El superávit comercial del sector agroalimentario y pesquero creció un 4,1 % en 2015 hasta 9.987 millones, tras una exportación récord de 44.065 millones, un 7,5 % más, con datos del Magrama.
Actualmente, el 68,7 % del mercado exterior de los alimentos y bebidas depende de la UE, de acuerdo con la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), mientras que las salidas a otros destinos suponen algo más del 30 % del total.
“Es un buen dato” pero “es nuestro deber no estar nunca satisfechos”, explica el director de Desarrollo de Negocio de la Industria de Alimentación y Bebidas de FIAB, Ignacio Garamendi, quien aclara que las empresas “están haciendo cada vez mayores esfuerzos enfocados hacia el mercado extra-comunitario”.
Principales mercados
EEUU absorbe ya el 5,1% de las exportaciones fuera de la UE, seguido de China (2,9 %) y Japón (2,4 %), concreta Garamendi. Hacia esos destinos, al sudeste asiático en general, a Latinoamérica, a Oriente Medio y a Australia deberían dirigirse los mayores esfuerzos, según puntualiza el director.
Por lo que respecta a China, es uno de los mercados referencia por su crecimiento durante los últimos años y, así, “desde FIAB estamos haciendo importantes esfuerzos por ayudar a abrir camino a las empresas; sin ir más lejos, esta semana hemos mantenido un importante encuentro en España con los responsables de Alibaba”.
Las salidas de alimentos y bebidas a China crecieron de forma exponencial en los últimos años, al pasar de poco más de 80 millones en 2008 a más de 1.000 millones en 2015, según datos oficiales.
En cuanto a EEUU, “se ha convertido en uno de los principales objetivos para la industria”, sobre todo para sectores como el vino, el aceite y las conservas vegetales, remarcan desde la FIAB.
Durante los últimos quince años -explica Garamendi- el mercado estadounidense ha mantenido ratios de crecimiento superiores al 5 %, en gran parte motivados por el auge del mercado hispano y por un mayor interés por la gastronomía “gourmet”, por lo que “recuperar pujanza ante el gigante americano es una de nuestras prioridades”.
Asimismo, las exportaciones a América Latina han incrementado un 13 % en los últimos cinco años: una población mayoritariamente joven con predisposición al consumo de productos españoles, así como el carácter “premium” de los mismos, abren nuevas expectativas.
Y, en los países del norte de África o Sudáfrica -apostilla-, los productos españoles “tienen una mayor aceptación por facturación”.
Las principales ventas en valor se refieren al pescado, el aceite de soja, el vino, la carne de ave y las preparaciones de sopas, que en el último año han tenido un crecimiento muy destacado en África.
Por su parte, el director de Relaciones Internacionales de Cooperativas Agro-alimentarias, Gabriel Trenzado, recuerda que la UE es un mercado muy competitivo y consolidado, mientras cobran protagonismo los países lejanos, con más crecimiento y márgenes.
El “gran caballo de batalla” está en exportar más productos transformados y que las empresas tengan la dimensión adecuada.
Para poder avanzar -apostilla-, las empresas necesitan que los acuerdos de libre comercio que se alcancen garanticen la seguridad jurídica, que se respeta el sistema europeo de producción y las denominaciones de origen e igualdad en las condiciones comerciales.
Según lamenta Trenzado, muchos acuerdos comerciales que se han rubricado están “incompletos” y los países de destino exigen protocolos o “condiciones extra” para autorizar las exportaciones, que se convierten en “barreras no arancelarias de facto”.
Como ejemplo -recuerda-, a los cítricos españoles se les obliga a entrar por un solo puerto de EEUU y tener un sistema de inspecciones en campo que hacen las autoridades norteamericanas -y que pagan productores y cooperativas españolas-, pero estas exigencias no se aplican a otros países y productos -como el kiwi italiano-.
A veces se paralizan importaciones a partir de unos niveles porque las autoridades americanas alegan problemas sanitarios.
A pesar de todo, el experto valora que en EEUU “hay mucho margen para crecer aún” en ventas; con Japón, la UE renegocia el acuerdo comercial para ampliar la penetración de alimentos europeos y en China hay una creciente demanda por artículos de calidad y seguros.
Incluso Vietnam “puede ser interesante” porque la UE ha firmado un acuerdo comercial -que entra en vigor plenamente entre 2017 y 2018-, y también Bruselas ha cerrado un tratado con Canadá para liberalizar el 93 % de los intercambios agroalimentarios.
Colombia o México son mercados con futuro, aunque deben mejorarse los protocolos fitosanitarios, concluye Trenzado.
España es la cuarta potencia exportadora alimentaria europea, sólo por detrás de Países Bajos, Alemania y Francia.
http://www.efeagro.com/noticia/industria-alimentaria-espanola-exportaciones/
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