Durante la pasada semana, el mercado europeo se ha estabilizado en su conjunto, con la excepción de España. Los productores son conscientes de que en este momento se define el punto de partida para el próximo año. Mientras tanto, los mataderos se concentran en el corto plazo, tratando de aprovechar lo que resta de ejercicio para que el precio del cerdo español recupere terreno y gane competitividad frente a otros países europeos.
En Alemania, la comercialización de los cerdos se vuelve cada vez más difícil. Sin embargo, los volúmenes de sacrificio siguen siendo elevados y los pesos estables. El precio de referencia se mantiene estable. Alemania habría bajado cerca de 20 céntimos en vivo (12%) desde el pasada mes de julio, arrastrando las referencias danesa (-17%) y holandesa (-18%), más dependientes de la exportación a China.
En España, como en Francia, los aranceles chinos no bastan para explicar la espiral bajista de los precios. Por otro lado, los operadores españoles tienen dificultades para evaluar con precisión su impacto. El aumento de los pesos observados es lógico, y los sacrificios avanzan, lo que beneficia a los productores que deben liberar espacio para los lechones. Las necesidades de los mataderos están ampliamente cubiertas. En exportación, en el mercado asiático, las posiciones españolas siguen en retroceso, fuertemente presionadas por la competencia de Brasil. Como resultado, hay más volúmenes disponibles para colocar en Europa. La cotización española ha perdido un 16% de su valor desde julio, casi 30 centimos en vivo.
En Bélgica, la bajada fue marcada la semana anterior, pero el precio se estabiliza. Los sacrificios siguen siendo importantes, pero los productores temen una espiral negativa. Los pesos aumentaron de forma notable en comparación con el año pasado (+1,1 kg). Los precios podrían mantenerse estables si Alemania resiste, pero la incertidumbre persiste.
En Italia, en un mercado todavía caracterizado por una oferta limitada, la subida registrada la semana anterior se confirma nuevamente. La situación sigue sin cambios: una oferta insuficiente cubre apenas una demanda frágil, en un mercado poco dinámico, lastrado por el aumento de las importaciones extranjeras, llamadas a crecer aún más con los aranceles chinos.
En Francia las posiciones se mantuvieron relativamente cercanas y en su mayoría alineadas con el precio medio, contrastando con la tendencia de las semanas anteriores, sin aportar, sin embargo, señales claras sobre la durabilidad de este movimiento. Los volúmenes de sacrificio se mantuvieron en un nivel cercano al de la semana anterior, mientras que los pesos aumentaron con perspectivas de que esta tendencia se mantenga de forma continua hasta el cierre del ejercicio.
En EE.UU., los precios de los cerdos se mantuvieron estables, mientras que el valor de la canal retrocedió ligeramente, a pesar de seguir en un nivel récord para el período. Algunas piezas se depreciaron de manera notable. Los sacrificios, en aumento con respecto al año pasado y a la semana anterior, parecen iniciar su progresión estacional.
En China, los precios del cerdo experimentaron una ligera recuperación tras un período de descenso. La oferta se vio levemente reducida por salidas retrasadas, mientras que la demanda, aunque débil, muestra algunos signos de reactivación. El mercado sigue siendo prudente, oscilando entre la estabilización y el riesgo de retroceso, apreciándose una disminución del 8% en las cotizaciones desde el pasado mes de julio.
En lo que respecta al mercado de cereales, la situación se mantiene bastante estable tanto en la operativa como en los precios. Sin embargo, la soja concentró toda la atención esta semana, primero por el breve anuncio del pasado fin de semana (que apenas duró 2 días) en el que Argentina comunicó la suspensión de los impuestos a la exportación de todos los granos. A ello se sumó una segunda noticia de gran relevancia: la Comisión Europea decidió posponer hasta 2027 la entrada en vigor del Reglamento sobre Deforestación de la soja.