Fuente: Interporc
Estado de guerra
La guerra en Ucrania ha marcado probablemente un antes y un después en el mercado cerealista internacional, al menos en el corto y medio plazo. Ucrania es uno de los mayores exportadores mundiales de maíz, especialmente relevante para España. Esto ha provocado subidas de récord de los precios de los cereales en todo el mundo y temor fundado a una falta de disponibilidades en el corto plazo, ante el relevante puesto que ocupan Ucrania y Rusia como exportadores mundiales de maíz (Ucrania) y trigo (Rusia): cerca de una tercera parte sale desde el mar Negro. Caso aparte es el aceite de girasol, ya que Ucrania concentra más de dos terceras partes de los envíos. La subida de los precios ha sido tan fuerte como rápida, en apenas la 1ª semana de guerra; después, ha repuntado todavía, para dejar paso a ligeros retrocesos durante el final de mes. Aún así, en el mercado español los precios de trigo, maíz y cebada terminan marzo en torno a un aumento del 20% de como empezaron el mes de octubre, y el aceite de girasol con un aumento del 25%. Teniendo en cuenta que desde el verano del año pasado los precios han estado subiendo y 2022 empezó con una importante subida de los costes de producción de los piensos, la fulminante escalada actual ha sido echar gasolina al fuego y ha llevado a los costes a unos niveles difícilmente sostenibles para la producción.
Así, el mes ha estado dividido en 2 partes: en la 1ª mitad, el factor dominante era asegurarse el suministro de materias primas; en la 2ª, una vez asegurado lo 1º, hacer frente a los altos precios. Sin Ucrania, los importadores buscan el origen en barcos procedentes de EE.UU. y Brasil, además del recurso tradicional de Francia, toda vez que las disponibilidades nacionales se presumen limitadas tras una campaña en que se había operado mucho con la producción interior. Y era también por esto que el informe sobre intenciones de siembra en EE.UU. cobraba más relevancia este año: al final, los agricultores norteamericanos van a plantar por 1ª vez en la historia más soja que maíz. En España, las superficies sembradas se estiman estables respecto a la campaña precedente.