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Impacto de la macrogranja lactea soriana

La semana pasada desde el País vasco ya se dejó claro que hay miedo a las consecuencias de la macrigranja láctea de Soria, tras la denuncia del sindicato EHNE, pero este temor comienza a ir más allá, ya que hasta la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, ha trasladado el “no rotundo” del Ejecutivo Vasco al proyecto de “macro” vaquería que se pretende crear en el municipio soriano de Noviercas con 20.000 vacas y ha defendido el sector lácteo vasco.

Tapia ha respondido así en el pleno de control a la parlamentaria de EH Bilu Eva López de Arroyabe, quien ha solicitado al Ejecutivo autonómico un posicionamiento sobre un proyecto que ha calificado “tsunami lácteo” y de “monstruo” medioambiental y económico “brutal”.

Como se recorará, la Sociedad Limitada Valle de Odieta pretende implantar en este municipio soriano una vaquería con 20.000 cabezas que podrían producir casi 180 millones de litros de leche al año y desde el sindicato agrario EHNE ha advertido ya de que este proyecto pondrá en riesgo los 360 caseríos de la Comunidad Autónoma Vasca que se dedican a la producción láctea.

La consejera vasca ha recalcado el posicionamiento en contra del Gobierno autonómico a este proyecto y ha asegurado que ese “no rotundo” se pone de manifiesto en la posición que el Ejecutivo vasco ha mantenido a lo largo de los años en defensa de un sector “profesional y competitivo” y de las familias que viven de él.

“Esa es la forma de trabajar y vamos a seguir” en esa línea sin obviar la profesionalización del sector “necesaria y su competitividad” y apoyando sobre todo a las familias que trabajan en el ámbito agrario.

Ha recordado que las explotaciones lácteas en Euskadi tienen de medida 36 reses y que también han tenido “dificultades” en los últimos años, pero ha afirmado que el trabajo de las cooperativas ha permitido que el precio que se paga por litro de leche sea “mucho más elevado” que en otros lugares.

Finalmente ha apelado a que las cadenas distribuidoras compren producto local y sigan haciendo promoción del mismo.

La parlamentaria de EH Bidu ha pedido al Ejecutivo Vasco que lidere una posición clara contra ese modelo de producción y ha recordado que no hacen falta 20.000 cabezas de ganado para tener una granja intensiva.

“Pedimos que no sea cómplice de este tipo de proyectos ni de modelos intensivos que también los hay aquí”, ha concluido López de Arroyabe.

Asaja Palencia también se ha unido a quienes rechazan el proyecto de instalación de una macrogranja láctea para producción de leche en Soria y, en especial, está en contra de que esta iniciativa, con 20.000 vacas que sería la más grande de Europa y generaría 180 millones de litros de leche, casi un tercio de lo que se produce en Castilla y León, cuente con dinero público para su consolidación.

Por eso, la organización cree que esta granja intensiva “agudizaría la crisis tanto de precios como de comercialización que sufre el sector, al saturar el mercado con una producción de enormes proporciones”. Además de las repercusiones económicas, Asaja apunta a otras consecuencias no deseables si se concreta este proyecto. “Los fondos públicos se deben distribuir entre las ganaderías existentes para favorecer el territorio y luchar contra la despoblación rural”.

Asimismo, recuerda que, desde la liberalización de las cuotas lácteas hace casi dos años, que ha provocado la desaparición de la cuarta parte de las explotaciones lácteas de esta región, el Gobierno está incentivando con ayudas la reducción de producción de leche para paliar la crisis e intentar regular el mercado.

Por ello, Asaja no entiende que mientras por un lado se incentiva el no incremento de la producción mediante fondos públicos, por otro se plantea un proyecto como éste que crearía un fuerte desequilibrio en el mercado. “Hace tan sólo unos meses pedíamos ayuda a la administración para los ganaderos amenazados con no recogerles la leche, y ahora tememos la salida al mercado de millones de litros si se concreta este proyecto”.

Para Asaja, el futuro del sector lácteo “no pasa por este tipo de proyectos, sino por promocionar la excelente calidad de la leche producida en nuestra tierra, la viabilidad de los cientos de explotaciones familiares y la correcta identificación del origen de los productos lácteos”.

Desde que se anunciara que se iba a crear, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, la macrogranja láctea con 20.000 vacas en el municipio soriano de Noviercas, el sector se ha puesto en pie de guerra contra una iniciativa que, aseguran, puede acabar con la gran mayoría de las explotaciones de esta Comunidad Autónoma. Sin embargo, el tsunami lácteo que va a provocar no sólo afectará a las explotaciones cercanas, sino que puede arrasar también todo la cornisa cantábrica, incluyendo a Navarra o el País Vasco.

Como se recuerda desde el sindicato vasco Ehne, Noviercas está a menos de 200km de Navarra y la Comunidad Autónoma Vasca, por lo que la puesta en marcha de la macrogranja influirá drásticamente en el futuro de las explotaciones familiares ganaderas que se dedican a la producción láctea. Los 168 caseríos de Navarra y los 360 de la CoMunidad Autónoma Vasca que se dedican a esta actividad económica y en general todas las de la cornisa cantábrica “corren riesgo de desaparecer si este proyecto sigue adelante”, advierten.

Si se consolida este proyecto, que hasta el momento cuenta con un preocupante silencio por parte del Ministerio de Agricultura, a pesa de que se ha reunido con representantes de COAG para analizar su impacto, podría llegar a producir un total de 179.740.000 litros de leche al año que vendrían a sustituir a 432 explotaciones de su entorno (un tercio del total de explotaciones de Castilla y León) o, lo que es lo mismo, a destruir 726 puestos de trabajo directos en el medio rural.

A esto habría que sumar las explotaciones navarras, vascas y, no cabe descartar, muchas en Asturias y Cantabria. De igual forma, en Andalucía también se mira con preocupación la que estaría llamada a ser la mayor explotación láctea de toda Europa.

De igual forma, además del daño que puede provocar directamente en las explotaciones más pequeñas, preocupa especialmente el impacto que la macrogranja puede generar en el precio de la leche en origen a nivel nacional, lo que afectaría también a Galicia como primera productora española.

Por todo esto, además de la campaña “Noviercas: #EstaGranjaNOeslaLeche” de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG para lograr una sensibilización social contra esta macrogranja, la organización agraria mantendrá reuniones con los diferentes grupos políticos con representación en el Congreso, así como se reunirá con lasç gobiernos locales, para exponer los resultados del informe de impacto de esta “monstruosa iniciativa”, pedir su rotundo rechazo y plantear una normativa reguladora que ponga límite a la dimensión de las explotaciones para garantizar la sostenibilidad económica, social y medioambiental de la actividad ganadera y fomente el modelo social y profesional agrario. Esta campaña también se trasladará a Bruselas, con una ronda de contactos con los europarlamentarios españoles y los grupos del Parlamento Europeo.

Desde el fin de las cuotas lácteas (1 de abril de 2015) en España ha disminuido un 10% el número de explotaciones lácteas, pasando de 17.084 a 15.368 en diciembre de 2016. Cerca de 2.000 explotaciones no han podido soportar unos precios en origen por debajo de los costes de producción. Como denuncian las organizaciones agrarias, “el proyecto de Noviercas sólo es posible por la eliminación del sistema de cuotas de producción y la desregulación de los mercados”.

Fuente: Agro información


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