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La Junta prevé convocar de nuevo ayudas «excepcionales» en 2025 para combatir la seca en las dehesas

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La Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía prevé convocar de nuevo ayudas «excepcionales» para combatir la Phytophthora cinnamomi (conocida como la seca) que está afectando a cientos de ejemplares quercus (alcornoques, encinas y robles) de las dehesas andaluzas. Las ayudas (para las que provisionalmente se han destinado 30 millones de euros) serán para la campaña de 2025, y los compromisos medioambientales que cubren deben realizarse entre el 15 de julio y el 31 de octubre de 2025.

Así figura en el proyecto de orden provisional que tienen en tramitación, en él se detalla que los propietarios de dehesas podrán aplicar hasta 1.500kg por hectárea de sulfato cálcico (yeso agrícola), carbonato cálcico y carbonato cálcico-magnésico para el «control» de la seca y «disminuir su efecto sobre los quercus». El importe a recibir será de 258,48€ por hectárea. Las solicitudes se realizarán en la petición única de la PAC, en el periodo comprendido entre el 1 de febrero y el 30 de abril de 2025, y cuyos importes se abonarán antes del 31 de diciembre de 2025.

Las «enmiendas calizas del suelo promueven un mayor desarrollo de las raíces de las plantas y mejoran la absorción de algunos elementos como el fósforo, lo que favorece que haya un mayor número de leguminosas en la composición botánica del pasto, y por tanto, mayor nitrificación del suelo». Los beneficiarios tendrán que disponer de una superficie mínima de actuación de 5 hectáreas de dehesa. Las ayudas que se recogerán en la orden estarán confinanciadas en un 75% por el Fondo Europeo Agrario de Desarrollo Rural (Feader), en un 10,75% por el Estado, y el resto por la Comunidad Autónoma.

Los solicitantes tendrán hasta el 10 de noviembre de 2025 para presentar las facturas de la compra de sulfato cálcico, carbonato cálcico y carbonato cálcico-magnésico. El plazo máximo para dictar y publicar la resolución de pago será de 6 meses a contar desde el día siguiente a la finalización del plazo establecido en la normativa comunitaria para el pago de la ayuda solicitada.

La última vez que se convocaron estas ayudas fue en abril de 2022, con 439 solicitudes abonadas, que fueron resueltas en el 1º semestre de 2023. El resultado de aquella campaña «ha sido considerado satisfactorio al haber contribuido en gran manera a los objetivos medioambientales perseguidos». Como del Programa de Desarrollo Rural de Andalucía (PDRA) 2014/2022 se han quedado fondos «sin ejecutar», la Junta argumenta que ve «oportuno y conveniente volver a convocar estas ayudas considerando, por un lado, que sigue siendo necesario el control de la Phytophthora cinnamomi, así como la disminución de su efecto sobre los quercus»; y por otro, teniendo en cuenta que «es necesario actualizar el importe de la prima de esta operación considerando el fuerte incremento de los precios ocurrido en los últimos 3 años tanto en los productos como en las labores y así poder compensar los sobrecostes en los que incurre realmente el agricultor por la realización de la enmienda cálcica».

La Consejería dispone de un Equipo de Diagnóstico de la Seca (EDS) para atender las peticiones de los propietarios de dehesa en Andalucía. En la Comunidad hay 1,3 millones de hectáreas de dehesa repartidas en un centenar de municipios. Para el abordaje de la seca y con el fin de reducir su impacto en el medio ambiente andaluz, un estudio liderado por Alberto Hornero, investigador del Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de Córdoba, ha permitido generar un sistema más preciso de detección de la seca a partir de imágenes térmicas y multiespectrales y un modelo de aprendizaje automático.

El estudio abarcó casi 2.300 árboles de Portugal y España con diferentes niveles de gravedad de la enfermedad. «El modelo de clasificación alcanzó una precisión global por encima del 76%, identificando incluso una tercera parte de los árboles en decaimiento que la inspección visual no había detectado inicialmente», según explicó Hornero, para el que «este avance no sólo ofrece una forma rentable y eficaz de controlar la salud de la dehesa, sino que también permite una intervención temprana en la gestión de la misma al detectar la enfermedad antes de que haya síntomas visibles de ella».

Recientemente, también ha sido presentado el Grupo Operativo «On Dehesa», una iniciativa de la Fundación Ayesa, Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (Aicia) de la Universidad de Sevilla y Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, con la que se estudiará la detección y prevención temprana de la seca mediante IoT (internet de las cosas) para evitar el deterioro de este ecosistema.


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