El cambio climático está produciendo un incremento de la temperatura global del planeta que ya nadie discute por ser una afirmación basada en datos objetivos y cuantificables.
A este incremento de temperaturas se le suma una disminución de la pluviometría que ya está siendo acusada en nuestras latitudes. La Dehesa asentada en el suroeste de la Península Ibérica es el ecosistema más amenazado por estos cambios sobrevenidos, causados en gran parte por la acción humana.
La Dehesa, como territorio, es el soporte paradigmático de la ganadería extensiva. La producción de carnes de alta calidad, cuyos máximos exponentes son los productos obtenidos del cerdo ibérico puro de bellota, pero también de otros animales que se benefician del mismo manejo extensivo y de una alimentación variada y rica como el cordero o la ternera, requiere unos recursos mínimos para que pueda desarrollarse en ella esta actividad productiva, tales son: el agua sin el cual no es posible la vida, y el alimento sea este pasto, ramón o frutos, algunos de los cuales, como la bellota son insustituibles para la producción del ibérico puro de bellota.
Pero la mala administración del agua existente, el abuso de su consumo, la insensibilidad hacia este cada vez más escaso recurso por parte de una población acostumbrada al derroche y la inexistencia de una norma nacional que proteja a la dehesa y le garantice los recursos mínimos que requiere para su perdurabilidad, Están agudizando la precaria situación en la que se encuentra, haciendo inviable cualquier actividad productiva en la misma, especialmente la ganadería que es la razón de su existencia. Si no hay agua, no habrá nada, solo desierto y miseria. Estamos ante el más grave y generalizado problema de bienestar animal de nuestra historia reciente.
Desde Fedehesa, exigimos a la administración competente la asunción de sus responsabilidades, de forma que se garantice a las dehesas el suministro de agua necesario para mantener su actividad productiva en estas situaciones de extrema sequía. no podemos esperar a que el problema sea irresoluble. Muchos ganaderos están desesperados teniendo que abastecerse con agua de cisternas compradas a precios, que si se vuelve habitual, son insoportables económicamente.
Garantizar el mínimo necesario de agua a nuestras dehesas y a sus explotaciones ganaderas, es una obligación ineludible de quienes tienen encomendada la tarea de gestionar y administrar los recursos, es decir, nuestros gobernantes. Las Confederaciones Hidrográficas tienen el deber inexcusable de agilizar el tiempo récord los trámites necesarios para que los ganaderos tengan agua en sus explotaciones. Estamos en clara situación de emergencia en el tema del agua, y las situaciones de emergencia, hay que abordarlas con urgencia sin demora. De no actuar, será necesario exigir responsabilidades a quienes las tienen.
Fedehesa Contra de la permanencia del cerdo ibérico de bellota en la norma de calidad
Ante los recientes manifiestos en defensa del cerdo ibérico extensivo y en apoyo de la actual Norma de Calidad del Ibérico, desde Fedehesa, queremos mostrar nuestra disconformidad con dicha norma en lo que se refiere a las categorías de “bellota” y de “cebo de campo”, ya que la absoluta singularidad de la primera, no se ve reflejada en dicha norma de mínimos, y no se llegaría a las actuales cifras de sacrificio en caso de exigirse absolutas garantías.
Dentro de la confusión existente entre los consumidores, la permanencia del cerdo ibérico de bellota en esta norma, sólo favorece a la comercialización de las producciones intensivas de cerdo ibérico, tanto de cebo de campo (ambos de pienso), al amparo de la imagen de una producción minoritaria que se mantiene en la dehesa.
Por otra parte, la certificación de cerdos con la denominación “de cebo de campo”, producidos con cargas de hasta 100 cerdos por hectárea (100 metros cuadrados por cerdo), que se practica en algunas explotaciones al aire libre, es un tremendo despropósito, por ser engañosa para el consumidor y dañina para el medio ambiente. Aunque una minoría de estos cerdos puedan corresponder a la antigua denominación de recebo. ya de por sí la carga ganadera de hasta 15 cerdos de cebo por hectárea que autoriza el RD 1221/2009, de ordenación de explotaciones porcinas extensivas, es insostenible y no hay dehesa que la soporte sin degradarse.
Es por ello, que desde Fedehesa, abogamos por la salida del cerdo ibérico de bellota de la actual Norma de Calidad del Ibérico, y rechazamos en la categoría de cerdo ibérico de cebo de campo en su actual concepción, sin pastoreo en la práctica, por sus gravísimas consecuencias medioambientales para la dehesa.