En Alemania, el mercado del cerdo llevaba ya varias semanas en desequilibrio debido a una oferta insuficiente. Esta tendencia se acentuó claramente la semana pasada, pasando de un aumento previsto de 5 céntimos, a uno confirmado de 10 céntimos, lo que podría impulsar finalmente los precios de la carne en el conjunto del mercado europeo. El mercado de la carne, por su parte, se mantiene relativamente estable en cuanto a precios, a pesar de que el periodo es favorable para la demanda.
El mercado español subió 5 céntimos en reacción al incremento registrado en Alemania. No obstante, al estar muy por delante de otros países europeos, los operadores españoles se mantienen cautelosos, sobre todo porque los pesos de las canales siguen siendo muy altos, con un ligero aumento observado nuevamente la semana anterior. En España el problema también radica en la falta de evolución de los precios en el mercado de la carne, lo que reduce los márgenes de los mataderos. Además, el impulso relacionado con las exportaciones parece haber llegado a su punto, y el consumo interno sigue por debajo de lo esperado, siendo ampliable a todos los países de la Unión Europea.
Italia confirma la tendencia a la baja anunciada una semana antes. Aunque menos pronunciada de lo previsto, esta bajada se explica claramente por una demanda muy reducida en el mercado de la carne, y algunos operadores solo trabajan 4 días a la semana para adaptarse a los volúmenes. Esta tendencia podría prolongarse aún durante algún tiempo.
En Bélgica, la presión al alza finalmente se concreta, impulsada por la nueva cotización alemana. Como en los demás países europeos, a pesar de una coyuntura y una meteorología favorables, los precios de la carne se mantienen estables, con los compradores de Europa del Este continuando con su resistencia. Al igual que en Francia, la exportación de animales hacia España ha permitido sanear el mercado, a pesar de la acumulación de días festivos.
La semana pasada en el mercado del cerdo francés no se registró ningún cambio en el precio medio. Los compradores se mostraron en general unánimes a favor de su mantenimiento. Por parte de los productores, aunque las salidas de animales se desarrollan en buenas condiciones, les resulta difícil ejercer presión sobre el mercado. La razón: una sucesión de semanas con solo 4 días de actividad, o precedidas o seguidas por ellas, lo que les impide gestionar retrasos adicionales. Como señal de cierto dinamismo del mercado, los pesos están disminuyendo e incluso se sitúan por debajo de la referencia de 2024. Los volúmenes de sacrificio aumentaron en comparación con la semana anterior. La acumulación de días festivos también tiene la ventaja de estimular la demanda.
Mientras tanto, hay un poco más de presión sobre los precios en las exportaciones hacia el este de Europa. Por ahora, la subida de precios en Alemania no ha sido replicada ni por Francia ni por Dinamarca. Bélgica y los Países Bajos han aumentado sus precios, pero solo la mitad que Alemania.
En EE.UU., la tendencia sigue siendo estable, tanto en el mercado de la carne como en el del cerdo. La ligera presión sobre la cotización del cerdo no refleja ningún cambio significativo en el equilibrio del mercado. La dinámica de sacrificio se mantiene moderada pero constante desde hace varias semanas.
En China, el contexto del mercado sigue sin cambios y continúa siendo sombrío. El equilibrio es desfavorable para cualquier presión al alza en los precios del cerdo, ya que la demanda de carne es muy baja. A la espera de las cotizaciones semanales de las 2 últimas semanas, podría confirmarse próximamente un inicio de bajada, como sugieren los comentarios procedentes de China.
La semana ha mostrado una evolución dispar en el mercado de cereales. Los precios han tenido una leve recuperación, pero la actividad comercial ha sido escasa. El repunte en las cotizaciones portuarias se ha visto influido por factores técnicos y por la preocupación derivada de la escasez de lluvias en regiones productoras clave como Rusia y algunas zonas de China. En un contexto como el actual, con posiciones especulativas muy reducidas en Chicago, cualquier posible riesgo tiene un impacto amplificado en los mercados, más por expectativa que por hechos concretos.
A nivel nacional, la actividad ha sido limitada. Los agricultores siguen sondeando el mercado en busca de precios atractivos para la nueva campaña de cebada, pero por el momento ninguna oferta resulta convincente. Por su parte, los fabricantes han tanteado el terreno aunque sin obtener respuesta.
En contraste, la cebada de la campaña anterior está ganando interés, principalmente porque la oferta es muy reducida, incluso en zonas con disponibilidad, como el centro peninsular. A esto se suma que la próxima cosecha avanza con cierto retraso, lo que podría mantener la presión sobre la demanda de grano viejo en el corto plazo.