Desde ANPROGAPOR no justifican bajo ningún concepto la entrada ilegal de cualquier persona ajena a una granja sin consentimiento del dueño de esta.
La entrada ilegal en la granja con el fin de tomar imágenes o simplemente para poder visualizarse en medios generalistas no sólo es en sí un delito tal y como resolvió el Tribunal Regional Superior de Stuttgart (Alemania) donde una asociación de defensa de los animales fue condenada en 2015 por entrar ilegalmente en una granja de pavos si no también conlleva una serie de riesgos hacia la actividad ganadera propiamente dicha:
- Riesgo contra la salud de los animales: Cualquier persona ajena a la granja que entra ilegalmente con el consentimiento del dueño, ni conoce, ni acepta los protocolos de bioseguridad implantados con lo que hay que contemplar como un riesgo alto, que esa persona sea portador de cualquier patógeno que afecte a los animales y por lo tanto transmitirles enfermedades no presentes en esa granja.
- Riesgo contra la salud pública: Una granja de producción porcina es el primer eslabón de la cadena cárnica que tiene como fin la alimentación humana. Cualquier persona que entra ilegalmente en una granja sin el consentimiento ni supervisión del propietario y que, por lo tanto, como delincuente, ni respeta, ni acata las reglas en busca de su objetivo particular, es susceptible de ser considerado sospechoso de administrar cualquier contaminante en los animales. Gracias al Plan Nacional de Investigación de Residuos (PNIR) de analizan todos los productos destinados al consumo humano. Cualquier producto ilegal detectado por el PNIR conllevaría penas muy graves (incluso penales) para el propietario de la explotación. Cualquier persona que entre ilegalmente en una granja puede ser considerado como sospechoso de atentar contra la salud pública y tratar de culpar de ello al propietario de la granja.
- Riesgo contra la propiedad privada: Una persona o grupo de personas que entren ilegalmente en una granja pueden proceder a dañar o alterar las infraestructuras y los materiales que allí se encuentran para el correcto cuidado de los animales.
- Riesgo contra el bienestar animal: Los cerdos son animales de costumbres. En su rutina expresan un comportamiento normal hacia sus cuidadores y sus rutinas. La entrada ilegal de una o varias personas desconocidas para ellos, les altera su comportamiento incrementado el estrés y produciendo situaciones de alarma que pueden ser muy graves como podría ser que una hembra en partos se asustara y aplastara o pisara a sus lechones o que cualquier cerdo reaccionara frente a un invasor con una situación de estrés crítico que puede producir una inmunodepresión y por lo tanto aumentar la predisposición a padecer algún problema patológico. Hasta se pueden llegar a producir lesiones por huida de los animales frente a la persona desconocida que ha entrado en su alojamiento.
Para un ganadero, es muy difícil evitar actos ilegales por parte de personas o grupos de personas que tienen por objetivo terminar con la ganadería. Desde ANPROGAPOR se recomienda que el ganadero establezca medidas de defensa y si, desafortunadamente, sufre un allanamiento, medidas de acción.
Medidas de defensa recomendadas
- Vallada perimetral apropiado que delimite la propiedad con cierre de seguridad en la puerta o puertas de acceso al perímetro de la granja.
- Colocar carteles con el texto “Prohibido el paso, propiedad privada” en las puertas de acceso o en las zonas del recinto que no estén suficientemente delimitadas por barreras arquitectónicas.
- Colocar carteles con el texto “Sólo personal autorizado” en puertas de acceso o en las zonas del recinto que no estén suficientemente delimitadas por barreras arquitectónicas.
- Se debe disponer de un plan de bioseguridad con los procedimientos escritos que deben respetar el personal que se haya autorizado para la entrada en la granja: tiempo desde la visita a otra granja, ducha, cambio de ropa, permiso de entrada o no con objetos ajenos a la granja.
- Disponer de un libro de visitas donde se refleje la trazabilidad epidemiológica de las visitas a la granja.
- Instalación de carteles que recuerden que está prohibido tomar fotos o hacer videos en el interior de la propiedad privada sin el consentimiento explícito del propietario.
Medidas en el caso de que se haya producido una entrada ilegal en una granja
- Debe comunicarse a las autoridades sanitarias competentes de la zona por los riesgos de salud pública, bienestar animal y salud animal que se hayan podido producir.
- Denunciar los hechos a la autoridad competente bien sea la Guardia Civil o las fuerzas de seguridad de cada comunidad autónoma correspondiente.
Una granja de cerdos no es sitio turístico público donde poder entrar libremente ya que, aparte de ser una propiedad privada, se crían cerdos destinados a consumo humano. Si se desea visitar una granja es necesario ponerse en contacto con el propietario quien deberá autorizar la entrada.
Para aquellas personas que consideren que la granja no está cumpliendo con la normativa en vigor, deben emplear conducto reglamentario y ponerlo en conocimiento de la autoridad competente que es la encargada del control oficial quien determinará si se ha producido algún incumplimiento y tramitará el expediente sancionador oportuno.
Unió de Pagesos pide a la Administración que actúe contra las personas que entraron en la granja de cerdos de Sant Pere de Vilamajor por el alto riesgo sanitario que conlleva
Unió de Pagesos pide a la Administración que tome medidas contra el grupo de personas que entró el domingo en una granja de cerdos de Sant Pere de Vilamajor (Barcelona) y en la que se estuvo varias horas, y que sancione este hecho, ya que la presencia de personas no autorizadas y sin ningún control dentro de una granja representa un alto riesgo para la salud de los animales.
UP recuerda que los ganaderos catalanes, como los del resto de los de la Unión Europea, deben cumplir unas normas estrictas de bienestar animal para asegurar una producción respetable y segura y que, por otra parte, ha supuesto para el sector un gran esfuerzo de adaptación tanto en el ámbito económico como en el de gestión de las granjas y en el cuidado de los animales.
Además, las granjas de porcino, para cumplir las normas de bienestar animal, han ampliado el espacio en el que se encuentran los animales, han modificado los revestimientos de suelo, han agrupado cerdas y cerdas jóvenes para mejorar su bienestar, y los ganaderos mantienen los lechones con las madres entre tres y cuatro semanas para que se puedan alimentar de leche materna. Las granjas también pueden disponer de material de enriquecimiento para que los animales se entretengan.
Unió de Pagesos también recuerda que las granjas se han adaptado para disponer de un aislamiento del exterior y protegerse de posibles enfermedades, con vallas exteriores a las naves y las ventanas, además de estar prohibida la entrada a todo el personal no autorizado.
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