El mes de mayo ha dictado sentencia y todo lo que prometía abril respecto a la alfalfa de secano se ha ido al traste por un cúmulo de circunstancias, principalmente temperaturas muy bajas y terreno muy seco junto con varios ataques de plaga de gusanos han hecho que los rendimientos por hectárea no superen los 1.500 kg, prácticamente la mitad de lo que el agricultor esperaba.
La últimas lluvias caídas han sido muy irregulares y han llegado tarde, el único beneficio que pueden aportar donde han caído es un segundo corte ya más limpio y de mucha mayor calidad, esto también sería posible si lloviese en las demás zonas esta semana.
La provincia de León tiene una superficie de alfalfa de secano estable en el entorno de las 4.800 ha.
En cuanto a los forrajes y vezas también se espera un mal año. Se están empezando ya a segar y por tanto las lluvias que se esperan no tendrán ya repercusión en cuanto a rendimientos y lo único que podría ocurrir es que pierdan calidad las que están segadas en la actualidad.
En cuanto a las cotizaciones, subida de 2 euros por tonelada en trigo, cebada y maíz en consonancia con los mercados internacionales, donde empieza a cotizar al alza la sequía de EEUU y Australia, la paz comercial firmada entre EEUU y China y el aumento del precio del petróleo que está encareciendo las importaciones al ser mucho más caro el transporte.
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