Rabobank proyecta que el censo mundial de reproductoras disminuya en 2026, a medida que los productores enfrentan una mayor incertidumbre. Aunque el menor suministro de carnes de cerdos competidoras y los menores costos de alimentación favorecerán un entorno de márgenes positivos para la mayoría de los productores, la industria se mantiene cautelosa respecto a la expansión del censo. El sector está dando cada vez más prioridad a la mejora de la productividad, la salud animal y la optimización del peso de las canales para compensar la limitación del crecimiento del censo. Cabe destacar que la política de China de reducir su número de reproductoras en 1 millón (aproximadamente un 2,5% de su actual censo) provocará una reducción del 1% en el censo mundial. Sin embargo, el crecimiento continuo del censo de reproductoras en Brasil, impulsado por márgenes favorables y un sólido aumento de las exportaciones, compensará parcialmente este descenso.
El comercio mundial de carne de cerdo ha aumentado un 3% interanual hasta junio, con expectativas de cerrar 2025 en niveles iguales o ligeramente superiores a los del año anterior. Brasil destaca como el principal beneficiario, al estar en posición de ampliar su participación de mercado del 12% al 15% del volumen global de carne de cerdo para 2025. Este éxito se atribuye a los esfuerzos estratégicos del país por ampliar el acceso a los mercados y diversificar sus relaciones comerciales. Mientras tanto, las tensiones geopolíticas persisten, con Estados Unidos y la Unión Europea enfrentando dificultades comerciales con mercados clave de exportación, como China.
La salud de los animales fue un factor importante de disrupción en la producción y el comercio durante el último año, pero los primeros indicios apuntan a una perspectiva más estable para 2026. Las pérdidas por enfermedades a comienzos de 2025 han limitado la oferta de carne de cerdo en la mayoría de las principales regiones productoras. La Peste Porcina Africana (PPA) continúa siendo un desafío, especialmente en Vietnam, que ha reportado más de 970 casos y la pérdida de más de 100.000 cerdos en 2025. A pesar de los esfuerzos por mejorar la bioseguridad y aplicar protocolos de vacunación, el virus sigue siendo difícil de controlar. Europa también enfrenta desafíos con la PPA, con Rumania y Alemania registrando nuevos brotes en sus censos comerciales. Además, enfermedades como la fiebre aftosa (FA) y el síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRS) están afectando a la producción, siendo el PRRS responsable de pérdidas significativas en los mercados de América del Norte y Europa.
Por lo que se refiere a los precios del cerdo, se mantienen firmes, ya que el crecimiento de la demanda supera la oferta en la mayoría de los mercados. Las principales regiones productoras, como la UE y América del Norte, han visto disminuir sus inventarios de carne de cerdo, lo que ha provocado aumentos de precios del 10% en la UE y del 21% en EE.UU. en lo que va del año. En contraste, los precios del cerdo en China han caído un 42% interanual debido a una mayor eficiencia productiva. Aunque el consumo de carne de cerdo se mantiene estable, las presiones inflacionarias podrían afectar las ventas a finales de 2025 y principios de 2026. A pesar de estos desafíos económicos, la oferta limitada de otras carnes como la vacuna o aviar, a nivel mundial se espera que apoye el consumo de cerdo, aunque los cortes premium y los dependientes de la exportación podrían enfrentar presiones a la baja.


