Fuente: INTERPORC
Estabilidad también generalizada de los precios de la carne en España y Alemania, sin apenas ningún movimiento en las cotizaciones del despiece, repuntes en Francia, gracias a un mayor turismo interior este año, y recuperación en Italia, que se apoya también en el turismo para salir del pozo en que el coronavirus hundió su mercado en primavera. Faltan impulsos en este mercado estival que ha sido muy atípico, ya que la ausencia de flujos turísticos entre países ha dejado los consumos interiores en manos de la demanda interior, sin recurso al plus adicional que aportaba en España la llegada de los turistas de otros países. La tabla de salvación para los operadores españoles ha sido la exportación, sobre todo a China, que ha ido recuperando impulsos conforme avanzaba el verano, tanto en volúmenes como en precios. Paralelamente, los exportadores españoles han buscado también aprovechar las oportunidades de venta en el centro de Europa, donde la PPA está también dejando vacíos de producción en países como Polonia y Rumanía.
En el resto del mundo, los precios americanos siguen siendo muy baratos, mientras que los brasileños se encaraman a un nivel cercano al europeo, aunque su devaluada moneda les devuelve todavía más competitividad. Todos los grandes países exportadores de todo el mundo están exportando más que nunca a China, que aprovecha la competencia entre exportadores (forzada por la debilidad de los mercados interiores a causa de la covid-19) para comprar más de lo que preveía y a precios mejores de los que temía. A nivel general, la pandemia sigue planteando muchas incertidumbres, sobre todo relacionadas con la capacidad de los mataderos para sostener los flujos comerciales en la exportación a China, tanto por problemas de personal (muy claros todavía en Alemania) como por posibles suspensiones de las homologaciones (como ha sucedido en Alemania y Países Bajos).
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