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Estimulación de la inmunidad innata pulmonar en cerdos mediante Rothia nasimurium inactivada

Cuando un patógeno alcanza los pulmones, unas de las primeras células en reaccionar son los macrófagos alveolares. Estas células inmunitarias, que viven en los alvéolos (pequeñas estructuras donde ocurre el intercambio gaseoso), juegan un papel clave al activar rápidamente las defensas del organismo. Pero, ¿es posible mejorar aún más su respuesta antes de que se enfrenten a una infección?

Eso es lo que plantea una reciente investigación del IRTA-CReSA, que explora si se puede «entrenar» el sistema inmunitario porcino mediante el uso de sustancias inmunoestimulantes. En particular, el estudio analiza el potencial de una bacteria comensal inactivada llamada Rothia nasimurium, común en la microbiota nasal del cerdo. El objetivo es comprobar si esta bacteria puede activar de forma preventiva a los macrófagos alveolares, preparándolos para responder con mayor eficacia frente a virus y bacterias.

Una aliada microbiana que potencia la respuesta inmunitaria

Rothia nasimurium es una bacteria que convive normalmente en la nariz de cerdos sanos sin causarles daño. Investigaciones anteriores ya habían sugerido que podría tener efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico. En esta nueva fase, los científicos utilizaron una versión inactivada de la bacteria, es decir, incapaz de reproducirse o provocar enfermedad, para tratar macrófagos obtenidos directamente del pulmón porcino.

Los resultados mostraron que estas células tratadas con R. Nasimurium presentaban una mayor resistencia a la replicación viral y una respuesta inmunitaria más activa frente a virus de gran relevancia para la industria, como el del síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSV) y el de la peste porcina africana (ASFV).

Un sistema inmunitario que “recuerda”

Uno de los descubrimientos más destacados del estudio es que este efecto protector no se desvanece inmediatamente. Incluso varios días después del tratamiento, los macrófagos mantenían una respuesta más potente frente a infecciones. Este fenómeno se relaciona con la llamada “memoria entrenada” del sistema inmune innato. A diferencia de la memoria del sistema adaptativo (que implica anticuerpos y linfocitos), esta forma de memoria se basa en cambios metabólicos y epigenéticos que hacen que las células innatas respondan de manera más intensa en futuras exposiciones a patógenos.

Una alternativa natural para fortalecer la inmunidad

Este enfoque representa una estrategia novedosa para reforzar las defensas respiratorias de los cerdos sin depender exclusivamente de vacunas o antibióticos. La idea de usar bacterias inactivadas para preparar el sistema inmunitario ofrece una vía sostenible para reducir infecciones y mejorar la salud animal, contribuyendo al mismo tiempo a disminuir el uso de antimicrobianos en la ganadería.

Un concepto con proyección en medicina humana

Aunque el trabajo se centra en cerdos, el concepto de potenciar la inmunidad innata tiene implicaciones más amplias. En humanos, ya se han investigado métodos similares, como el uso de la vacuna BCG o extractos bacterianos y fúngicos, para fortalecer las defensas frente a virus respiratorios, incluido el SARS-CoV-2.

Este estudio no solo resalta el valor del cerdo como modelo en investigación inmunológica, sino que también abre la puerta a estrategias innovadoras que aprovechan los beneficios de la microbiota como fuente de señales inmunológicas protectoras.