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La sociedad europea exige cada vez más productos procedentes de animales criados en condiciones lo más naturales posibles. Pero no solamente esto, sino que, además, los consumidores demandan alimentos producidos con un nivel de bienestar animal cada vez mayor.
Según la Federación de Veterinarios de Europa (FVE), los consumidores cada vez son más críticos hacia la forma de producción porcina. Además, la población muestra una mayor preocupación por el bienestar de los cerdos, viendo el manejo hacia los animales en otras producciones (rumiantes y aves) menos preocupante.
La oferta de alimentos producidos en condiciones naturales y procedentes de animales con un alto grado de bienestar animal es reducida. El último Eurobarómetro publicado sobre Bienestar Animal indica que solamente el 38% de los europeos consideran que hay una variedad suficiente de productos animal-friendly. Si nos centramos en España, este porcentaje se reduce al 32%.
La obtención de productos procedentes del cerdo ibérico se encuentra regulada por la denominada Norma de Calidad del Ibérico, la cual contempla diferentes tipos de producción. Según el MAPA, el mayor porcentaje de estos animales son producidos de manera intensiva en granjas (62,48% del total).
Sin embargo, el 16,98% son cebados de manera natural en las dehesas del suroeste de la península ibérica durante la época de montanera.
La producción restante (20,54%), se encuentra dentro de la categoría “cebo de campo”. Dicha categoría alberga bastante variabilidad en el modo de producción, ya que contempla un tipo de producción más extensiva con una carga ganadera de 15 animales por hectárea y otro tipo de producción más intensiva, que, aunque se encuentren los animales al aire libre, llegan a producirse hasta 100 cerdos por hectárea.
Por otro lado, el sistema de cría del cerdo ibérico en extensivo sale beneficiado en la mayoría de parámetros evaluados de bienestar animal a través del protocolo Welfare Quality cuando se compara con el cerdo blanco en intensivo, extensible a producciones intensivas de cerdo ibérico igualmente. Por lo que el sistema de producción extensiva en ibérico presenta serias ventajas en materia de bienestar animal sobre otros sistemas de producción porcina.
Debido a la escasa oferta de alimentos producidos en condiciones naturales y con un mayor grado de bienestar animal, el mercado del cerdo ibérico podría beneficiarse de la producción de este tipo de alimentos. Por ello, nos planteamos estudiar las opiniones sobre el cerdo ibérico que tiene la sociedad española y qué tipo de atributos afectarían a la elección de compra de un producto ya sea de manera positiva como negativa. Además, averiguar si los consumidores estarían dispuestos a pagar más por alguna característica presente en el producto.
METODOLOGÍA
Durante el año 2016 se realizaron encuestas relacionadas con la producción porcina y otros temas relacionados a un total de 302 consumidores de carne y productos cárnicos de cerdo en las ciudades de Barcelona y Córdoba. De los consumidores que participaron, el 49,7% fueron hombres y el 50,3% mujeres, con una edad comprendida entre los 18 y 76 años. La distribución de edades se puede observar en la Tabla 1.
Entre las preguntas realizadas encontramos opiniones sobre el cerdo ibérico, el bienestar animal y la importancia que dan los consumidores a diferentes características a la hora de realizar la compra de los distintos productos alimenticios que podemos encontrar en el mercado.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El 64,45% de los consumidores decían conocer la existencia de una normativa que protege la salud y el bienestar animal de los cerdos en granja y en el transporte. Sin embargo, una amplia mayoría de los encuestados (77,67%) señalaron que se debería incrementar las exigencias actuales sobre protección y bienestar animal de las granjas españolas, mientras que solamente un 7,33% de los encuestados opinaron que las exigencias actuales son suficientes (Gráfico 1).
Esto nos indica una clara preocupación por el bienestar animal en la sociedad española, estando en sintonía con los últimos datos publicados en el Eurobarómetro 2016, donde el 82% de los europeos creen que el bienestar de los animales de granja debe mejorarse.
Además, se preguntó a los consumidores sobre aspectos del cerdo ibérico y sus productos para conocer la visión que tenían sobre ellos. La mayoría de los encuestados (52,65%) señalaron que el cerdo ibérico es criado en condiciones de bienestar animal óptimas (solamente un 10,26% opinó lo contrario). La opinión predominante sobre sus carnes y productos fue que son de una alta calidad (85,71%), muy sabrosos (90,73%) y saludables (63,25%). Únicamente se mostraron contrarios a estas afirmaciones el 3,99%, 3,97% y 10,60%, respectivamente. El resto de consumidores se inclinó por una opinión neutral a estas cuestiones.
Por otro lado, se pretendía saber el punto de vista de los consumidores del cerdo ibérico comparado con el cerdo blanco comercial. En esta comparación salió favorecido sin duda el cerdo ibérico, ya que la mayoría de los consumidores encuestados (61,92%) consideró que el cerdo ibérico es criado en mejores condiciones de bienestar animal que el cerdo blanco (10,26%). Además, la carne y productos procedentes del cerdo ibérico fue considerada de mayor calidad (76,08%), mejor sabor (85,10%) y más saludable (53,31%). Por otro lado, solamente el 15,61% consideró que la carne y productos de cerdo blanco son de mayor calidad; el 5,96% señaló que poseen un mejor sabor y un 15,23% que son más saludables con respecto al cerdo ibérico. En los porcentajes restantes no mostraron una inclinación por ningún tipo de cerdo (Tabla 2).
En cuanto a preguntas relacionadas con la compra de carne o productos cárnicos porcinos, el 74,17% de los participantes en el estudio indicaron que el etiquetado de los alimentos es importante para ellos, únicamente el 9,60% señaló que no lo era (Gráfico 2).
Ya centrándonos en el propio etiquetado, la mayoría de los encuestados le dan gran importancia al criterio ibérico (77,81%) y a que los animales hayan sido criados en condiciones naturales (75,42%), mientras que solo un 5,96% y un 7,97%, respectivamente, no le da importancia o no lo consideran importante. Hay que señalar que, a la hora de elegir un producto procedente del cerdo ibérico, la población encuestada dio más importancia a la alimentación que han recibido esos cerdos ibéricos (80,46%), que a la pureza racial de los cerdos de los que procediesen esos productos (100%, 75% o 50% ibérico), teniéndolo en consideración en este caso, el 60,26% de los consumidores del estudio. Cabe destacar que estos criterios aumentan su importancia si nos centramos únicamente en los encuestados que señalaron que para ellos sí que es de gran importancia el etiquetado de los alimentos, por lo tanto, atributos importantes a considerar, debido a que estamos centrándonos en tres cuartas partes de la población encuestada.
La concienciación sobre el bienestar animal ha aumentado en la sociedad en los últimos años, por ello, uno de nuestros objetivos fue centrarnos en si algunas prácticas ganaderas en la producción porcina afectarían de forma negativa en la elección de compra de un producto por parte de los consumidores. Para ello, les planteamos una serie de condiciones y manejos en una explotación porcina a los encuestados y recogimos sus impresiones. Las condiciones por las que muestran más rechazo y por las cuales afectaría negativamente a la hora de elegir un producto serían el saber que las cerdas se mantienen en jaulas (61,59%) y que los cerdos han sido criados en régimen de confinamiento en granjas (50,17%). Al 16,28% y al 19,21%, no les influiría elegir un producto conociendo que se produjese este tipo de manejo respectivamente. El resto de encuestados mostraron una opinión neutral. Ante otras prácticas en el manejo la población encuestada no mostró tanta repulsión como es el caso de la castración quirúrgica (la elección del 44,85% se vería afectada), el recortado de colmillos (al 41,53% en este caso) o el corte de cola (al 38,33% de los encuestados). Aunque alrededor del 20% de los consumidores del estudio mostraron una opinión neutra ante estas situaciones (Gráfico 3).
En el presente estudio también se quiso conocer por qué atributos de la carne y productos cárnicos estarían dispuestos a pagar más. Aquellos que indicaron la gran mayoría de los consumidores encuestados que pagarían más, serían productos procedentes de animales que hayan sido criados en condiciones naturales (82,45% encuestados) y en régimen de libertad (81,79% encuestados). Esta disposición a pagar más por parte de los consumidores ante estos dos atributos tiene gran importancia en todos aquellos productos procedentes de ibéricos engordados en régimen de cebo de campo de manera extensiva y en montanera, hecho a considerar para potenciar este tipo de productos dentro del mercado del ibérico. Otra serie de atributos por los que mostraron disposición a pagar más en productos en los que estuvieran presenten fueron en aquellos que procediesen de “granjas ecológicas certificadas”, de explotaciones con “condiciones de bienestar superiores a las exigidas actualmente”, “de animales transportados al matadero sin lastimarse” y por productos “certificados a través de una Denominación de Origen”. Esto fue señalado por alrededor de 7 de cada 10 encuestados en este estudio, los cuales sí estarían dispuestos a pagar más por estos atributos mencionados. No obstante, antes de incrementar el precio de los productos con estas características, habría que estudiar hasta qué porcentaje sobre el precio del producto estarían dispuestos los consumidores a pagar más, para no estar en desventaja ante otro tipo de productos en el mercado. Lo ideal sería aportar estos atributos en el producto sin repercutir significativamente en el coste final, como estrategia para potenciar una mayor elección de estos productos por parte de los consumidores.
CONCLUSIONES
Las conclusiones extraídas de este estudio se presentan a continuación:
- La sociedad española muestra cada vez más preocupación por la forma en que se producen los alimentos de origen animal, fundamentalmente por las condiciones en que se crían los animales y por su bienestar.
- Los consumidores tienen una mejor percepción del cerdo ibérico que del cerdo blanco, tanto por su forma de producción como por las cualidades de sus carnes y productos.
- Los productos del cerdo ibérico procedentes de sistemas productivos extensivos (montanera y cebo de campo extensivo), podrían beneficiarse de la alta demanda por parte de la sociedad de alimentos producidos en condiciones naturales y con un mayor grado de bienestar animal.
- Cuando los consumidores deciden comprar un producto ibérico, dan más importancia a la alimentación que a la pureza genética del mismo.
- Sería conveniente distinguir en el mercado los productos de animales de “cebo de campo” producidos de forma extensiva e intensiva para poder aprovechar el potencial de los alimentos procedentes de condiciones más naturales y con un mayor grado de bienestar animal.
- Potenciar en el etiquetado aquellos atributos por los que el consumidor se decantaría por un producto sería positivo, incluso por algunos de ellos la mayoría de los consumidores estarían dispuestos a pagar más.
Autores
Javier García Gudiño, Maria Font i Furnols, Albert Brun Pujol1, Marina Gispert Martinell. IRTA, Finca Camps i Armet, Monells (Gerona).
José Manuel Perea Muñoz. UCO, Campus Universitario de Rabanales, Córdoba.
Isabel Blanco Penedo. SLU, Departamento de Ciencias Clínicas, Uppsala (Suecia).
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