El pasado año 2022, al igual que los 2 años anteriores fueron extraordinariamente turbulentos en el mercado porcino europeo. La Covid-19, la Peste Porcina Africana y la guerra de Ucrania, han supuesto varias crisis simultáneas a las que está teniendo un fuerte impacto en el mercado porcino. En casi todos los países se alcanzaron precios máximos para los cerdos de sacrificio, pero la situación financiera de los productores no es nada relajada, ya que los aumentos de los costes también son enormes y los productores siguen incurriendo en pérdidas financieras.
La expansión de la producción se está frenando por el fuerte aumento de los costes de la alimentación animal. No solo en China, sino también en otros países productores importantes como EE.UU. y Brasil, es probable que la producción aumente en 2023. En la UE, el 2º mayor productor de carne de cerdo, las previsiones muestran que la cantidad producida en 2023 será ligeramente inferior a la de 2022. La razón principal de esto es el aumento significativo de los costes operativos.
Las estimaciones de los expertos suponen una reducción del volumen de comercio mundial de 12 millones de toneladas para 2023. De éstas, 5,3 millones de toneladas proceden de la UE y 2,8 millones de toneladas de EE.UU. Esto significa que la UE-27 debería seguir siendo el mayor exportador mundial de carne de cerdo en 2023. La producción de carne de cerdo de la EU para 2022 se estima que acabe en 22,4 millones de toneladas. Esto es un 5% menos que el año anterior. España, que continuó aumentando sus existencias significativamente en 2022, en estos momentos llega a representar casi una cuarta parte de la producción europea porcina.
Países como Alemania, Polonia y los Países Bajos, por otro lado, han reducido significativamente sus censos. De enero a septiembre de 2022, el censo porcino alemán disminuyó un 9% menos en comparación con el mismo período del año pasado. Debido a que los pesos de sacrificio cayeron en un promedio de 0,800kg por cerdo, la cantidad de carne producida en los 3 primeros trimestres fue incluso casi un 10% menor. Para 2023, los expertos de mercado esperan otra fuerte caída en la producción de carne de cerdo de más del 8%. Aunque la oferta de cerdos es comparativamente pequeña y las precios en 2022 son más altos que el año anterior, numerosas granjas han decido parar. El aumento de los costes de la energía y los piensos, así como la creciente demanda de bienestar animal, sitúan a muchos productores en una situación económicamente difícil.
Se observa una clara tendencia a la baja en las importaciones de cerdos vivos de Alemania. Esta tendencia que ya comenzó en 2020, para 2022 se espera que se importen 8,9 millones de lechones, lo que supone 1 millón de cerdos menos para sacrificio producidos fuera de las fronteras de Alemania, suponiendo un 12% menos que el año anterior, y se espera que esta tendencia continúe en 2023.
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