Analizando la situación, en el mes de mayo y y por diversas circunstancias que se han dado a lo largo del tiempo, se están rompiendo todos los moldes que han regido el mercado del cerdo en España, la UE y quizás a nivel mundial.
El precio en España batió récords hasta abril, cuando alcanzó un valor que hace unos meses sería impensable, y lleva 5 semanas repitiéndose en 2,03€/kg de peso vivo.
La oferta en la UE está claramente por debajo de la demanda. En el último año, los precios en la UE tampoco son los habituales. Cada uno de los países, siguiendo su propia tendencia, son muy altos. Y estos precios son mucho más altos que en USA y más caros que en China.
Los lechones están en niveles nunca antes vistos. Faltan lechones, pero comprándolos a estos precios se precisan precios muy altos de venta para que el beneficio de engorde sea positivo.
El productor ha tenido un año muy duro con costos en aumento, pero las materias primas han estado bajando. Aunque todavía son altos, los costos de producción se están compensando con los valores de venta, y por lo tanto, con las ganancias.
Con todo ello, el peso de las ventas va en aumento. Estos pesos nunca se han alcanzado y la tendencia en los últimos años ha sido al alza, pero nunca habían estado tan altos (121,5kg).
Las plantas de procesamiento necesitan cerdos para poder operar. Hay menos oferta, pero las plantas procesadoras tienen la misma capacidad y necesitan un mínimo para mantener sus estructuras y consecuentemente sus costos. Claramente hay mayor capacidad de sacrificio que disponibilidad de cerdos, tanto en España como en la UE.
La industria cárnica ha sido capaz de aumentar el precio de la carne, pero no lo suficiente como para compensar el precio del vivo. El tipo de carne de cerdo que se elabora es una «mercancía» y el precio está aumentando, la pregunta es hasta qué punto el consumidor pagará precios altos por esa carne de cerdo, o si preferirán consumir otro tipo de proteína más barata.
Las exportaciones extracomunitarias son complicadas por el alto precio en comparación con países muy competitivos como EE.UU. o Brasil, lo que conlleva a una reflexión por la incertidumbre en el mercado, y la posibilidad de convertir una amenaza en una oportunidad, para así poder conservar la 3º posición como productor mundial (tras EE.UU. y China) y 2º como exportador (tras EE.UU.).
La consolidación quizás podría llegar haciendo una “carne de calidad” que se diferencie y así ayude a fidelizar el mercado tanto en el país como en el extranjero.
Es difícil predecir cómo evolucionará el mercado, la industria cárnica ha podido trasladar el aumento de precio a la carne, pero no se sabe hasta qué punto el consumidor podrá/dispondrá a pagar este mayor precio.
Fuente: Genesus
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