La interprofesión británica del porcino lleva ya un para de años encargándose de hacer muestreos en la carne de porcino que se vende en los lineales para contrastar si el origen que aparece en el etiquetado coincide con el origen de la carne.
Aplican un análisis de isótopos que permite observar las variaciones geográficas en carbono, nitrógeno y otros elementos. Este test se ha llamado SIRA, por ser las siglas de Stable Isotope Reference Analysis. La inteprofesión usa su propia base de datos de variaciones químicas naturales en muestras de carne de cerdo en todo el país, para saber si los productos que llevan en el etiquetado la bandera británica, son realmente del Reino Unido.
La buena acogida de este control ha llevado a que la interprofesión lo intensifique tanto, en el tiempo como en el tipo de producto.
Hasta ahora, se han venido realizando 4 oleadas al año (una por trimestre) en la que se recogía aleatoriamente 30 muestras de porcino en la distribución. A partir de ahora se harán 12 oleadas al año (una por mes).
Además, en el inicio solo se analizaba carne fresca de porcino, pero ya desde el año pasado, se empezó a analizar el bacon y la carne destinada como materia prima en la elaboración de jamón York y salchichas. También se ha ampliado el tipo de establecimiento, ya que en un principio, las muestras solo se cogían de los supermercados y ahora se han incluido las carnicerías.
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