En busca de reducir las enfermedades que más afectan a la producción porcícola mundial actualmente, como la Peste Porcina Africana (PPA), la Peste Porcina Clásica (PPC), la Fiebre Aftosa o la Enfermedad de Aujeszky, en Estados Unidos investigan la utilización de aditivos para combatir dichas afecciones a través de la implementación de aditivos en el alimento.
El estudio encabezado por el Centro de Información de Salud Porcina (SHIC por sus siglas en inglés), en colaboración con el Grupo de Investigación Aplicada Pipestone y las universidades estatales de Dakota del Sur y la de Kansas, ha encontrado 10 productos que podrían reducir la transmisión de dichas enfermedades.
De acuerdo con el doctor Paul Saundberg, director ejecutivo del SHIC, durante la investigación se ha utilizado como modelo el virus del Seneca Valley, agente infeccioso que sobrevive en el alimento mucho más tiempo que el resto de los bacilos incluidos en dicho análisis.
Pese a que los resultados preliminares arrojaron que no parece haber ninguna sustancia que elimine totalmente el riesgo de transmisión, sí se podría aminorar la cantidad total de virus en los piensos, disminuyendo el riesgo de contagio por esta vía. Los aditivos que mostraron una mayor actividad para contrarrestar las afecciones se encontraron los ácidos grasos de cadena media y productos derivados del compuesto químico formaldehído.
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