El presente estudio tiene como objetivo analizar el mercado del jamón y los embutidos en la República Checa, sus perspectivas de futuro y las oportunidades que ofrece el sector. El objeto del análisis es que sirva como orientación para las empresas españolas interesadas en exportar sus productos al mercado checo.
El sector cárnico tiene gran importancia en la República Checa, al contar con la mayor parte de los ingresos de su industria agroalimentaria.
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El volumen de producción nacional del sector de los jamones y los productos embutidos ha experimentado un descenso en los años 2020/21, de manera similar al registrado en el sector cárnico en la República Checa.
No obstante, en 2021, el valor total de las ventas fue de 561,71 millones de euros, lo que supone un incremento del 39,57% en la facturación del sector en el último lustro.
La tendencia creciente de la facturación del sector, que contrasta con el descenso del valor de la producción, se explica por una mayor predisposición a la importación de jamones y productos embutidos ante la producción local.
De hecho, el valor total de las importaciones del sector en 2021 fue de 186,009 millones de euros, lo que supone un aumento del 48,7% con respecto al valor de hace 5 años. Entre los países suministradores, destaca España como principal exportador de jamones.
Con respecto al comercio bilateral con España, en 2021, el valor total de las importaciones de jamones y embutidos desde España ascendió a un total de 10,399 millones de euros, lo que supone un aumento del 156% con respecto a la cifra de 2016. Por otro lado, el valor total de las exportaciones de jamones y embutidos a España ascendió a un total de 1,331 millones de euros en 2021, lo que supone un descenso del 4,17% con respecto a la cifra de 2016.
En cuanto al ecosistema empresarial, el sector de los productos embutidos está muy fragmentado en la República Checa. Existe una gran cantidad de empresas con una muy similar cuota de mercado. El segmento de las marcas blancas ha ganado terreno en este sector durante 2021. El impacto económico de las medidas introducidas para limitar la propagación de la Covid-19 y la previsión de una mayor inflación han servido para minar la confianza y el poder adquisitivo de los consumidores.
Demanda
Los embutidos y productos cárnicos suponen la subcategoría más grande en términos de gasto de los hogares checos. La demanda de estos productos experimentó un notable aumento gracias a las condiciones creadas por la Covid-19. El deseo de reducir al mínimo la exposición al virus en los supermercados provocó un incremento en la demanda de productos con mayor vida útil, que pudiesen ser almacenados durante más tiempo.
A la hora de comprar productos cárnicos procesados, los consumidores checos evalúan los diferentes productos a partir de cinco factores principales: la calidad percibida de los productos, el factor salud, el precio, el origen (preferentemente origen checo) y el bienestar animal. Estos factores son evaluados de manera distinta según el perfil del consumidor, en función de su edad, género y situación familiar. En particular, el número de hijos ha influido significativamente para que la demanda de los llamados paquetes familiares haya sufrido un aumento significativo en los últimos años.
Además, los consumidores checos sienten una cada vez mayor preocupación por la ecología. Los clientes comenzaron a exigir una reducción en la proporción de plásticos en los envases de los productos, y han comenzado a interesarse por que la proporción de materiales reciclables en el embalaje sea lo más alta posible.
Precios
Los precios medios del jamón serrano en lonchas están en torno a 936,77Kč/kg, lo que equivale a alrededor de 38€/kg. En cuanto al jamón cocido o jamón tipo York, los precios medios están en torno a las 341,32Kč/kg, que corresponde a 13,85€/kg.
Para el chorizo, los precios medios están en torno a las 498,43Kč/kg, que equivale a 20,23€/kg. En el caso del fuet, el precio medio es de 466Kč/kg o 18,9€/kg; y para el salchichón, 565,88 Kč/kg, lo que equivale a alrededor de 23€/kg.
Los precios medios han sufrido un mayor incremento en el transcurso del año 2022, debido a los altos niveles de inflación provocados, entre otras causas, por la situación de la guerra Rusia-Ucrania y el aumento del precio energético.
Percepción del producto español
En los últimos años, la percepción de los productos españoles ha mejorado notablemente. La presencia en supermercados de productos de origen español tales como el jamón, el chorizo y el fuet se ha vuelto habitual en la República Checa.
No obstante, la demanda de los productos españoles no está necesariamente relacionada con una mayor percepción de calidad de estos productos. Exceptuando a aquellos que conocen y que están dispuestos a pagar precios más altos por los embutidos y jamones españoles, la mayoría de los consumidores checos no están familiarizados con las diferencias en cuanto a la calidad de los productos.
Canales de distribución
La distribución minorista checa ha experimentado grandes cambios en los últimos 10 años. El lugar principal de compra de los hogares checos son las grandes superficies: cadenas de supermercados, hipermercados, y tiendas de descuento.
El comercio online representa una parte muy pequeña en el sector de los embutidos y los jamones en la República Checa. Esto se debe principalmente a la necesidad de transporte refrigerado de los productos.
No obstante, existe una variedad de empresas que ofrecen servicios de compra online de jamones y embutidos españoles con envío a este país. Cabe destacar, además, el favorable crecimiento en los últimos años de las ventas a través de los supermercados online en la República Checa.
Perspectivas y oportunidades
La República Checa está viendo aumentar rápidamente su población debido a la llegada masiva de refugiados procedentes de Ucrania y a la inmigración de personal cualificado que se beneficia de la prácticamente nula tasa de desempleo. Esto hace prever un aumento de la demanda de alimentos, que no se puede compensar fácilmente mediante un aumento de la producción local. Las importaciones de países del Este también parecen improbables en un escenario de conflicto, por lo que esto podría ser aprovechado como una oportunidad para incrementar las exportaciones de las empresas españolas a la República Checa.
Además, una de las limitaciones para el desarrollo del canal de distribución online de los jamones y embutidos es el transporte refrigerado de los productos. Por el momento, no existen productores checos que tengan un sistema de envasado que permita el transporte seguro de los embutidos sin refrigeración, mientras que algunas empresas españolas sí que cuentan con dicho sistema. Esto podría suponer una oportunidad para vender en el mercado checo por un nuevo canal sin apenas competidores.
Puede acceder al estudio de mercado completo en el siguiente enlace: El mercado del jamón y los embutidos en la República Checa 2022
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