El precio y la comercialización de la ‘porcella mallorquina’ ha mejorado este año gracias, en parte, a las diferentes acciones que la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca ha desarrollado a favor del sector porcino desde el inicio de la legislatura, como el cambio de sede de la lonja de porcino del matadero de Palma a Sineu.
Asimismo, se hizo un llamamiento a los ganaderos y mercaderes a acudir de forma regular con el fin de mejorar el precio de lonja y que sea un referente real para los agricultores, según ha explicado la Conselleria este sábado en un comunicado.
Este cambio se hizo efectivo en septiembre de 2016 y desde entonces los precios han mejorado para el agricultor. También el año pasado se hizo visible la marca Porcella Mallorquina, después de un año de trabajo, que ha ayudado a la diferenciación del producto local.
Esta marca ha ido acompañada de promoción y ha provocado un incremento del precio y de la demanda de ‘porcella’ de Mallorca hasta la situación actual, que es «muy esperanzadora», han comentado desde el Govern.
Sin embargo, en los próximos meses está previsto continuar trabajando para acabar de dar a la marca las garantías necesarias con pinzas de oreja identificativas a las lechonas, siempre de acuerdo con las recomendaciones y exigencias del sector.
En 2015 y 2016, el sector porcino pasó por una situación difícil agravada por la sequía que se podría haber traducido en un cierre de explotaciones; una situación que se evitó con una aportación de unos 500.000 euros por parte de Medio Ambiente.
Por último, desde la Conselleria han declarado que actualmente la situación económica del sector «ha mejorado y no es preocupante».
Existencias agotadas estas navidades
La producción de lechonas nacidas y cebadas en Mallorca no satisfará la demanda de los consumidores estas Navidades. «No hay suficientes porcelles, hay pedidos que solo podremos servir parcialmente. Quiero decir que si pedían 50 lechonas solo les podremos suministrar 30», aseguraba este miércoles un ganadero en el tradicional almuerzo que la Associació de Criadors de Porc Negre celebra cada año en Sineu poco antes de las fiestas.
La escasez de lechonas afecta tanto a la negra (la autóctona) como a la blanca. El presidente de la asociación de porcino de Balears, Antoni Mestre, atribuía esta escasez al cierre de explotaciones acontecido los últimos años. «Solo quedan 6.400 cerdas productoras (blancas), cuando hace tres años eran casi el doble», señaló. ¿Por qué han cerrados estas explotaciones? «Porqué el precio de la lechona ha estado por debajo de los costes de producción durante años. Teníamos pérdidas. Yo mismo perdí alrededor de 20.000 euros el año pasado. Y perder significa perder, no que no los ganara, sino que tuve que ponerlos de mi bolsillo», respondió Mestre.
Otro payés iba más allá: «Los responsables de lo ocurrido son los mayoristas, que no supieron valorar el producto y nos pagaron por debajo del precio de coste. Los ganaderos se cansaron y abandonaron».
Esta escasez ha provocado un aumento de precios. El de la lechona blanca se ha incrementado pasando de los 47 euros que costaba la Navidad de año pasado a los 51 de 2017. El precio de la porcelleta negra, por su parte, se sitúa en torno a los 55. El precio del cerdo cebado para el consumo de su carne fresca también va a subir, previsiblemente.


Deja un comentario