La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha cursado ya 3 documentos al titular de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones y a la Consejería que dirige, solicitándole un cambio en el cálculo de referencia para la gestión de estiércoles en las granjas de porcino, ya que consideran que los actuales cálculos se han quedado tan obsoletos que hoy en día pueden considerarse de otra época.
El 1º de estos documentos fue remitido por COAG a José Manuel Jiménez Blázquez, director general de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio en septiembre de 2024. El 2º y el 3º escrito, redactados por COAG en colaboración con UPA y ASAJA, fueron enviados al departamento de Suárez Quiñones en febrero y julio de este año. COAG, ni ninguna de las organizaciones han obtenido respuesta a pesar de que el asunto en cuestión “urge para solucionar los graves perjuicios que se derivan para los productores que desean acometer mejoras o ampliación de sus granjas”.
Tan de otra época son las medidas que se exigen, que según los ganaderos, están frenando la pujanza del potente sector porcino regional (2º de España en ibérico y 3º en capa blanca), considerando que otras Comunidades Autónomas ya han trasladado las innovaciones técnicas a su legislación y por ello. Destacan que en Cataluña, el cálculo de generación de purines por cerdo se ha rebajado a una horquilla de entre 1 y 1,65 metros cúbicos por animal y año, mientas Castilla y León sigue con la estimación de 2,15 metros cúbicos por animal y año, lo que resulta que por cada cerdo castellano y leonés, permiten legalmente un cerdo y medio en Cataluña, considerando que esa diferencia entre animales es el beneficio del ganadero en muchos casos.
Esa “desfasada cifra” supone que un ganadero de Castilla y León se vea obligado a albergar mucha menor cantidad de cerdos en su explotación, en tanto que la visión de Medio Ambiente todavía cree que cada animal aporta 2,15 metros cúbicos de deyecciones a la balsa de purines. La alternativa es ampliar la balsa, lo cual exige mayor inversión y un calvario burocrático sin garantías de resolución, como lo demuestran varios casos concretos que COAG conoce en la provincia de Soria. Varios profesionales se han visto obligados a suscribir créditos para ampliar y modernizar la explotación y en estos momentos no pueden afrontar los costes de la amortización lastrados por las limitaciones de la norma regional.
En el 2º documento, enviado a Suarez Quiñones en febrero de 2025, las organizaciones razonan que “os parámetros de referencia actualmente exigidos en Castilla y León se han quedado viejos, al no reflejar la optimización de recursos que implementa el sector y que está confirmando una considerable disminución en la generación de estiércoles por Unidad de Ganado Mayor (UGM). El dato real que revelan es que cerdos de engorde (20-100 kg) en las actuales granjas de Castilla y León han generado por plaza y año 0,96 metros cúbicos.
Además, la sólida argumentación presentada por COAG al responsable de Medio Ambiente cuenta con el aval de la Consejería de Agricultura y Ganadería y del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), organismo que en su día también comunicó a Medio Ambiente su respaldo a la propuesta de nuestra organización, por lo que desde las organizaciones no entienden este mutismo de Suárez Quiñones en tanto que organismos con solvencia científica, miembros además del mismo equipo dirigente regional han visto la conveniencia de adaptar los parámetros que rigen la gestión de las deyecciones porcinas en Castilla y León a las innovaciones tecnológicas y de manejo del ganado.


