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Senador de Huelva defenderá una moción para un etiquetado adecuado del jamón y aceite

José Enrique Sánchez, senador de Huelva, defenderá este jueves una moción en la Cámara Alta en favor de un etiquetado nutricional «adecuado y basado en criterios científicos» para el aceite de oliva y el jamón.

Según ha informado en una nota de prensa, Sánchez ha manifestado que con esta moción reclama al Gobierno de España que defienda los productos tradicionales españoles, para ello ha pedido que rectifique el «semáforo nutricional» elaborado por el Ministerio de Consumo que señala el aceite de oliva y el jamón perjudiciales».

A su juicio, «deben rectificar, ambos productos tienen un gran peso en la economía andaluza y son parte esencial de la dieta mediterránea», por ello defienden la necesidad de trasladar al consumidor un información clara y sencilla que acompañe a la información «precisa y detallada del etiquetado obligatorio de los alimentos que consumen y que sea propuesto por una autoridad europea independiente».

En esta línea, Sánchez ha insistido que de los numerosos sistemas de etiquetado nutricionales frontales existentes, «probablemente sea NutriScore el que peor califique productos españoles» que, a su vez, son parte de la dieta mediterránea, dieta que la OMS califica como «muy saludable y que incluso es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad».

«No se entiende que un sistema de etiquetado pueda clasificar a través de una baja categoría a productos como los quesos, los zumos, el jamón ibérico o incluso el aceite de oliva ya que no atiende a las cantidades medias o raciones que se ingieren de estos alimentos, y por el contrario obtengan una calificación más saludable las bebidas refrescantes», ha dicho.

En este sentido, el senador ha exigido al ministro de Consumo, Alberto Garzón, que defienda «un etiquetado europeo, justo, realizado por una autoridad independiente y apoye a los miles de trabajadores de la industria alimentaria que podrían ver en peligro sus puestos de trabajo como consecuencia de una campaña negativa contra sus productos».

Asimismo, el documento presentado en el Senado insta a que el Gobierno realice una campaña internacional de promoción del Jamón Ibérico y de la Industria Aceitera como dos de los referentes de la gastronomía española, que «es Marca España en el exterior y por tanto potenciador y atractivo para el sector turístico español».

CREADOR DEL ALGORITMO DE NUTRISCORE DEFIENDE EL SISTEMA, PERO ADMITE FALLOS

El sistema de Nutriscore, el controvertido semáforo nutricional que España pretende implementar este año, comete «fallos» a la hora de calificar alimentos como el aceite de oliva o el jamón serrano, aunque es «el mejor esquema por el momento», dice en una entrevista con uno de los creadores del algoritmo en el que se basa, Mark Rayner.

Aunque el origen de Nutriscore es francés, su algoritmo se basa en un sistema creado por unos investigadores de la Universidad de Oxford hace más de una década, a petición del Gobierno británico para diseñar un modelo de clasificación de productos con el propósito de «restringir la publicidad alimentaria para niños en televisión».

Rayner, uno de estos investigadores, cuenta que en su sistema la puntuación se obtiene «en base a 7 componentes: energía, grasas saturadas, azúcares, sales, fibra, proteína, y contenido en fruta, verdura y frutos secos», que en el modelo original decidían si el producto debía anunciarse o no.

Mejora al original

De acuerdo con Rayner, Nutriscore ha «mejorado» su sistema original, y clasifica a las comidas y bebidas con un código de 5 letras, de la A a la E. De acuerdo con sus nutrientes, les otorga puntos para colocarlos dentro de una tabla que va desde los -15, que indicaría que es un producto muy bueno, hasta 40, que supondría la peor calificación.

Rayner admite que «ningún modelo es perfecto» y Nutriscore, tampoco. El algoritmo pone «a todos los alimentos en una misma escala» y funciona mejor con los alimentos de «mútiples componentes», como las comidas precocinadas o las bebidas azucaradas, que con los productos de «ingrediente único», como la harina, la carne o el aceite, entre otros.

Precisamente, es el aceite de oliva uno de los productos que más polémica está creando en España. El algoritmo le otorga una puntuación «entre C y E», que para el consumidor indicaría que no es un producto saludable, como también ocurre con otros productos típicos de la dieta mediterránea, como el jamón serrano o el queso manchego.

Sin embargo, Rayner explica que no existe ningún aceite que tenga la máxima puntuación en Nutriscore, ya que en el caso de los líquidos, solo el agua es merecedora de la clasificación A dentro del sistema.

«Todo el mundo está de acuerdo en que el aceite de oliva es el mejor aceite, pero no consigue el puntaje más alto porque, aun así, es alto en energía y grasas saturadas», comenta Rayner, que añade que, aunque el jamón serrano sea «delicioso», también es «poco sano» desde un punto de vista nutricional.

Presión de la industria alimentaria

«Cuando un gobierno piensa en implementar un modelo como Nutriscore para su país, la industria también entra en juego y persuade al gobierno para que sus productos queden bien dentro del sistema», explica Rayner, que subraya que sería «muy complicado» crear un algoritmo que complaciese a todos.

Por ello defiende que el sistema de Nutriscore es «el mejor esquema por el momento» dentro de los que existen en Europa, por lo que recomienda a España que lo implemente y adapte «para sus propias circunstancias», y anima a otros países, como el Reino Unido, a seguir sus pasos.

Rayner considera que cada país debería escoger qué sistema de etiquetado nutricional es mejor para ellos, y «modificarlo sin tener en cuenta aquellas comidas de una cultura o un país vistas como particularmente importantes» que se pueden ver afectadas en la clasificación.

A título personal, Rayner se muestra «encantado» de que un algoritmo, creado «desde cero» junto a sus compañeros de Oxford, sea «el modelo de etiquetado nutricional de referencia utilizado por los franceses» y espera que, pronto, también sea el por los españoles.


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