frente a los operadores europeos”. Este año, el Ifip prevé una caída del 10% en las exportaciones europeas, respecto a 2022.
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