Una ONG de bienestar animal ha cursado una denuncia por maltrato animal con agravante de muerte e irregularidades graves, tras grabar material audiovisual en las instalaciones porcinas de una graja de Quintanilla del Coco, compuesta por 5 naves, que alberga 5.000 animales, y que la ONG ha calificado como “granja del terror”, al asegurar que se trata de “uno de los peores casos de maltrato animal relevados hasta la fecha”. Las imágenes difundidas fueron realizadas por ésta ONG entre junio y septiembre de este año.
El material divulgado por la organización animalista muestra animales en descomposición, enfermos, con hernias graves y lesiones diversas, malformaciones en las patas y heridas compatibles con el canibalismo o presencia de gusanos y ratas.
La Consejería de Agricultura y Ganadería de Junta de Castilla y León, por su parte, ha afirmado que los servicios veterinarios oficiales de la Junta realizaron una inspección a la granja el pasado día 29, tras conocer la denuncia, que se presentó el pasado día 27, y que “está todo en orden”. Estas explicaciones coinciden con las que ha dado el propietario de la granja, quien se ha mostrado molesto por lo ocurrido y ha confirmado que personal de la Junta estuvo este miércoles en sus instalaciones y “lo vieron todo bien”, al tiempo que ha insistido en que pasa un veterinario cada semana, y ha asegurado no haber recibido todavía la denuncia, que vincula a algún interés malintencionado de la zona.
El portavoz de la Junta, Carlos Fernández-Carriedo, no ha valorado si las imágenes difundidas por la ONG son o no verdaderas y ha indicado que ya será un juez el que decida sobre la denuncia planteada al respecto. Sí que ha realizado el portavoz una “reflexión general” sobre los productos cárnicos de Castilla y León, que son de la “máxima calidad”, y los ha defendido frente a los “debates interesados” que “ponen en duda” la calidad de los productos de la Comunidad y ha apuntado directamente al Gobierno de España.
Asimismo, Carriedo ha trasladado que las inspecciones en esta granja son periódicas, aunque no ha desvelado los resultados de las mismas, y sí ha reconocido que el examen realizado el pasado día 29 fue de urgencia al tener conocimiento de la denuncia planteada, que fue lo que motivó esta visita en la que “todo estaba en orden”, ha reiterado.
Por su parte, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, ha asegurado que las fotografías que acompañan a la denuncia son “totalmente falsas”, según les ha transmitido, ha comentado, el consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas, quien, según Veganzones, “ha estado in situ” en esta granja.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha indicado que pedirán esa información a la región castellanoleonesa, al ser la competente en las inspecciones, y que el Gobierno también quiere saber “las conclusiones a las que se llegaron” en las inspecciones que deberían haberse hecho. El objetivo, ha apuntado, es que el caso se esclarezca “cuanto antes, a fin de que no haya ninguna mancha sobre la buena reputación” que tiene “el sector productor español y, en particular, el porcino”.
Planas ha dicho que no tiene “ninguna duda del nivel de seguridad, de garantía y de calidad” de las producciones. Por esto, entiende que las asociaciones ganaderas “hayan salido defendiendo esa reputación” porque “un incidente no debe constituir una mancha que afecte al conjunto del sector”. Para Planas, es “evidente” la necesidad de lograr “una transparencia total” para que “todos” los ciudadanos “puedan estar tranquilos” de que lo que se produce y consumen cumplen las normas “muy estrictas que hay en materia de bienestar animal”.
La Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc) ha expresado una “rotunda condena” y “total rechazo” de las “prácticas ilegales” que ha realizado la granja, según la denuncia de la ONG, y ha pedido la puesta en marcha “inmediata” de todas las medidas administrativas, legales y jurídicas necesarias contra los responsables de estas malas prácticas que, según ha aseverado la organización, “vulneran la ley y, por supuesto, atentan contra la ética y deontología del sector ganadero español”.
Interporc ha afirmado que el sector se siente “agraviado y perjudicado” por este hecho, que considera “aislado” pero que “emborrona el buen hacer de las más de 66.000 granjas de porcino de capa blanca de España”. “La realidad de la moderna ganadería de porcino de capa blanca de España es muy diferente y demostrable”, ha defendido.
Por su parte, Miguel Paradela, director general de compras de la cadena de supermercados que según expone la ONG adquiere la carne procedente de éstos animales, preguntado por este asunto a raíz de informaciones que incluían esta cadena de supermercados entre las que distribuían carne de esta granja, ha condenado rotundamente las prácticas de esta granja y ha insistido en que el proveedor de carne de la cadena de supermercados les ha informado de que no trabaja con esa granja desde 2022.
Para Domingo del Pozo, propietario de la explotación porcina denunciada, ha apuntado que las imágenes difundidas «pueden estar dobladas», en referencia a que no se corresponden con la realidad de su explotación y pueden pertenecer a otra. «Ya hace tiempo otra granja de no sé dónde se enteró de que circulaban fotos dobladas, o yo qué sé».
Del Pozo ha asegurado no explicarse el motivo de la campaña y ha insistido en que todo está ok, «qué sé yo lo que está pasando, lo único que puedo decir es que por aquí han estado técnicos de la Junta y miembros del Seprona y han visto que todo está correcto y perfecto», ha declarado.
La exposición de un sector
Que una ONG entre en una granja porcina, grabe y difunda en los medios el interior la explotación y se vuelva mediático y viral, además de ser un delito, es un problema de mucha menor relevancia que el sufrido en el mes de julio de 2022 en Quintanilla del Coco, cuando un incendio arrasó la infraestructura de la explotación porcina de Domingo del Pozo.
Entonces, no recibió ninguna ayuda de ningún partido animalista, mientras salvó los 4.000 cerdos de su explotación, tampoco saltó a la gran pantalla, y pocos medios de difusión ponen en conocimiento de los ciudadanos el esfuerzo y valentía de los ganaderos y agricultores ante las situaciones adversas que acontecen inesperadamente y que impactan negativa y directamente en su actividad.
En ese mes de julio, Domingo del Pozo se encontraba exhausto en la puerta de su granja, con los ojos enrojecidos por la falta de sueño y por el humo que soportó durante las últimas 24 horas y la mayor preocupación era trabajar contrarreloj para conseguir subir el agua hasta su explotación con un generador prestado por la Mancomunidad de La Yecla y evitar así que los animales mueriesen. «Sin ventilación ni nada, no sé cómo estarán…», comentaba Del Pozo, atónito aún por las consecuencias del incendio.
Las llamas rodearon su granja, a la entrada de la localidad, que tampoco tiene luz porque la torreta que le suministraba estaba literalmente achicharrada. Además, uno de los laterales de la nave en la que guarda el grano se encontraba todo renegrido, mientras que las chapas que no se han calcinado estaban deformadas por las elevadas temperaturas que soportaron, a pesar de ello, salvó los miles de kilos de cebada cosechados.
Del Pozo también perdió las placas solares colocadas en la cubierta de las naves que le ayudaban a ahorrar 1.500 euros al mes en luz, de los casi 4.000 euros que pagaba.
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