Producción
El pronóstico de la Organización de las Naciones Unidas (FAO) para la producción mundial de cereales en 2023/24 se ha elevado marginalmente, y se sitúa ahora en 2.841 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 1,1% (32 millones de toneladas) con respecto a la campaña anterior. Esta nueva revisión se basa en un ajuste al alza de la producción mundial de maíz, que refleja las últimas estimaciones oficiales de la Unión Europea, y de la producción mundial de trigo, tras los datos oficiales publicados recientemente que apuntan a cosechas ligeramente mayores en Argentina y Australia.
Uso
El pronóstico para la utilización mundial de cereales en 2023/24 es de 4,6 millones de toneladas más que el pronóstico del pasado mes, y 36,4 millones de toneladas (1,3%) por encima del nivel de 2022/23. El pronóstico de utilización mundial de trigo para 2023/24, ahora fijado en 795 millones de toneladas, es un 2% por encima del nivel de 2022/23, incrementándose en 2,1 millones de toneladas con respecto al mes anterior, lo que refleja principalmente un mayor uso previsto para piensos en Argentina y otros usos en Gran Bretaña e Irlanda del Norte. El pronóstico para la utilización mundial de cereales secundarios para 2023/24 también se ha elevado en 2,5 millones de toneladas, lo que refleja una mayor utilización prevista para piensos de maíz, especialmente en México, y cebada, principalmente en China y Marruecos. Esta revisión al alza, eleva el pronóstico de utilización mundial de cereales secundarios en 2023/24 hasta las 1.509 millones de toneladas, un 1,5% más que el nivel de 2022/23.
Existencias
El pronóstico de la FAO para las existencias mundiales de cereales al finalizar 2024 se cifra ahora en 894 millones de toneladas, un 2,3% por encima de los niveles de apertura del año. Se pronostica que la relación entre las existencias y la utilización de cereales en 2023/24 se situará en un cómodo nivel del 31%, casi sin cambios con respecto al nivel del 30,9% de 2022/23. El pronóstico relativo a las existencias mundiales de trigo se ha reducido en 1 millón de tonelada, hasta las 318 millones de toneladas. Esta revisión a la baja se atribuye principalmente a una disminución prevista de los inventarios en la Federación de Rusia debido a una mayor previsión de exportaciones. Aún se prevé que las existencias mundiales de cereales secundarios, fijadas en 377 millones de toneladas, aumenten un 6,7% por encima de sus niveles de apertura, a pesar de una revisión a la baja de 2,1 millones de toneladas realizada este mes debido a las expectativas de menores inventarios de maíz, principalmente en Argentina, la Unión Europea y México, y cebada, casi exclusivamente en Australia.
Comercio
El pronóstico para el comercio mundial de cereales aumentó en 1,9 millones de toneladas con respecto al mes pasado, hasta las 485 millones de toneladas en 2023/24, lo que apunta a un aumento del 1,7% (8 millones de toneladas) por encima del nivel de 2022/23. El pronóstico del comercio mundial de trigo para 2023/24 se ha incrementado en 1,2 millones de toneladas, lo que refleja expectativas de mayores volúmenes de exportación por parte de la Federación de Rusia y una mayor demanda de importaciones por parte de la Unión Europea, Tailandia, Gran Bretaña e Irlanda del Norte. A pesar de la revisión al alza, todavía se prevé que el comercio mundial de trigo para 2023/24 disminuya con respecto al nivel de 2022/23 en un 0,7%, hasta las 199 millones de toneladas. El pronóstico para el comercio mundial de cereales secundarios se sitúa ahora en 235 millones de toneladas, 0,8 millones de toneladas más que el mes pasado y un 5% por encima del nivel de 2022/23. Teniendo en cuenta la mayor parte de la revisión al alza de este mes, las mayores exportaciones de cebada de Australia y las mayores importaciones de cebada de China y Marruecos para satisfacer la demanda interna de piensos elevaron el pronóstico del comercio mundial de cebada de este mes para 2023/24, impulsando aún más el aumento esperado. El pronóstico de la FAO para el comercio mundial de maíz en 2023/24 se mantiene en general sin cambios, ya que una revisión a la baja de las importaciones por parte de la Unión Europea se ve compensada por mayores compras por parte de México, Arabia Saudita, Gran Bretaña e Irlanda del Norte.
Perspectivas para las cosechas de 2024
En cuanto a las cosechas de 2024, el pronóstico de la FAO para la producción mundial de trigo se ha reducido ligeramente en comparación con el mes anterior, situándose ahora en 796 millones de toneladas, pero marcando aún un crecimiento esperado del 1% con respecto a la producción de 2023. La reciente revisión a la baja, refleja pequeños recortes en las previsiones de producción de trigo en la Unión Europea, Gran Bretaña e Irlanda del Norte, donde la humedad excesiva ha limitado las siembras de trigo, mientras que la sequía localizada está afectando a las zonas cultivadas en las partes meridionales y orientales de la Unión Europea. En Estados Unidos, a pesar de una disminución de la siembra, inducida por los precios, se sigue considerando que la producción total de trigo del país aumentará en 2024 gracias a la mejora prevista de los rendimientos y a una mayor superficie cosechada, respaldada por unas condiciones meteorológicas generalmente propicias. En Canadá, donde la cosecha principal de trigo de primavera se plantará a partir de mayo, los pronósticos preliminares apuntan a una probable disminución de la superficie sembrada debido a unos márgenes de beneficio más reducidos. Sin embargo, se prevé que un retorno a los rendimientos tendenciales impulsará la producción por encima del promedio de los últimos 5 años. Las condiciones en Ucrania se mantienen sin cambios con respecto al mes anterior, ya que la guerra sigue pesando mucho sobre el sector y sus perspectivas de producción. En Rusia, en un clima generalmente templado, las cosechas de trigo están yendo bien y se pronostica una producción de trigo superior a la media para 2024, aunque menor respecto al año anterior. En Asia, las condiciones climáticas propicias están reforzando las perspectivas de producción en la India y Pakistán, y como los precios remunerativos respaldan las siembras de trigo, es probable que se obtengan excelentes resultados en 2024. En los países del Cercano Oriente asiático, las abundantes lluvias han beneficiado el desarrollo de los cultivos y han repuesto los suministros de agua para riego, lo que ha apuntalado unas perspectivas favorables para la producción de trigo en 2024, cuyas cosechas se recogerán a partir de mayo. Por el contrario, los importantes déficits de precipitaciones y las altas temperaturas en todo el norte de África han degradado los cultivos de trigo y se esperan rendimientos bajos en 2024, tras los ya malos resultados del año pasado.
Para las cosechas de cereales secundarios de 2024, la siembra comenzará pronto en los países del hemisferio norte, mientras que al sur del ecuador ya se están recogiendo las cosechas tempranas. En Brasil, se prevé que la superficie total de maíz sea menor respecto al año anterior, y junto con las condiciones climáticas desfavorables que afectan a las principales regiones productoras, se prevé una menor producción de maíz en 2024, pero aún por encima del promedio de los últimos 5 años. Las buenas lluvias están respaldando las expectativas de un repunte de la producción de maíz en Argentina, tras la cosecha afectada por la sequía en 2023. En Sudáfrica, las persistentes escasas precipitaciones y las altas temperaturas han provocado una rebaja de las perspectivas de producción, y se espera que la cosecha de maíz de 2024 caiga por debajo del promedio de los 5 años anteriores. En los países vecinos se dan condiciones climáticas comparativamente secas y cálidas, lo que perjudica las perspectivas de rendimiento, y se esperan cosechas reducidas en todo el sur de África en 2024.
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