Ecologistas en Acción de Extremadura pide que se impulse la nueva Ley de la Dehesa de Extremadura en la Asamblea para que sea aprobada en esta legislatura y no se deje desamparado este ecosistema agroforestal tan importante para Extremadura y la biodiversidad mundial, con problemáticas muy importantes que están siendo intensificadas por el cambio climático y la industrialización ganadera. Estas problemáticas pueden ser atajadas con la obsoleta actual Ley de la Dehesa, que cumpliría en 2019 treinta y tres años desde su aprobación, muy lejos ya del actual contexto científico, económico y ambiental.
Ante la propuesta, actualmente paralizada, en la Asamblea de Extremadura de una nueva Ley de la Dehesa de Extremadura, Ecologistas en Acción de Extremadura ve positiva y necesaria la redacción y aprobación de una nueva legislación, moderna, actualizada a los nuevos tiempos y a los datos, estudios e investigaciones más recientes, de forma que ataje las problemáticas que actualmente presenta y potencie sus usos sostenibles.
Aunque, grosso modo, el planteamiento general de dicha Ley parezca satisfactorio, es necesario e importante que se introduzcan varios asuntos clave para la persistencia y conservación, tanto de las grandes fincas adehesadas como de los pequeños propietarios:
- Un artículo dedicado exclusivamente al “Suelo de la Dehesa”. A la conservación del suelo como medio único e indisoluble para tener una dehesa sana y persistente. Este artículo debe exponer y describir tanto esta necesidad de preservarlo y mantenerlo, como la necesidad de su restauración en aquellos casos en que se detecten daños que pongan en riesgo la persistencia de la dehesa.
- Un artículo dedicado a las dehesas o a parcelas adehesadas sobrexplotadas que presentan daños importantes en el suelo o el arbolado, lo cual provoca un desequilibrio que, en muchos casos, es el origen del mal de la seca y de la falta de regeneración. La declaración de estas zonas como “sobreexplotadas” sería motivo de prioridad para acceder a ayudas de densificación, repoblación, restauración de pastizales u otras ayudas que, en este sentido, se puedan decretar para invertir este proceso.
- Un artículo dedicado a las medidas necesarias para la restauración de formaciones adehesadas afectadas, de forma total o parcial, por sobreexplotación, pérdida de suelo, perdida de arbolado o de biodiversidad.
- Y un principio imprescindible en la gestión actual de la dehesa: por cada encina-alcornoque seco que se corte, se debe sembrar otra encina-alcornoque protegida del ganado. El beneficio de la venta de esta encina seca debe acabar revirtiendo en la siembra de una nueva, garantizándose y financiándose así su reposición.
- Es necesario también poner de relieve que la fauna presente en la dehesa es imprescindible para la buena salud y equilibrio de este ecosistema antrópico. Así como la presencia de otros árboles y arbustos que no sean quercíneas, restos del bosque primigenio, que dan resiliencia a la dehesa. Este hecho debe ser potenciado, puesto en valor y ser objeto de mención en dicha Ley.
- Es también imprescindible que la Ley hable del bosque primigenio mediterráneo y la necesidad de potenciarlo, mantenerlo y ponerlo en valor, como enclaves resilientes dentro de las dehesas y no como una visión de zonas abandonadas, como actualmente se considera lo que en verdad es el bosque mediterráneo.
- Por último, la ley tiene que ser previsora, no sólo con la evolución de la Dehesa en el actual contexto de cambio climático y la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones climáticas, decretando paquetes de medidas con base científica para esta adaptación; sino, también, con la necesaria descarbonización y adaptación al peak oil en lo que a su gestión se refiere, para así evitar el colapso de dichas explotaciones agroforestales y ganaderas.
Deja un comentario