No en vano, los industriales indicaron que los mataderos siguen “colapsados y no se puede matar más”. Además indicaron que los perjudicados son los que operan con contratos “por precio de lonja ya que se hace muy por debajo de ese nivel”, con sacrificios históricos.
Por su parte, los ganaderos aseguraron que el “agobio durará dos semanas y que si ellos compran a 18 euros, también se hacen operaciones sin contrato que se pagan a Lonja sin compromiso”. Apelaron también a la moderación para pagar con la misma moneda a loa industriales que apelaban a la prudencia cuando tocaba subir.
También huyeron del catastrofismo y dejaron encima de la mesa diferenciar la cotización del cebo y el cebo campo.
Y, como no podía ser de otra forma, también hubo lugar para la polémica. Así, el ganadero Ramón Gómez indicó que uno de los industriales que está sentado en el otro lado “ha comprado una jaula a precio de lonja y otro de guijuelo ha hecho un contrato nuevo a precio de Lonja. Lo que decís no es tan real como parece”.
De hecho, fue más concreto e indicó que Luis Ramos es el industrial que ha comprado a “precio de Lonja, algo que no le sentó bien”.
Los lechones aumentaron 0,03 euros su valor y los tostones repitieron.
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